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Tras dos años fuera del boxeo profesional, el ex referí puertorriqueño Joe Cortez, regresó el sábado al ensogado, pero esta vez para abrirse paso en un nuevo rol. El miembro del Salón de la Fama del Boxeo Internacional debutó como supervisor de la Organización de Boxeo de Norteamérica (NABO) en el choque en el que el peso welter Sadam Ali retuvo por decisión dividida el cinturón de ese organismo regional y filial de la OMB, al vencer a Jeremy Bryan durante el respaldo del cartel celebrado en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York y que tuvo en su estelar el pleito entre Danny García y Rod Salka. Fue la primera vez que Cortez subía a un cuadrilátero desde la pelea de título mundial junior mediano del 15 de septiembre de 2012 entre Saúl 'Canelo' Alvarez y Josesito López con la que puso fin a una larga trayectoria como tercer hombre en el estado de Nevada, en la que trabajó en poco más de 170 combates de título mundial. "Me sentí un poco raro", dijo Cortez. "Era la primera vez que entraba un ring desde mi última pelea en el 2012. Por un momento quise leerle las reglas a los peleadores", embromó el ex oficial. Cortez, el carismático referí que hizo famoso su lema de "justo pero firme" y quien durante su trayectoria tuvo a su cargo muchos de los combates que dejaron una huella en la historia del boxeo, fue nombrado supervisor y asesor del presidente de la NABO, Richard De Cuir, el pasado mes de mayo durante una reunión de la OMB en Puerto Rico. "Creo que es una buena experiencia. Me sentí un poco diferente, pero creo que algo interesante al mismo tiempo. Me toca ir al camerino y recordar las reglas entre otras coasas. Estoy en una nueva etapa. Me lo estoy disfrutando", aseguró.
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