Guillermo Celis 10y

Cardenales de nuevo en su ambiente

SAN LUIS, Missouri -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": la última semana de la campaña regular ha llegado, y en la ciudad del Arco de la Puerta al Oeste, celebran el haber conseguido el boleto a la postemporada por cuarto año consecutivo.

Los Cardenales siguen demostrando que son una organización de elite en las Grandes Ligas y que sus métodos de trabajo en cuanto a la formación de peloteros, pueden sobreponerse a "fatalidades" tales como perder a Albert Pujols y al propio Tony LaRussa.

Cuando ambos salieron de la organización tras la temporada del 2011, parecía que años difíciles vendrían en San Luis, pero Mike Matheny ha llevado a los pájaros rojos a los playoffs en cada una de sus tres primeras campañas, mientras Pujols apenas en el 2014 ha podido hacer lo propio con los Angelinos, sin que su ausencia se resienta del todo en el Busch Stadium.

La base del éxito de San Luis sigue siendo la formación de lanzadores en las granjas. El equipo siempre tiene un "as" para tomar la batuta, pero rodeado de mucho talento que en cualquier momento es capaz de tomar la estafeta. Hoy Adam Wainwright se destaca como el número uno. Tomó el lugar que Chris Carpenter dejó a su retiro, pero si revisamos la historia en los años recientes de los Cardenales, la sucesión siempre ha estado garantizada.

Y no es solo el contar con ese estelar, sino rodearlo de mucho talento. A Wainwright lo acompaña gente como Lance Lynn, quien desde el inicio del 2012 hasta la fecha tiene la tercera mayor cantidad de victorias en la Liga Nacional (48), solo detrás precisamente de Wainwright (52) y Clayton Kershaw (50), los dos mejores lanzadores de esta era en el viejo circuito.

Michael Wacha no se queda atrás y si el mexicano Jaime García sí se ha quedado corto, no es por falta de calidad, sino por los problemas de lesiones que lamentablemente lo han aquejado a lo largo de su carrera.

La rotación que Matheny es capaz de hacer con sus peloteros de posición es increíble por la cantidad de buenas opciones con las que cuenta, y a las que se siguen sumando nombres de peloteros jóvenes con mucho talento. Kolten Wong finalmente está desarrollando lo que de él se esperaba, Randal Grichuk ha comenzado a repartir palos y Oscar Taveras va dejando poco a poco sus problemas iniciales tras un breve regreso a las menores.

Jon Jay, distinguido siempre por su velocidad y su gran defensiva, ahora coquetea ya con los .300 de bateo, situación que había sido el principal problema a lo largo de su carrera, y le ha dado a Matheny una gran posibilidad de utilizarlo como primero en el orden cuando Matt Carpenter no esté disponible. La llegada de Jhonny Peralta le ha dado estabilidad a la posición de campocorto que tantos dolores de cabeza les ha propinado en San Luis desde la salida de Rafael Furcal, ya que no solo ha cumplido con el guante, sino con 21 batazos de vuelta completa en lo que va de la campaña.

Se pueden hablar maravillas del elenco, de las opciones, de la juventud y las facultades de todo este grupo de peloteros, pero no queda ninguna duda de que esta novena no sería la misma si no contara con Yadier Molina en la receptoría. Ya todo el mundo sabe que el puertorriqueño es el alma del equipo, que las aspiraciones de alcanzar la Serie Mundial dependen de la salud del boricua y que con un Yadier en buenas condiciones, los Cardenales tienen que ser favoritos.

La historia se ha repetido este año. Molina estuvo fuera tras una fractura en el pulgar barriéndose en tercera base, y justamente a su regreso, los pájaros rojos pudieron repuntar, atacar a los Cerveceros, bajarlos del primer lugar y conseguir su cuarto boleto a postemporada consecutivo.

Ahora sabemnos que con la experiencia del "Yadi", su liderazgo y personalidad, y sobre todo, su capacidad de dirigir a los lanzadores jóvenes de la organización, los Cardenales son serios contendientes a regresar al Clásico de Otoño.

^ Al Inicio ^