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Pelado reemplaza Pelado

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BUENOS AIRES -- Volvió a River uno de los técnicos más exitosos de su historia, como el propio Ramón Díaz se encarga de decirlo. Y es cierto.

Sin embargo, en este presente nefasto, poco y nada permite pensar que los pergaminos del pasado servirán en el presente. Nadie vive de las conquistas obtenidas en un pasado remoto, sino de las bravas vicisitudes del presente.

Ramón dijo que si él fuese Passarella se hubiese contratado como técnico hace rato. Se equivoca Ramón, este presente de River será muy complicado para todos.

Parafraseando a Ramón diría que -si yo fuese Ramón Díaz- hubiera rechazado este fichaje. Pero acá estamos, y el partido del domingo parece darle la razón a Díaz, por lo menos en el tema de los resultados. River ganó y dejó sin posibilidades de campeonar a Lanús.

No obstante, este equipo conducido ahora por una super figura, tiene muchos puntos flojos. Parece no mejorar en sus fortalezas y empeorar en sus zonas débiles. Al nuevo deté hay que darle tiempo, pero nada asegura que el tiempo solucione los graves problemas de River.

Por otro lado, El Millo necesita de un técnico positivista, con experiencia y que contagie mucha confianza. Desde el puro lado psicológico, las cosas van a mejorar. El tema es el aspecto futbolístico.

¿Cómo hará Ramón para que River despierte y vuelva a ser el de siempre?
No lo sabemos, lo único que se espera es que no se saquen a relucir los pocos pergaminos, se viva del pasado y al final terminemos todos mucho peor que con el ciclo de Almeyda.

Por otro lado, vale decir que Almeyda fue echado de River una manera miserable, irresponsable y poco seria para una institución de los talantes del Club Atlético River Plate.

Una vez expulsado Almeyda del banco de suplentes, todo queda en las manos de Ramón Díaz, pero sólo el trabajo y no las frases contundentes salvarán a River y a Díaz. Las declaraciones son para caer bien a la tribuna y raramente se reflejan en los resultados.

Viene una época incierta. De una vez por todas, River debe dejar de pensar que es un gran club y tiene que comenzar a jugar bien y ganar. No gana para sustos, son días de gran emotividad, pero con las lágrimas no alcanza.

Todo cambiará, por supuesto, si Ramón es capaz de dejar de lado su propia ramonmanía y se dedica a sacar campeón a River.

¿Sueño imposible o sueño real? Todo puede suceder en el mundo River. Hay que esperar y responsabilizarse y comenzar a jugar bien.