BUENOS AIRES-- El 2014 podrá quedar marcado en la historia por el año en el que Los Pumas lograron el salto que tanto se esperaba. Desde 2012, con el ingreso al Rugby Championship, las ansias por ese primer triunfo fueron creciendo. Si bien se estuvo cerca, no se había conseguido. Pocas victorias se lograron en ese tramo final de Santiago Phelan al mando del seleccionado. Pero en esta temporada, no sólo llegó la alegría en el RC contra Australia, sino también un golpe memorable en París que ilusionó todavía más de cara a la Copa del Mundo de Inglaterra 2015.
El salto no fue sólo en los resultados. El balance en ese rubro no fue positivo, porque hubo tres victorias y nueve derrotas. Aunque ganarle a Wallabies y Francia, y también a Italia, en tres de los últimos cuatro duelos del año, dejó un saldo positivo.
Pero si uno mira el juego ahí fue el gran escalón que se subió. Los Pumas, con intérpretes diferentes, siempre mantuvieron la misma idea: atacar y animarse a jugar. A veces salió mejor, como frente a Sudáfrica en Salta, los últimos minutos en Gold Coast o en Mendoza ante Wallabies, y otras veces no tanto, como con los All Blacks en Napier o Escocia en Edimburgo.
La idea de Daniel Hourcade llegó a los jugadores. A los referentes como Agustín Creevy, Juan Fernández Lobbe o Juan Martín Hernández, y también a los de sus entrañas y que más tiempo pasaron con él en Pampas, como Martín Landajo, Tomás Cubelli, Nicolás Sánchez o Jerónimo de la Fuente. Se vio un equipo, como hacía tiempo no pasaba. Siempre, tanto adentro como afuera de la cancha.
La defensa también fue un punto alto, aunque hubo llamados de atención. Pero se fue aprendiendo de los errores sobre la marcha y trabajando semana a semana.
Y por sobre todas las cosas, apareció el recambio que tanto se anhelaba. El PlAR dio sus frutos en este 2014. Los jóvenes como Facundo Isa, Tomás Lezana, Tomás Lavanini y Jerónimo de la Fuente ya son una realidad. También esos que hace tiempo querían su chance en el máximo nivel la aprovecharon como Santiago González Iglesias y Joaquín Tuculet, uno de los mejores de la temporada. La competencia puesto por puesto promete ser pareja y luchada hasta el final de la preparación para el Mundial. Hourcade le encendió la ilusión a muchos, porque dio oportunidades, algo que no siempre sucede.
El 2014 no fue un año más para Los Pumas. Hubo cambios y de peso, como en la capitanía, que tomó Agustín Creevy, y en el estilo de conducción con Hourcade a la cabeza. La mira se puso en el Mundial y en lo que viene después con el Super Rugby. Y los jugadores, respondieron.
El 2015 promete ser mejor. Y ya llega...