Gonzalo Aguirregomezcorta 10y

¿Qué será de Lakers y Celtics?

LOS ÁNGELES -- No corren buenos tiempos para los dos equipos que más campeonatos de la NBA han logrado en la historia de la liga. Hace no mucho, el simple hecho de mencionar a Los Ángeles Lakers (16 anillos) y Boston Celtics (17 títulos) provocaba un estruendo que hacía temblar los cimientos de cualquier equipo.

Pero los tiempos han cambiado y el brillante pasado de ambas franquicias está dibujando un presente insípido en el que deambulan con más pena que gloria. Su inestabilidad deportiva no es más que la consecución de varios cambios drásticos en sus plantillas (algunos fortuitos, como el caso de los Lakers, y otros orquestados, como en Celtics), pero también de las políticas de unas gerencias que han manejado los hilos de manera distinta.

Esta temporada, ambos proyectos están hundidos en el plano deportivo. Los Lakers están más lejos de los puestos de playoffs que nunca (penúltimos en la Conferencia Oeste con un balance de 14-25), mientas que Boston cuenta con una derrota más en la permisiva Conferencia Este. El duelo que ambos jugarán el viernes será el más descafeinado de la historia de sus enfrentamientos con un balance combinado de 28-51 (.354).

Sin embargo, las expectativas para construir un futuro más acorde con su pasado son diametralmente opuestas. Celtics están cementando más ladrillos que sus eternos rivales.

Desde las salidas de Kevin Garnett, Paul Pierce y Doc Rivers, la gerencia ha movido varias fichas. La última fue este miércoles, cuando traspasaron a Jordan Crawford y MasShon Brooks a Golden State Warriors en una jugada a tres bandas que sirvió para que Joel Anthony hiciera las maletas a Boston, quienes también adquirieron dos elecciones de draft.

Además, los Celtics se deshicieron de Courtney Lee por Jerryd Bayless a comienzos de febrero en lo que supuso un ahorro de casi siete millones, un desahogo para la llegada de algún agente libre que se una a los seis jugadores con contrato el año que viene (Rajon Rondo, Gerald Wallace, Jeff Green, Brandon Bass, Kelly Olynyk y Jared Sullinger).

En cambio, los Lakers evidenciaron no tener un plan B desde la salida de Dwight Howard este verano. La firma de contratos anuales fue la tónica esta temporada y no han sido capaces de llevar a cabo ningún canje de envergadura que, o bien desahogue las cuentas, o traiga a alguna estrella. El único fichaje de esta temporada ha sido hasta el momento la renovación de Kobe Bryant (dos años por 48.5 millones de dólares).

La opción de canjear a Pau Gasol a Cleveland Cavaliers a comienzos de enero se desvaneció y según Mitch Kupchak el internacional español finalizará la temporada en los Lakers, lo que significa que el jugador será agente libre en verano. Con ello, la posibilidad de una contrapartida por un canje que incluya a Gasol queda casi descartada antes del 20 de febrero (fecha límite para traspasos).

Algo que puede salvar a los californianos es el aspecto económico. Cuentan con tres contratos garantizados para la campaña 2014-15 y tendrán disponibles 34.1 millones de dólares (si Gasol no sigue) sin contar con la posibilidad de aplicar la cláusula para que no siga en el equipo y así su contrato de 9.7 millones se repartiría en tres temporadas.

Si hay algo que han hecho bien los Celtics es el haber sacado tajada de sus movimientos (algo que quizás pueda seguir sucediendo ante un posible traspaso a Rajon Rondo), todo lo contrario que Lakers, cuya política de fichajes les ha salido por la culata.

Gracias a ello, Boston contará con tres potenciales elecciones en la primera ronda del draft de 2014, y recibirán una de Brooklyn además de contar con la lotería protegida de Philadelphia 76ers. Los Lakers, por su parte, contarían con una sola elección de primera ronda.

Aunque los presentes de ambas franquicias estén cubiertos por el manto de la incertidumbre deportiva, el futuro depende de la suerte del draft y de la capacidad de la familia Buss y Kupchak, en Lakers; y Danny Ainge, en Celtics de amoldarse a las situaciones y persuadir a futuros agentes libres como Dirk Nowitzki, Luol Deng, LeBron James, Dwyane Wade, Zach Randolph, Carmelo Anthony, Tim Duncan o Eric Bledsoe.

Se abre la veda y quién sabe si en un futuro próximo, Celtics y Lakers vuelven a la cima.

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