Tim MacMahon 10y

Spurs, jugando a vida o muerte

SAN ANTONIO -- Rick Carlisle ha hecho muchas cosas buenas por Terry Stotts. Cosas como llevar a Stotts a Dallas como su ayudante principal y hacer campaña para que los Portland Trail Blazers lo contraten cuando ellos buscaban a un nuevo entrenador.

¿Empujar a los San Antonio Spurs hasta el límite en una serie a siete juegos? Eso estuvo lejos de ser un favor para los Blazers de Stotts.

Los Spurs cambiaron su mentalidad en el séptimo juego de esa serie, clasificando a la siguiente fase tras una serie sorpresivamente competitiva al aplastar a los Dallas Mavericks. San Antonio no ha cambiado su mentalidad desde entonces, tomando una ventaja de 2-0 en su serie contra Portland con un par de victorias convincentes en el nido de serpientes mejor conocido como el AT&T Center.

"Nosotros sabemos que no jugamos bien contra Dallas, excepto en ese séptimo juego", dijo Manu Ginóbili, el escolta y sexto hombre argentino de los Spurs, tras la victoria de su equipo por 114-97 contra los Blazers el jueves.

"Yo no sé sí ese partido nos generó algo o no, pero lo seguro es que nosotros empezamos esta serie con el pie derecho. La agresividad y la concentración que demostramos por 48 minutos fue increíble, así que estamos muy contentos por ello. Espero que podamos mantenerlo".

Los Spurs de repente se volvieron a parecer al equipo que obtuvo la mejor marca de la NBA durante la temporada regular. San Antonio tuvo muchos problemas para eliminar a un rival persistente que supo terminar octavo en la Conferencia Oeste, pero ahora está jugando al nivel que le permitió conseguir 19 triunfos al hilo, la mayor cantidad de victorias consecutivas en la historia de la franquicia, desde fines de febrero hasta principios de abril.

Durante esa racha ganadora, San Antonio ganó por un promedio de 16.8 puntos por partido, la cual fue la quinta más extensa de la historia de la NBA.

Los Spurs han sido todavía más dominantes durante esta racha actual de tres victorias consecutivas, ganando por un margen promedio de 21.3 puntos por partido tras encontrarse al borde de ser eliminados.

"Esa fue una gran prueba para nosotros", dijo Tony Parker, el base estrella de los Spurs. "Pienso que cada vez que juegas un séptimo juego y lo ganas, eso te da confianza. El equipo está jugando bien en este momento, pero nosotros sabemos que eso puede cambiar de un momento a otro, así que simplemente debemos mantenernos concentrados".

Parker ha sido el arma principal en ataque para los Spurs, anotando 32 puntos en el séptimo juego contra Dallas y despachándose con 33 en el primer juego de la serie contra los Blazers.

Portland cuenta con un escolta agresivo como Wesley Matthews para ser el principal marcador personal de Parker, y él pudo cumplir con su objetivo de mantener al base de los Spurs lejos de dominar la zona pintada en el segundo juego.

Parker respondió y se adaptó al dominar como armador, distribuyendo ocho de sus 10 asistencias en el primer tiempo, mientras los Spurs se llevaban una ventaja de 19 puntos al vestuario en el entretiempo. El francés terminó el partido con 16 puntos y 10 asistencias.

"Tony ha sido un gran líder y una gran fortaleza para nosotros en el arranque", dijo Gregg Popovich, entrenador de los Spurs.

Sí tú te enfrentas a San Antonio y eliges a Parker como el jugador clave para tu esquema defensivo, los Spurs todavía te pueden vencer de tantas otras maneras de todas formas. Los otros dos integrantes del histórico súper trío de los Spurs ni siquiera jugaron tan bien como ellos quisieran el jueves por la noche, y aun así los jugadores secundarios de los Spurs se encargaron de aniquilar a Portland.

El alero Kawhi Leonard, una estrella en ascenso de apenas 22 años de edad que no será considerado un jugador secundario por mucho tiempo más, fue el máximo anotador de San Antonio en el partido con 20 puntos tras encestar ocho de sus nueve tiros de campo, incluyendo a todos sus cuatro triples.

El pivote brasileño Tiago Splitter fue ovacionado por la gente con un pequeño cantito de "¡MVP! ¡MVP!" mientras él estaba por lanzar un par de tiros libres durante el segundo tiempo. Dicha ovación se debió tanto a su manera tenaz de marcar a LaMarcus Aldridge, el jugador estrella de los Blazers (16 puntos, 6-de-23 tiros de campo) como a sus 10 puntos y 10 rebotes en la noche.

El escolta suplente italiano Marco Belinelli, un firme candidato a aparecer en la parte de atrás de un cartón de leche durante la serie contra Dallas, cuenta con 32 puntos y ha encestado 11 de sus 14 tiros de campo en las dos victorias contra Portland.

Además, el ala pivote suplente Boris Diaw fue el primer nombre mencionado por Stotts, durante su conferencia de prensa después del partido, ante el hecho de que Diaw anotó siete de sus 12 puntos en el juego en 46 segundos durante un parcial de 23-6 de los Spurs en el amanecer del segundo cuarto.

"Todos estamos contribuyendo, todos nos estamos sintiendo importantes", dijo Ginóbili, quien tuvo 16 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias en el segundo juego de la serie contra Portland. "Nosotros contamos con un equipo con recambio. Nosotros lo sabemos, y eso es una ventaja contra tipos que se ven obligados a jugar por 40 minutos cada noche".

Stotts, por su parte, dijo que "ellos te atacan en olas. Todos los que están en la cancha son agresivos. Ellos encestan sus tiros y nosotros simplemente debemos mantenernos concentrados, alertas y con la intensidad intacta sin importar quien esté jugando en ese momento".

Era obvio que los Spurs contarían con una gran ventaja en el rubro del banco de suplentes desde antes de que comience la serie, pero ese margen de talento se amplió todavía más ante la lesión de Mo Williams, el sexto hombre de Portland que está lidiando con una lesión molesta en la ingle y se vio limitado a jugar por menos de nueve minutos el jueves por la noche.

Los Blazers deben cruzar los dedos para que Williams se recupere durante el próximo par de días y que el ser locales en el Moda Center ayude a revivir a una ofensiva que supo ser una de las mejores de la NBA durante toda la temporada.

Todo esto arranca con Aldridge, quien no le rehúye a la responsabilidad de ser el encargado de dictar el ritmo para unos Blazers que se han visto en grandes desventajas en el entretiempo de los primeros dos partidos de la serie contra San Antonio. Ahora él está desafiándose a si mismo y también a todos sus compañeros para mejorar su rendimiento en el tercer juego de la serie, el cual es considerado por Aldridge como "el juego más importante de nuestra postemporada".

Portland se fue de San Antonio sintiendo que ya había absorbido los dos mejores golpes que los Spurs pueden ofrecer.

"Lo hemos hecho, pero yo no creo que nosotros les hayamos dado el nuestro", dijo Aldridge. "Nosotros no hemos jugado bien ofensivamente en ningún partido todavía. Tampoco hemos jugado bien defensivamente, como sabemos hacerlo. Nosotros tuvimos un mal primer cuarto en el primer juego y un mal segundo cuarto (el jueves) por la noche. No hemos jugado como sabemos todavía".

Los Spurs, mientras tanto, siguen jugando como sí todavía fuese el séptimo juego, a vida o muerte.

^ Al Inicio ^