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San Lorenzo: una existencia de gloria

BREST (Francia) -- Pocas cosas extraño más en la vida que a mi querido San Lorenzo, el club del barrio donde vive mi amado hijo. San Lorenzo, un grande de América, el año pasado se trepó a lo alto de su dulce historia y se consagró campeón de Anérica. Y la final por el Mundial de Clubes ante el Real Madrid la perdió por muy poco.

En estos días, San Lorenzo cumple 107 años, sin duda, muchos. Es una existencia de gloria. Por eso, va mi gran saludo a todos sus hinchas. San Lorenzo cuenta con hinchas importantes. Vigo Mortensen, Fabián Casas, el Papa Francisco y muchos hinchas más.

Hoy es día de fiesta que debe ser más importante que cualquier resultado. La camiseta, como bien decía el Bambino Veira se lleva en el corazón y el corazón jamás es resultadista. Además, en el fútbol, se puede ganar y se puede perder. Pero, ¿qué importancia tiene esto ante la presencia de un gran amor?

El fútbol es ante todo un gran acto de amor. Dios inventó la pelota para que podamos relacionarnos mejor y creo que es su gran invento. Dios nos dio la posibilidad de un Maradona, un Messi, un Bambino Veira, un Gallego Gonzalez, un Ortigoza y tenemos que estar orgullosos de nuestro fútbol.

Con sus problemas, su violencia, sus contradicciones, no hay nada mejor que el fútbol argentino. De esto me doy cuenta ahora, viendo los partidos de la Liga de fútbol francesa. Los franceses juegan al fúbtol como si jugarán al tejo, no tienen la pasión que requiere un partido de fútbol. Por eso, lideran las canchas jugadores como Lavezzi o Pastore. En el fútbol francés falta pasión.

Hoy, más que nunca, recuerdo aquel cabezazo del Gallego Gonzalez, el día posterior a la muerte de su padre y la obtención del título. Eso es el fútbol, eso falta en Francia, ningún jugador entraría a la cancha como lo hizo el Gallego, eso genera San Lorenzo de Almagro. Por eso creo, que se puede ganar o se puede perder. Pero lo que nunca se puede perder es el encanto.

Y a San Lorenzo le sobra encanto para mover el cuerpo, para pelearle esta noche al San Pablo y a quien sea. El Cuervo es un grande de América y no va a perder el día de su cumpleaños y si pierde, porque también es lógica la derrota, lo hará sin perder su cuota de humildad y pasión.

Queridos lectores, creo que ser hincha de Boca, de River, de Independiente es una gran idea, está excelente enamorarse de estos grandes clubes. Pero ser hincha de San Lorenzo es algo que va más allá del simple hecho de serlo. Ser hincha de San Lorenzo es no perder el encanto, seguir vivo, seguir de pie y ganador más allá de cualquier derrota.

Estamos en democracia y en este país, por suerte, se pueden decir muchas cosas. Entonces diré solo una, "siento una gran envidia por no ser hincha de San Lorenzo". Feliz cumple, campéon, no te vayas nunca.