Luis Enrique, hombre clave del Clásico

BARCELONA -- Luis Enrique Martínez, quien este domingo cumplirá 250 partidos desde que comenzó a entrenar al Barcelona B en la temporada 2008-09, suele decir "no me reconozco" cuando ve una fotografía de su etapa como futbolista del Real Madrid, con el que disputó 241 encuentros entre 1991 y 1996, antes de tomar el camino hacia el Camp Nou.

El asturiano conoce bien la idiosincrasia del Barça y ha convertido aquellos cinco años de su carrera en invisibles, por mucho que hubo un tiempo en que fue un personaje de culto para la hinchada más radical del Real Madrid y especialmente odiado en Barcelona, especialmente sensible a ese carácter guerrillero del que siempre hizo gala. También después.

Olvidado en el tiempo permanece el Clásico del 7 de enero de 1995, cuando el Real Madrid le devolvió en el Bernabéu el 5-0 de un año anterior en el Camp Nou. Luis Enrique, que había sufrido aquella noche de Romario en 1994, fue protagonista especial en la revancha, marcando uno de los cinco goles del Real Madrid, que celebró de manera efusiva en sus mejores días como madridista. Nada hacía pensar lo que ocurriría tiempo después.

Ocurrió que a mediados de la temporada 1995-96, en diciembre de 1995, Valdano, con quien había ganado la Liga el curso anterior jugando 35 partidos, le apartó del equipo al cabo de dos meses en que su relación se había roto a partir de no convocarle para un partido en Albacete. "A nivel personal esto clarifica bastante mi futuro; tengo las cosas, claras y hablaré con mi representante a ver qué tengo", explotó Luis Enrique aquel 27 de octubre de 1995, sin sospechar lo que iba a ocurrir en los siguientes meses.

El cese de Valdano en enero de 1996 provocó que Arsenio Iglesias, su sucesor, volviera a contar con él, pero para entonces el asturiano ya tenía tomada la decisión de abandonar el Madrid y aunque se especuló con un regreso al Sporting de Gijón la bomba estalló el 21 de marzo, este sábado se cumplirán 19 años, cuando Luis Enrique fue descubierto en una clínica de Barcelona, a la que acudió a pasar reconocimiento médico con el Barça.

Al acabar la temporada, con doblete histórico del Atlético de Madrid de Radomir Antic, el asturiano firmó un contrato de cinco años con el club azulgrana y a partir de ahí el odio que había despertado en el Camp Nou se trasladó de inmediato al Bernabéu.

Luis Enrique, convencido por un Cruyff que nunca pudo dirigirlo al ser despedido por Núñez en mayo de aquel año, se ganó de inmediato el favor de la hinchada barcelonista y acabó por ser el capitán del equipo, tomando parte en 333 partidos durante ocho temporadas y retirándose en 2004 con todos los honores en el centro del Camp Nou.