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Cómo está de apretada la Conferencia Oeste. La tarea de mantener la estela de equipos como Golden State Warriors (23-3), Memphis Grizzlies (21-7), Houston Rockets (20-7), Dallas Mavericks (20-9) o Los Angeles Clippers (19-9) es ardua, y el lograrlo tiene un gran mérito. Entre este grupo de excelencia se encuentra Portland Trail Blazers, otro de los planteles que están dando mucho que hablar en este primer cuarto de la temporada regular de la NBA. Hacer frente al elenco formado por LaMarcus Aldrige (22.8 ppj y 10.7 rpj), Damian Lillard (21.3 ppj, 6.1 apj y 1.5 robos), Robin Lopez (9.6 ppj, 7.2 rpj y 1.5 bloqueos), Wesley Mathews (15.9 ppj), Nicolas Batum (8.6 ppj, 5.3 rpj y 5.1 apj), Steve Blake (4.9 ppj y 4.2 apj) y el resto de los jugadores del conjunto dirigido por Terry Stotts es un reto logrado por muy pocos. Todos y cada uno de los componentes de la plantilla está por la labor de hacer época. El año pasa supuso un antes y un después en la historia reciente de una franquicia que fue capaz de ganar el campeonato en 1977, pero que en las últimas campañas no fue capaz de pasar de la primera ronda de playoffs en las seis ocasiones en las que se clasificaron en los últimos 13 años. Entonces llegó la eclosión de Lillard -Novato del Año en 2013- un jugador que más allá de que alcance 22.8 puntos por cada 100 posesiones esta temporada, tiene la capacidad para asumir la responsabilidad en los momentos más tensos. A quién no dejó boquiabierto con aquel triple sobre la bocina que le dio el pase a la semifinales de Conferencia tras derrotar a Houston Rockets en primera ronda. Venían de una serie con seis juegos en tiempo extra y Portland se clasificó a Semifinales de Conferencia por primera vez desde el año 2000. Allí cayeron contra los vigentes campeones, San Antonio Spurs. 
El lunes no pudieron repetir la machada ante los Rockets (cayeron 110-95 en un juego en el que no pudieron lograr su sexta victoria al hilo contra los texanos ni la vigésima en 22 juegos). El martes, tuvieron que llegar a un tiempo extra para vencer a un Thunder diezmado por la ausencia de Kevin Durant. Sin embargo, el gran comienzo que están llevando a cabo esta temporada elimina toda posibilidad de que lo que lograron el año pasado se tratara de un espejismo. Siguen enfilados a llegar alto gracias al poderío en su feudo (12-2) y a un juego de lo más equilibrado en ambos lados de la cancha.
Defienden el perímetro mejor que ningún otro equipo (sus contrincantes tienen un 29.8 por ciento de efectividad de media por partido), son correosos y provocan 12.7 pérdidas por cita, son sólidos en la pintura y se trata del plantel que más rebotes agarra por juego (46.6 rpj, 11.6 ofensivos y 35.9 defensivos). La combinación de todo ello les convierte en la cuarta defensa más férrea de la liga (cuarta posición con una permisividad de 96.7 ppj encajados). Siendo la defensa su mayor fuerte, en el aspecto ofensivo, con Aldrige, Lillard y Mathews a la cabeza, los Blazers están haciendo los deberes. Séptimos de la liga en puntos anotados (103.5 ppj), su efectividad en los tiros de campo (45.5 por ciento) y en los lanzamientos de tres (36.5 ppj) ponen a guinda al pastel a un movimiento del esférico fluido (23.9 apj en conjunto) que demuestra que este joven grupo se conoce a la perfección. Portland es a día de hoy un serio candidato para llegar a las Finales de la Conferencia Oeste y están poniendo fin a 2014 como primeros de la División Noroeste por delante de Oklahoma City Thunder. Sin embargo, más allá de los números, de las estadísticas y las posiciones, lo que está marcando la pauta en el equipo es la cohesión de sus piezas y el entendimiento de unos jugadores que saben lo que quieren. La determinación está siendo clave para los Blazers.
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