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¿Quién lanzará en el Caribe?

Una recomendación incluida en un informe del Instituto Norteamericano de Medicina Deportiva (ASMI por su nombre en inglés) sobre lesiones en el codo y la epidemia de operaciones Tommy John pudiera afectar aun más la disponibilidad de lanzadores para la pelota invernal. Antes de referirnos específicamente al polémico consejo es prudente revisar las limitaciones ya consagradas en el Acuerdo Invernal vigente con el fin de proteger la salud e inversión en brazos.

Fatiga Extrema: ya es un término conocido por todos los fanáticos en el Caribe. Se establecen unos parámetros y si el jugador los excede entonces el equipo pudiera, no es una obligación, impedirle participar en ligas invernales. Los límites para lanzadores son los siguientes:

Lanzadores Grandes Ligas: 160 entradas
Lanzadores Triple-A: 160 entradas
Lanzadores Doble-A: 140 entradas
Lanzadores Clase A: 130 entradas
Lanzadores Clase A corta: 75 entradas
Lanzadores Rookie League: 70 entradas
Apariciones en Grandes Ligas: 60 entradas
Apariciones de AAA hasta A: 45 entradas
Apariciones de A corta hasta Rookie: 35 entradas

Incremento de trabajo: este es un término nuevo en el Acuerdo Invernal que afecta solo a lanzadores. La redacción de la cláusula es un poco compleja así que es preferible separar dos grupos:

Lanzadores que no están en roster de 40: todo lanzador de 24 años o menos que haya visto un incremento en su trabajo, ya sea AAA, AA o A, entre la temporada pasada y la última de un 20% en cuanto al número de entradas lanzados o apariciones puede ser colocado en fatiga extrema siempre que el número de entradas o apariciones en la temporada pasada sea al menos un 60% del parámetro de fatiga extrema en la respectiva liga.

Lanzadores en roster de 40: todo lanzador de 24 años o menos que haya visto un incremento en su trabajo entre la temporada pasada y la última de un 25% en cuanto al número de entradas lanzados o apariciones puede ser colocado en fatiga extrema siempre que el número de entradas o apariciones en la temporada pasada sea al menos un 60% del parámetro de fatiga extrema en la respectiva liga.

Les dije que era complejo así que vamos a hacerle una autopsia para que sea vea mejor:

• Es necesario que el lanzador tenga 24 años o menos
• La diferencia entre estar en roster de 40 o no es que en roster de 40 el incremento de actividad es de un 25% mientras que fuera del roster de 40 baja a 20%.
• La comparación es entre la temporada pasada y la actual. Es decir para los permisos del 2014 se comparan la temporada del 2013 y 2014.
• La clave es que los números en 2013, usando el ejemplo de permisos del 2014, sean al menos un 60% del parámetro de fatiga extrema para las distintas ligas. Por ejemplo, si el parámetro de apariciones en AA son 45, entonces con haberlo hecho en 27 ocasiones en 2013 y luego incrementar ese número en 20% o 25%, depende de estar en roster de 40 o no, ya es suficiente para colocarlo en fatiga extrema.

Excepciones: El nuevo Acuerdo Invernal también permite a cada equipo de grandesligas negarle el permiso a 3 jugadores fuera del roster de 40 sin ninguna razón o causa.

Tommy John: El nuevo Acuerdo Invernal incluye un párrafo dirigido a todo pelotero que haya recibido, en los últimos 18 meses, alguna operación mayor como la Tommy John o cualquier otra en el brazo. En esos casos, sin importar lo que digan los límites de fatiga extrema, la única manera que puedan participar en el Caribe es si la organización de grandesligas acuerda un plan de trabajo detallado con el equipo de pelota invernal.

El informe del ASMI

El ASMI no es cualquier ente, de hecho uno de sus fundadores es el famoso doctor James Andrews y eso le da cierta credibilidad a todo lo que publiquen. El informe titulado "Lesiones Tommy John en lanzadores" es un pequeño resumen de algunos factores asociados con problemas en el codo y la posibilidad de una operación Tommy John. A pesar que el texto se refiere en términos generales a niños y adolescentes se incluye una lista de recomendaciones para "peloteros y equipos profesionales con el fin de reducir el riesgo de una Tommy John". La recomendación que nos compete es la 7:

"Tenga cautela de lanzar en la pelota de invierno. El cuerpo y ligamentos necesitan tiempo para recuperarse y fortalecerse así que el concepto de trabajo anual debería incluir un descanso adecuado del esfuerzo de lanzar" (esa es mi traducción y no la oficial del ASMI)

El mensaje del ASMI es claro y preciso pero también debemos destacar que tal recomendación no está basada en estadísticas ni fundamentos específicos. El enlace entre problemas en el codo y las ligas invernales solo radica en los efectos positivos que pudiera tener el descanso. Hay quienes insisten que mantener un cierto nivel de actividad controlada en la pelota invernal pudiera generar beneficios positivos en el fortalecimiento del brazo. Allí está el gran dilema del documento, refleja un punto de vista e ignora otros también válidos.

Lo peligroso es que seguramente las organizaciones de grandesligas y jugadores profesionales tomarán en cuenta el informe del ASMI, por lo que representa, a la hora de decidir los permisos con las ligas del Caribe e independientemente de las otras estipulaciones y límites ya indicados del Acuerdo Invernal. Al final nadie puede obligar a los lanzadores, nativos o importados, a ir a Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico o México y por ello que el impacto de ese documento en la toma de decisiones pudiera ser catastrófico.

¿Que deberían hacer las ligas del Caribe para responder a ese informe?

La realidad es que cada equipo de MLB, doctor o ente de medicina deportiva tiene una opinión distinta sobre las causas de la llamada epidemia de operaciones Tommy John. De no ser así estaríamos manejando una misma información y todos los equipos de las mayores tendrían programas de fortalecimiento y control del brazo/codo sino iguales al menos parecidos, por ello la recomendación del informe del ASMI no puede ser aceptada como la santa palabra. Lo recomendable sería que las ligas del Caribe contestaran al ASMI con otro informe médico para así circular oficialmente los dos puntos de vistas al respecto. Ojo, fíjense que puse "con otro informe médico" y no con comunicados de prensa ni pronunciamientos ya que estos no recibirán la misma atención ni consideración. Ese tipo de informes y respuestas deben ser contratadas ya que nadie saldrá a la defensa de las Ligas del Caribe por ser buena gente y si sucede pudiera ser algo que tardará meses o, lo más probable, años en publicarlos. No creo que se tenga tanto tiempo para contrarrestar una acción como esa.

El efecto arenas movedizas

De niño me gustaba ver en TV la serie Tarzán (confórmense con que diga que era en blanco y negro). En todos los capítulos los buenos, malos y hasta animales caían en arenas movedizas que, en muchos casos, terminaban devorándolos. Evidentemente que luego de ver Tarzán y salir a jugar pelota en cualquier terreno baldío me preocupaba dar un mal paso y terminar consumido por arenas movedizas escondidas por arbustos. Con el tiempo aprendí que las arenas movedizas existen pero no pueden consumir a nadie al ser un fenómeno que se da en zonas de muy baja profundidad, sería lo mismo que caer en hueco con barro.

El informe del ASMI puede generar el efecto de algo aterrador, arenas movedizas, que en realidad no generará ningún problema por distintos factores como el de la necesidad económica que tienen muchos jugadores de participar en la pelota del Caribe. Sin embargo, también es posible que estemos en un capítulo de Tarzán.