Tomás Rodríguez Couto 11y

Una importante mancha en la fiesta

TIGRE -- Parecía no ser cierto. Mucho tiempo de espera para que el espectáculo peligrara. El estadio, con capacidad para casi 20 mil espectadores, sufrió las consecuencias y el encuentro tuvo su mancha.

Es que la estructura en unos de sus laterales cedió levemente. Felizmente, no hubo heridos y el encuentro no se suspendió. Pero fueron muchos los que, con temor de que pasara algo grave, se retiraron del estadio y otros tantos fueron reubicados en forma improvisada en lugares no pensados para esto.

Alguna prueba en el lugar hubiera sido lo ideal a modo de simulacro. Por ejemplo, un Guillermo Vilas vs José Luis Clerc disputado 10 días antes hubiera sido un evento de lujo previo al espectáculo central, además de un interesante adelanto desde el punto de vista propagandístico, aun cuando el estadio no se hubiera colmado, y hasta para ajustar detalles en sala de prensa, por estas horas sin conexión en el estadio Pipa Tigre y en pasillos del escenario, con nula iluminación.

Los cómodos sillones para invitados VIP -personalidades del deporte y también vinculadas a la política y al espectáculo-, contrastaron demasiado en la realidad de gente común que, luego de abonar importantes cifras en busca de un momento inédito y de primer nivel, llegó desde toda la Argentina pero también desde Paraguay, Uruguay y Chile con la idea de hacerse presente para ver a Roger Federer por primera vez.

El suizo recibió elogios de los cuatro costados. El público, dividido, quedó resumido en el grito "a vos también te queremos Juan", a quien Del Potro respondió. Por el juego en sí, quedó claro que los protagonistas principales no están en deuda con la gente. El amor del público hacia ellos, mucho menos. Ojalá la organización esté a la altura en la segunda jornada.

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