ESPN.com 11y

HispanoameriCalcio

ROMA -- Fue realmente una fecha increíble para los hispanoamericanos: en efecto, los latinos hispanohablantes anotaron 10 de los 29 goles totales de Serie A, poco más de un tercio, y contaron con 3 figuras de la cancha en 10 desafíos, en este caso apenas menos de un tercio.

Los goleadores fueron Gonzalo Bergessio (doblete), Nahuel Castro, Edinson Cavani, Germán Denis, Fredy Guarín, Diego Milito, Pablo Osvaldo, Facundo Roncaglia y Mario Santana. De ellos, los delanteros de Catania y Atalanta y el volante de Inter fueron los mejores en sus respectivos partidos, a saber contra Siena, Parma y Nápoli.

Realmente una increíble jornada, en la que brillaron, como se ve por los números, especialmente los argentinos, algo que vale subrayar considerando que en el último periodo los uruguayos y los colombianos fueron a menudo los mejores.

Respecto al equipo de la semana, esta vez podríamos armar un interesante 4-3-3 con Romero (7) al arco; Piris (7), Rodríguez (7), Yepes (7) y Pereira (7) en defensa; Guarín (8), Almirón (7.5) y Pereyra (7.5) en la línea de los volantes; y Bergessio (8.5), Denis (8) y Milito (7.5) a formar el tridente ofensivo.

Sergio Almirón - 1980 - (Argentina - Catania): 7.5

Uno de los mejores de la cancha, de su solidez y su dinamismo nació la reacción de Catania y su labor fue determinante para remontar el resultado. Merecía el gol, porque le pegó de todos lados.

Pablo Alvárez - 1984 - (Argentina - Catania): 6.5

Buen partido el del argentino, que no concedió casi nada por su costado, después de un inicio algo difícil, sin dejar de aportar en fase ofensiva.

Mariano Andújar - 1983 - (Argentina - Catania): 6.5

Nada pudo en el gol de Siena. Por el resto, defendió con eficacia su portería en las pocas veces que los albinegros atacaron, mostrándose atento sobre todo en las salidas.

Pablo Armero - 1986 - (Colombia - Udinese): 6

Quince y pico minutos sobre el final con la misión de defender el resultado y dar oxígeno al equipo. Misión cumplida.

Edgar Barreto - 1984 - (Paraguay - Palermo): 6

Dirigió con inteligencia la maniobra de su equipo, en esas raras veces que Palermo pudo hacer el gasto. Por el resto, defendió con coraje, si bien hubiese podido hacer algo más.

Gonzalo Bergessio - 1984 - (Argentina - Catania): 8.5

Inventó una grandísima asistencia para el 1 a 1 y luego firmó personalmente los otros dos goles de la remontada. Eso ya era suficiente para ser figura, pero él condimentó todo con un gran trabajo para el equipo, transformándose en el fulcro del juego azulgrana.

Miguél Britos - 1985 - (Uruguay - Nápoli): 6

El seis es el promedio del buen primer tiempo y del mal complemento. Parece casi que no tenía más de una hora de juego en las piernas, porque superado el 60º empezó a cometer yerros tremendos: casi le reglada el tercero a Inter y desperdició un par de balones increíbles en el asedio del final. Pero al inicio, si bien los nerazzurri pusieron dos goles, él fue determinante para que su equipo no concediera más.

Esteban Cambiasso - 1980 - (Argentina - Inter): 6.5

Jugó como central defensivo: frente a un Nápoli que empujó con todo, hizo lo suyo en fase defensiva, sufriendo pero ayudando a conquistar la victoria. Obviamente, no apareció nunca en ataque.

Lucas Castro - 1989 - (Argentina - Catania): 7.5

Entre los mejores, metió el 1 a 1 empezando la jugada por derecha y metiéndose muy bien en el área, para recibir el pase de Bergessio y mandarla aguardar con precisión. Además, alargó él de cabeza el centro desde tiro de esquina poniéndolo a su "nueve" en condición de anotar el 3 a 1.

Edinson Cavani - 1987 - (Uruguay - Nápoli): 6.5

Muy difícil evaluarlo esta vez. Anotó su primer gol contra Inter en Serie A y con sus ganas y su gran dinamismo dio un aporte físico y emotivo grandioso. Sin embargo, falló también muchas chances, una clamorosa de cabeza adelante del arquero, totalmente solo a pocos pasos del arco. Nos tiene acostumbrados a otra eficacia ahí adelante y, considerando que le faltó un solo gol a su cuadro para no salir derrotado del Meazza, su evaluación se ve muy condicionada por esos yerros.

