Leonardo Ayala 11y

Boris Arias combina estudio y tenis

BUENOS AIRES -- Un punto de inflexión en la vida. A todos, sea deportista o no, a cierta edad les llega ese momento en el que se debe decidir qué hacer en el futuro. En el caso del atleta de alto rendimiento, generalmente, la balanza se divide entre el deporte o el estudio. Sin embargo para los latinoamericanos ha aparecido una interesante propuesta desde hace poco más de una década para combinar ambas tareas: las Universidades de Estados Unidos. Y hacia allí fue el boliviano Boris Arias, actual 1286° de la ATP.

"A mediados de 2011 tenía planeado jugar de manera profesional al tenis, pero a fin de año opté por ir a una Universidad de Estados Unidos, siendo consciente de que de esta manera posiblemente esté resignando muchas chances de estar en el circuito de la ATP", le comenta el joven de 19 años de recién cumplidos a ESPNtenis.com. "Igualmente en los últimos tiempos han salido varios jugadores de las Universidades, como el caso de John Isner", retruca rápidamente Arias.

La decisión del boliviano de desembarcar en el campus norteamericano de Louisana State University, claro, no fue sencilla. Fueron momentos de análisis y de varias conversaciones en familia, luego de recibir varias propuestas por facebook. Sí, épocas de redes sociales. La posibilidad de estudiar y mantener al tenis cerca fue la razón principal de la postura. La última palabra, obviamente, no sería únicamente la suya, sino que también necesitaba el aval de sus padres. Ahí un pequeño tema que le dio mayor dificultad a la elección del camino a seguir. Su papá pretendía la continuidad deportiva, mientras que su mamá opinaba que lo mejor sería seguir estudiando. Finalmente se impuso la rama femenina de la casa.

- ¿Cómo se dio tu llegada a la Universidad?
-Me contactaron varias Universidades. De cómo llegué a Louisana State University fue medio raro, con un poco de suerte y chistoso. Hablé con muchas y fui a visitar cuatro: Fresno State, University of Oklahoma, University of Louisville y Winthrop University. La que más me gusto fue Fresno State. Firmé y tenía todo listo para irme, pero a mediados de junio el coach me escribió diciendo que se estaba yendo a otra Universidad y que dos que estaban en el equipo también se iban. Entonces ahí fue cuando empecé a buscar otra Universidad y me contacté con ésta. Realmente creo que fue una muy buena decisión el cambio.

- ¿Y cómo es la vida ahí?
- La verdad es que es muy buena, estoy muy cómodo en la Universidad. A los atletas les dan muchas facilidades para que nos vaya bien en el deporte y también en la parte académica. Vivo en un departamento dentro del campus con otros tres chicos del equipo de tenis y siempre nos juntamos en la cafetería con el resto del equipo para comer. Se pasan muy buenos momentos.

Los días de Arias en la Universidad se pasan entre raquetas y libros. Mientras resalta que se encontró con varios latinoamericanos en los distintos torneos universitarios, remarca que sus notas no son las mejores pero sí son buenas. Su semestre le dejó un 3 en GPA, que es el promedio de las calificaciones anuales y que tiene con punto máximo un 4. Esta motivación por el interesante resultado en el estudio y su feliz pasar por el campus, automáticamente, lo lleva a tomar otra decisión. Y la Universidad parece ganarle terreno al tenis.

- ¿Tu idea es usar esto como preparación y proyección para el Circuito ATP o eso es cosa del pasado?
- Te digo la verdad, ahora no sé lo que voy a querer en cuatro años, ya que en mayo de 2016 terminaría mi carrera de Business. Puede ser que me canse del tenis o que me sienta motivado y que trate de jugar profesional. No lo sé. Lo que sí estoy seguro es que quiero acabar mi carrera.

Pase lo que pase, entre su decisión universitaria-tenística, Arias de todas maneras ya tiene un recuerdo imborrable con la pelotita amarilla. "En 2011 jugué un doble de Copa Davis en el Grupo III. Fue una de las mejores experiencias que tuve. Representé a Bolivia, en mi país y con mucha gente apoyándonos. Nunca me voy a olvidar de eso", explica Boris, quien, mientras juega para LSU, se ilusiona con volver a defender los colores de su nación y con terminar la carrera de estudio. Luego, a su debido momento, será el turno de una nueva decisión. Poner en práctica laboral sus conocimientos académicos o la vuelta full-time al tenis. "Después veremos", avisa nuevamente, poniendo en claro que sabe bien lo que quiere a sus 19 años.

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