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DeMarco Murray liberó presión

ARLINGTON -- Los Dallas Cowboys evidenciaron qué tan diferentes son cuando su corredor DeMarco Murray juega, pero también mostraron qué tan malos son cuando su defensiva carece de cinco titulares y juegan con muchachos contratados incluso dos días antes del partido.

Los Cowboys vencieron 38-33 a los Philadelphia Eagles para mantener vivas sus ligeras esperanzas de postemporada.

"Hay una gran diferencia cuando se tiene plantel para competir", dijo el entrenador Jason Garrett. "Creo que hoy se notó la contribución de DeMarco por su habilidad y la ayuda para hacer menos previsible nuestro juego".

Murray regresó después de seis semanas lesionado y su contribución fue más allá de las 83 yardas terrestres que muestran sus estadísticas. Ayudó a que la defensiva de los Eagles tuviera algo más de qué preocuparse, no sólo del brazo y juego aéreo del mariscal de campo Tony Romo, quien en sus últimos dos partidos sumó 112 pases en un período menor a cinco días.

Los Cowboys llegaron al juego contra los Eagles en último lugar de la liga en yardas por acarreo (3.55) e intentos de corrida (22.0).

El ejemplo más claro de los problemas que tienen los Cowboys cuando la defensiva rival sólo tiene que preocuparse por Romo, es que el mariscal de campo tiene marca de 1-4 esta temporada, y 1-14 en su carrera, cuando lanza más de 50 pases en un partido.

La única victoria de su carrera en la que lanzó más de 50 envíos, fue hace un par de jornadas contra los Cleveland Browns, 23-20, en la tuvo que remontar una desventaja de 13 puntos y se llevó el resultado más por errores del rival que por aciertos de los Cowboys.

Gracias a la presencia de Murray, Romo jugó una segunda mitad casi perfecta, en la que completó 10 envíos en igual número de pases, incluidos dos para anotación a Dez Bryant.

"Creo que Tony hizo un gran trabajo durante todo el partido, a pesar que no tuvo la mejor protección y tuvo que ganar tiempo por sí mismo", consideró Garrett. "Siempre se mantuvo en el sistema, tomó buenas decisiones y fue capaz de hacer buenas jugadas".

Bryant tenía apenas dos jugadas en el campo después de pasar casi 15 minutos en el vestidor, mientras lo revisaban por molestias musculares, cuando realizó dos recepciones que se tradujeron en la primera ventaja de los Cowboys desde principio del período inicial.

También regresaron Tyron Smith, el tackle izquierdo titular; los receptores Miles Austin y Kevin Ogletree, y el centro Ryan Cook; todos fuera en la derrota de Dallas en el Día de Acción de Gracias frente a los Washington Redskins.

Con la ofensiva casi completa, los Cowboys generaron puntos en sus últimas cinco series del partido del domingo por la noche.

"Fue grande para nosotros en términos de confianza", dijo el ala cerrada Jason Witten, quien atrapó seis pases para 108 yardas. "Nuestra espalda está contra la pared y sabíamos que se acabó el margen de error. Había que generar puntos porque nuestra defensiva tiene muchos problemas con tantas lesiones".

En realidad, la ofensiva tuvo que ganar el partido prácticamente por si sola, ya que la defensiva, sin cinco titulares, jamás fue capaz de detener a los Eagles ni por aire ni por tierra. Incluso, en el balón suelto del corredor Bryce Brown que Morris Claiborne regresó para anotación, los Eagles ya habían movido el balón 30 yardas hasta la 50, en una serie que lucía para puntos cuando el marcador estaba 31-27 con 3:50 por jugarse.

Pocos pensaron que la pérdida de Kenyon Coleman sería tan importante desde hace tres partidos, pero desde entonces, no detienen a nadie por tierra. Los Cowboys permitieron 169 yardas a Brown y 183 en total a Philadelphia.

"No hay excusas. Batallamos todo el juego. Ganamos. Gracias a Dios nuestra ofensiva jugó", dijo el coordinador defensivo Rob Ryan. "Tenemos que encontrar la manera de arreglar esto con los jugadores que tenemos".

Sumado a la ausencia de Coleman, se añade la de sus dos apoyadores internos titulares, y líderes en tacleadas al momento de lesionarse, Sean Lee y Bruce Carter, así como la de su tackle nariz Jay Ratliff, quien el domingo faltó a su quinto partido de la temporada por lesión. Las ausencias resultaron en 423 yardas totales de los Eagles.

Eso sin contar la de su safety medio titular, Barry Church, y de alguna forma la de su tercer esquinero, Orlando Scandrick, quien es el níquel titular, además de los profundos suplentes Charlie Pephra y Vince Agnew.

"Tenemos que comenzar a hacer jugadas", mencionó el linebacker DeMarcus Ware. "Tenemos que provocar algo del rival si queremos ir a playoffs".

Para los Cowboys, la postemporada comenzó desde el domingo anterior. Son uno de seis equipos en la Conferencia Nacional con marca de 6-6, y es posible que su única opción de avanzar a playoffs sea ganando sus cuatro encuentros restantes, contra Cincinnati (7-5), Pittsburgh (7-5), New Orleans (5-7) y Washington (5-6, antes de "Monday Night Football"); el primero y el último como visitantes.

La última vez que los Cowboys hilvanaron más de dos victorias consecutivas fue el año pasado entre las Semanas 9 y 12, pero lo lograron contra equipos de marca perdedora en ese momento. Después, Dallas perdió cuatro de los últimos cinco de la campaña y quedó fuera de playoffs por segunda ocasión consecutiva.

"Cada partido, obviamente, estamos jugándonos la vida en playoffs", reconoció Romo. "Nosotros mismos nos pusimos en esta situación tan incómoda. Tenemos que ver la manera de jugar mejor, ser más consistentes y, sobre todo, comenzar a jugar desde el principio".

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