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Injusta contienda por el bronce

MADRID -- El descontento del coach de Francia, Vincent Collet, después de la finalización del encuentro de semifinales entre su selección y Serbia era comprensible. El reloj marcaba que la medianoche había pasado hacía unos minutos y allí estaban él y Nicolas Batum, en la rueda de prensa, cariacontecidos y tratando de digerir la derrota lo más rápido posible. Tenían por delante 18 horas de digestión, asimilación y preparación antes de disputarse la medalla de bronce con Lituania. Menos de 24 horas para luchar por el tercer puesto justo en la noche en la que habían utilizado todas sus armas, sin mesura, para tratar de lograr la gesta de remontar y apear de la final a unos serbios imparables.

El encuentro ante Serbia fue uno de los más intensos que jugó Francia en todo el campeonato y llegaba dos días después de vencer a España en una demostración de concentración e intensidad en la que encontraron su recompensa con el pase a semifinales. El partido ante los anfitriones quemó unas energías mermadas desde la intensa fase de grupos y la construida victoria frente a Croacia en octavos de final. Ante los pupilos de Sasha Djordjevic, los galos desplegaron todo su arsenal en el último periodo tras una primera parte floja donde las piernas pesaron y la cabeza no estuvo donde debía.

Anotaron 39 puntos en los últimos 10 minutos con un Batum (35 puntos) especialmente acertado en los lanzamientos de tres (8/12). Utilizaron todo lo que estaba en sus manos para romper la diferencia de 18 puntos de los serbios y sus jugadores más importantes comenzaron a acumular minutos.

Batum estuvo sobre la duela casi 37 minutos, es decir, tan solo se sentó poco más de tres minutos en el banquillo. Boris Diaw (13 puntos y 10 rebotes) jugó 32 minutos, un minuto por cada año de edad que tiene el ala-pívot de San Antonio Spurs. Thomas Heurtel (12 puntos y seis asistencias), participó 24 minutos.

"Tuvimos que tomar decisiones al final del tercer cuarto, cuando íbamos perdiendo de 15 puntos. Podríamos haber decidido proteger a algunos jugadores para el juego de mañana (por el sábado), pero decidí que jugaran hasta el final porque era un partido de semifinales y no queríamos fallar. Ahora estamos en una posición muy difícil para nosotros, porque es medianoche y jugamos a las 6 pm mañana", argumentó Collet.

El desgaste de los jugadores franceses condicionará sobremanera el partido del tercer y cuarto puesto. Lituania, que perdió ante Estados Unidos en la otra semifinal celebrada el jueves, contará con exactamente 33 horas de descanso, 15 más que sus rivales y con un día entremedio para pensar, preparar y recuperar. La diferencia es enorme y la injusticia ha marcado completamente este partido.

"No me acuerdo desde que era jugador que dos semifinales no se jueguen el mismo día, para mí es la primera vez, Normalmente se juega el mismo día para tener la misma oportunidad", afirmó Collet.

En esta ocasión, en la FIBA han primado los intereses que van más allá del deporte y la competición. Los suculentos beneficios televisivos han parecido suficientes para que la federación haya usado dos días para la disputa de las semifinales. Se vuelve a demostrar que una organización que debería hacer primar la justicia en el básquetbol se ha olvidado de defender los intereses de uno de sus equipos, todo ello después de haber creado una fase de grupos prohibitiva donde todos los conjuntos jugaron cinco partidos en seis días.

La medalla de bronce del Mundial de España estará contaminada con una decisión que perjudica a Francia, pero que desprestigia a la FIBA.