Juan Cuadrado - 1988 - (Colombia - Fiorentina): 5.5

No tuvo una buena noche en Roma. Culpa especialmente de su entrenador, que lo "inventó" delantero por todo el primer tiempo. En efecto, mejoró pasando a jugar sobre la franja. Sin embargo, se lo vio algo apagado y perdió muchos duelos en velocidad, especialmente contra el atento Piris.

Germán Denis - 1981 - (Argentina - Atalanta): 8

Metió el 1 a 0 con un cabezazo inapelable, en puro estilo "Tanque"; además, de un gran movimiento suyo, seguido por un derechazo esquinado, llegó el momentáneo 2 a 0. Para colmo, ayudó al equipo con presión ofensiva, movimientos continuos y aguantando bien el balón arriba. El mejor del partido.

Paulo Dybala - 1993 - (Argentina - Palermo): 6

Entró cuando faltaban veinte y cinco minutos más tarde su equipo se quedó con hombre menos. Hizo lo que podía y también gracias a su aporte los rosanegros lograron crearle cuanto menos alguna molestia a los bianconeri.

Marcelo Estigarribia - 1987 - (Paraguay - Sampdoria): 6.5

Entró al 53º y le dio un gran aporte a su equipo, mejorando la actitud de todo el cuadro y el juego en fase ofensiva. Se mostró con peligro y jugó con corazón.

Matías Fernández - 1986 - (Chile - Fiorentina): 6.5

Ingresó al 45º para jugar en la línea de los volantes y con él en la cancha su equipo mejoró de manera evidente. Un error dejarlo en el banco un tiempo entero, porque con otro resultado en el marcador (cuando ingresó la Loba ganaba 3 a 1) su inteligencia táctica y su calidad hubiesen sido aún más útiles.

Santiago García - 1988 - (Argentina - Palermo): 6

Cubrió mucho y si bien concedió algo por su costado, no es fácil anular a los talentosos jugadores juventinos. Sin dudas suficiente.

Walter Gárgano - 1984 - (Uruguay - Inter): 6

Corrió y quitó mucho, dedicándose especialmente a la fase defensiva para contener los constantes ataques del rival. Con nueve balones recuperados, demuestra que supo cumplir con su labor.

Mauro Goicoechea - 1988 - (Uruguay - Roma): 6.5

Salvó el resultado con una atajada monumental, pero lo puso inmediatamente después a riesgo con una salida totalmente equivocada: suerte que en la segunda ocasión Bradley le cubrió las espaldas. De todas maneras, estuvo muy bien sin dudas.

Alejandro Gómez - 1988 - (Argentina - Catania): 7.5

Salió sobre el final, para perder tiempo y para que los hinchas que siguieron hasta Siena al equipo pudieran aplaudirlo. Los saludos de sus compañeros explican claramente la importancia que tuvo en este partido, jugando por todos lados, haciéndose cargo del balón y protagonizando muchas jugadas de nivel.

Álvaro González - 1984 - (Uruguay - Lazio): 6

Menos regular y algo más cansado de lo que estamos acostumbrados a ver, el uruguayo no le encontró bien la vuelta a la línea de volantes de Bologna y así Petkovic lo sacó faltando poco más de veinte para el final. De todas maneras, su aporte fue sin dudas suficiente.

Freddy Guarín - 1986 - (Colombia - Inter): 8

Fue la figura del partido, decidiéndolo con el gol del 1 a 0, muy bello porque no era fácil ponerla a lado del palo y con fuerza pegándole de volea, y con el gran pase para el 2 a 0 de Milito. A parte esas dos jugadas determinantes, jugó con fuerza y dinamismo, moviéndose sobre todo entre líneas, pero en general por toda la cancha. Perdió muchos balones, pero recuperó también muchos otros.

Víctor Ibarbo - 1990 - (Colombia - Cagliari): 6

Jugó unos veinte minutos sobre el final, con la misión de recuperar el resultado y dar vuelta el marcador. Se movió mucho y ayudó al ataque de su equipo, pero no pudo cambiar la mala suerte que afectó a los sardos.

Mauro Icardi - 1993 - (Argentina - Sampdoria): 5.5

Le suma a un partido en las sombras un yerro a la hora de mandarla aguaradar: buena la reacción del portero rival, pero desde esa posición hay que hacer gol siempre.

