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La misma piedra en el camino

SAN PABLO (Enviado especial) -- "Que fea esa palabra revancha, venganza. No entran en mi diccionario. Esto es fútbol, deporte. Trataremos de ganar un partido de fútbol".

En la víspera de Argentina-Holanda, la última pregunta de la conferencia en el Arena Corinthians le recordó a Alejandro Sabella la eliminación de cuartos de final en Francia '98, cuando se desempeñaba como ayudante de campo de Daniel Passarella.

El actual entrenador de la Selección no respondió con enojo, sino con una sonrisa irónica. Igualmente dejó en claro que no es comparable aquella experiencia de hace 16 años, con esta de Brasil 2014.

El 4 de julio de 1998 había 55.000 espectadores en el estadio Velodrome de Marsella. El encuentro, arbitrado por el mexicano Arturo Brizio, se abrió a los 12 minutos. El gol lo anotó Patrick Kluivert, casualmente actual ayudante de Louis van Gaal, entrenador naranja. Claudio Piojo López empató cinco minutos más tarde, al definir entre las piernas de Van der Sar.

El conjunto de Hiddink se quedó con 10 a los 76, producto de la expulsión de Numan. Once minutos después, el que vio la roja fue Ariel Ortega, por el recordado cabezazo a Van der Sar.

El palo devolvió un remate de Batistuta y sobre la hora, Dennis Bergkamp paró con maestría un pase largo, le enganchó a Roberto Ayala y definió con fiereza ante Carlos Roa.

"Nosotros tuvimos un problema en aquel Mundial. Un día después de que Holanda le ganara a Yugoslavia en el tiempo reglamentario, nosotros superamos a Inglaterra en los penales. Hubo mucha adrenalina. Era un clásico, hubo suplementario, penales. Y se festejó mucho, porque es muy difícil no festejar algo así. A los tres días jugamos con 30 grados", recordó Sabella de aquella derrota en Francia, en una entrevista concedida hace algunos meses al sitio de la FIFA.

"Argentina tuvo miedo hasta cuando quedó con un hombre más. Siguió jugando siempre demasiado lento e inseguro", disparó después del triunfo Kluivert, quien también buscará la final este miércoles en San Pablo.

Para Sabella, "este grupo de jugadores ya ganó. Vamos a ver si ganamos más". La intención del DT argentino es clara: tratar de quitarle presión a su plantel. La mochila de alcanzar la semi después de 24 años ya se la sacaron.

A 16 años de aquella dolorosa eliminación, Sabella enfrenta con mayor responsabilidad una nueva oportunidad. Esta vez es el que toma las decisiones.

Nada personal con Holanda. No le importa cómo se llame el rival ni el antecedente negativo. En su diccionario, la palabra que está resaltada es "gloria".