En un reciente viaje que realicé por Europa, un amigo periodista me preguntó sobre el fútbol de Estados Unidos y porqué no acaba de triunfar. La pregunta me desconcertó.
Hace años que la MLS y el fútbol son una realidad exitosa en los Estados Unidos. La liga lleva más de 18 años de existencia y lejos están las sombras y rumores de su extinción. Es cierto que los comienzos fueron complicados -problemas financieros y desaparición de equipos-, pero todo eso se superó, y ahora la MLS vislumbra un futuro brillante.
El campeonato estadounidense se ha expandido a 19 equipos y llegarán dos nuevos en 2015. La mayoría de sus clubes han construido estadios propios exclusivos para el fútbol y el promedio de asistencia de sus partidos ha alcanzado los 20 mil espectadores, así que supera a la NBA y la NHL. Además, la MLS acaba de firmar nuevos contratos televisivos muy lucrativos y la mayoría de los equipos son rentables. Desde 2012 tiene ganancias superiores a 30 millones de dólares anuales.
Al éxito económico hay que sumar el deportivo. El nivel de juego del torneo ha mejorado enormemente. Como muestra está la victoria de las estrellas de la MLS sobre el poderoso Bayern de Múnich.
La MLS tuvo más de 22 jugadores en el pasado Mundial representando a Estados Unidos, Australia, Brasil, Costa Rica, Honduras, Ecuador, Irán y España. Tras esa Copa se sumaron a la liga varios mundialistas, como el portero de Argelia Raïs M'Bolhi, Frank Lampard, DaMarcus Beasley, el colombiano Carlos Valdés, el hondureño Luis Garrido y Kaká.
Muchos futbolistas de Europa, Centro y Sudamérica ven a la MLS como un gran campeonato por su nivel de juego, seriedad y salarios competitivos. Gracias a su salud financiera, el campeonato estadounidense ha sido capaz de contratar a Thierry Henry, Robbie Keane, Jermain Defoe, Michael Bradley, Clint Dempsey y Tim Cahill, entre las más destacadas estrellas que han aportado espectáculo y fútbol.
A estas grandes luminarias hay que sumar a los futbolistas formados en las universidades de Estados Unidos, en las academias y fuerzas básicas de los clubes de la MLS. El fútbol es el deporte con más federados en los EE.UU., y hay un trabajo serio en la formación.
La pregunta es si la MLS podrá convertirse en una de las mejores del mundo y desplazar a la NFL como el deporte más popular en el país de las barras y las estrellas.
Hay dos problemas que impiden que la MLS esté a la altura de los grandes campeonatos: los ratings de televisión siguen siendo míseros y la MLS no ha logrado el reconocimiento que se merece.
Según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol, la MLS es la 49 mejor liga del mundo y la quinta de Concacaf, posiciones que no corresponden con la realidad. La MLS tiene que mejorar estos dos problemas si quiere convertirse en el deporte rey de los Estados Unidos.