Marcelo Larrondo - 1988 - (Argentina - Siena): 5

Entrado al 71º, no le dio nada de nuevo al equipo, que siguió mermando con el pasar de los minutos.

Cristian Ledesma - 1982 - (Argentina - Lazio): 6.5

Dirección atenta pero sin notas que transmitieran emoción. Más atento a cuidar su defensa que a inspirar los atacantes.

Diego Milito - 1979 - (Argentina - Inter): 7.5

El Príncipe es así: llegá el partido importante y a la gran labor para el equipo le suma un gol, que esta vez para colmo fue precioso: se movió bárbaro, dictó el pase, defendió la posición de manera genial del ataque de Gamberini y definió con precisión quirúrgica. Dio todo lo que tenía para ayudar al equipo hasta el 75º, cuando Stramaccioni lo sacó porque ya no daba más.

Maximiliano Moralez - 1987 - (Argentina - Atalanta): 6

Venía fallando demasiado, pero se rescató con el gran pase vertical para Denis en ocasión del gol del 2 a 0. Salió a la hora de juego.

Ezequiel Muñoz - 1990 - (Argentina - Palermo): 6

Estuvo muy bien en marcación contra Matri, que a menudo chocó contra él. Por suerte suya, las raras veces que el delantero se le escapó, terminó por fallar.

Rubén Olivera - 1983 - (Uruguay - Fiorentina): 4

Fue por lejos el peor del encuentro. Jugó con mediocridad, no supo hacer ese filtro en el medio que Montella se esperaba de él y, para colmo, debía salir expulsado por un pisotón muy feo a Pjanic.

Pablo Osvaldo - 1986 - (Argentina - Roma): 7

Entró al 74º, porque aún no está muy bien, pero se puso enseguida a disposición del equipo, ayudo mucho par aguantar el balón arriba y cerró el discurso con el buen puntinazo para el 4 a 2. Después del gol salió corriendo para abrazarlo a Destro: gran gesto.

Mario Paglialunga - 1988 - (Argentina - Catania): s.v.

Jugó nomás en el descuento.

Rodrigo Palacio - 1982 - (Argentina - Inter): 6

Entró para jugar la última media hora, más descuento: no administró bien algunas contras, pero puso en dificultad a la defensa rival, rozando también un gol cerca del final.

Gabriel Paletta - 1986 - (Argentina - Parma): 5.5

Desperdició una buena chance de gol en el complemento y tuvo alguna responsabilidad en ocasión del gol del 1 a 0. Por el resto estuvo solido y eficaz, como de costumbre, pero uno como él no debe ni puede concederse ciertos errores.

Álvaro Pereira - 1985 - (Uruguay - Inter): 7

Corrió, quitó, garantizó presencia y aporte en fase defensiva pero fue uno de los pocos que nunca renunció al ataque, ayudando siempre a la delantera de su equipo. Con una percusión en puro estilo "all-blacks" inventó la jugada en la que llegó el 2 a 0.

Roberto Pereyra - 1991 - (Argentina - Udinese): 7.5

Entre los mejores del match, brilló especialmente en el primer tiempo, moviéndose muy bien sobre el césped y encontrando siempre los puntos débiles de Sampdoria, sin pero nunca permitir que los dorianos encontraran los suyos.

Diego Pérez - 1980 - (Uruguay - Bologna): 6.5

Venía jugando bien, garantizando mucha cobertura y dinamismo en el medio, pero tuvo que salir al inicio del complemento por un problema físico. Lástima, porque estaba reencontrando el buen juego de los años pasados.

Mauricio Pinilla - 1984 - (Chile - Cagliari): 6.5

Tuvo mucha mala suerte: es cierto que con las ocasiones que sumó él un gol debía hacerlo, pero tuvo que hacer las cuentas con un Sorrentino "súper" y también con un fato adverso. El chileno pero jugó bien y lo suyo lo hizo.

Iván Piris - 1989 - (Paraguay - Roma): 7

Los "inexpertos" piensan que se está adaptando al fútbol italiano: la verdad, si bien sea innegable que mejoró en algunos movimientos, es que el equipo ahora lo ayuda un poco más y así él logra lucir todas sus buenas calidades. Desde la cancha vimos con claridad cuanto fue determinante en más de una ocasión, con diagonales fundamentales y cierres muy inteligentes. Además, le tocó jugar a menudo en inferioridad numérica, marcando dos rivales a la vez, cosa que supo hacer con inteligencia. Última nota: le ganó más de una vez en velocidad a Cuadrado, dato realmente notable.

Gonzalo Rodríguez - 1984 - (Argentina - Fiorentina): 7

El argentino fue determinante en el esquema del 1 a 1 y, además, fue el más atento en fase defensiva, cubriendo y corriendo por noventa minutos. Salvó en más de una ocasión, pero los giallorossi llegaban por todos lados...

Ribair Rodríguez - 1987 - (Uruguay - Siena): 5.5

Cosmi lo puso al 52º, con el intento de darle solidez al equipo. Pero más allá de la performance insuficiente del uruguayo, realmente había muy poco que hacer en un Siena que se apagó paulatinamente, rindiéndose a su destino.

Alexis Rolín - 1989 - (Uruguay - Catania): 6.5

Como Alvárez, supo mostrarse eficaz en ataque y solvente en defensa. Estuvo muy bien sobre el final, cuando tenía evidentemente más energías que los demás y las usó para cibrir muy bien su franja.

Sergio Romero - 1987 - (Argentina - Sampdoria): 7

Dos tapadas extraordinarias para negarle la goleada a Udinese. Esta vez no tuvo ninguna responsabilidad en la derrota de su equipo y, al revés, luchó para que el resultado fuera otro.

Facundo Roncaglia - 1987 - (Argentina - Fiorentina): 5.5

Se salvó de una insuficiencia más pesada sólo por mérito del gol del momentáneo 1 a 1. Por el resto, no tuvo un buen partido y no supo como cerrar las constantes iniciativas del equipo rival. No era fácil, claro, pero su compañero Rodríguez supo defenderse, mientras que él no.

Mario Santana - 1981 - (Argentina - Torino): 6.5

El mejor de su equipo, puso en dificultad a Abate en más de una ocasión y aprovechó de manera perfecta el regalo de Nocerino, escapándose contra el arco rival y gambeteándolo perfectamente a Amelia para meter el momentáneo 1 a 0. Salió al 73º: la esperanza es que lo hayan sacado por cansancio (que no era evidente), sino alguien en el banco de Torino estaba mirando otro partido.

Ezequiel Schelotto - 1989 - (Argentina - Atalanta): 6.5

Nos mostró lo mejor que tiene, como en ocasión de la perfecta asistencia para el 1 a 0, pero también lo peor, con una serie de centros horribles tirados a la nada. Pero en general su performance fue más que positiva.

Felipe Seymour - 1987 - (Chile - Genoa): 5.5

Entró al minuto 57 con la tarea de despertar al equipo y aportar algo en fase ofensiva. Misión no cumplida.

Fernando Tissone - 1986 - (Argentina - Sampdoria): 6.5

Sin brillo pero sin deméritos, jugó con gran orden táctico y sin nunca perder la cabeza, intentando poner alguna buena idea al servicio del equipo. Puede hacer más, pero no estuvo mal.

Juan Vargas - 1983 - (Perú - Genoa): 6.5

El único del equipo que se salvó: asistió a sus compañeros por todo el primer tiempo, le pegó al travesaño y fue el solo que no se rindió tras la desventaja en el complemento, a pesar de no estar al máximo físicamente.

Arturo Vidal - 1987 - (Chile - Juventus): 6.5

Recuperó una buena cantidad de balones, le dio calma y precisión al juego juventino y metió una gran asistencia para Matri. Al 54º recibió un duro golpe y como no debía jugar (necesitaba descanso) Conte optó por sacarlo, considerando que Juventus ya estaba arriba en el marcador.

Mario Yepes - 1976 - (Colombia - Milan): 7

El Pirata fue dueño de su propia área, resolviendo un par de situaciones complicadas con autoridad y gran eficiencia. En efecto, de no ser por el regalo de Nocerino y la distracción de Mexés sobre el final, Milan gracias a él no hubiese recibido ni un gol.

Javier Zanetti - 1973 - (Argentina - Inter): 6.5

Ayudó mucho a su equipo y fue uno de los más precisos de todo el match, sin desperdiciar ni un balón y sin fallar ni un pase. Esta ve jugó mediano y así no se concedió subidas, excepto una sobre el final que fue importante para darle la carga a sus compañeros, en un momento en el que se venían encerrando demasiado en defensa.

Juan Zúñiga - 1985 - (Colombia - Nápoli): 5.5

Sufrió la continuidad de Nagatomo y, si bien limitó los daños por su costado, no supo aportar nada de positivo en fase ofensiva, lo que fue un gran

^ Al Inicio ^