BUENOS AIRES -- Los dos días de acción de ida de cuartos de final de la UEFA Champions League tuvieron desarrollos muy distintos: una primera jornada de encuentros cerrados y con apenas un gol, contra una segunda con marcadores abiertos y ocho anotaciones.
Hay un punto clave que explica la cantidad de goles que se anotaron el miércoles y la amplitud de las victorias de Porto y de Barcelona: la ausencia de protagonistas clave del lado de sus derrotados, Bayern Munich y París Saint Germain respectivamente.
Estamos hablando de dos de los planteles más profundos del fútbol mundial, pero aun así, cuando entran los suplentes, se nota la diferencia. Y quizás no por jerarquía individual, sino por funcionamiento colectivo, ya que cambiar a esta altura de la temporada una pieza hace que toda la estructura se resienta.
De cualquier manera, eso no indica que todo este dicho. En el caso de Barcelona-PSG probablemente sí, pero para Bayern ganar por dos goles de diferencia o más en su casa no es una tarea imposible ni mucho menos.
PARIS SAINT GERMAIN 1-3 BARCELONA
Estuve en el estadio para el partido y lo que parecía probable antes del encuentro se convirtió en realidad. Si a cualquier equipo del mundo le plantean que tiene que enfrentar al Barcelona pero contando solamente con el 50% de su capacidad, seguramente entre al campo sabiendo que lleva las de perder. En esa condición enfrentó el partido de ida el PSG.
Claramente el equipo no fue el mismo que eliminó al Chelsea. No tener a un goleador como Ibrahimovic siempre disminuye las chances, pero los problemas fueron de menor a mayor a medida que se retrocede en las líneas del PSG.
Sin Lucas para la generación, y sin Motta ni Verratti, la clave para ganarle el mediocampo a los ingleses, esta vez esa batalla se perdió. Y con la salida de Thiago Silva y el ingreso de un David Luiz que no estaba en condiciones de afrontar un duelo así, se terminó de descalabrar la defensa.
Barcelona tuvo el partido siempre a su disposición y quizás hasta tardó un poco en liquidarlo. Tuvo que esperar a que se conectara Suárez, que arrancó bajo y se terminó soltando con dos golazos, para sacar una diferencia más realista.
Para PSG el panorama se ve complicado. Después de ganarle al Marsella, eliminar de la Copa al Saint Etienne y consagrarse en la Copa de Liga, de repente ve que se le alejan los dos objetivos realmente importantes del año: la Champions y una liga en la que el Lyon se le puede alejar.
Laurent Blanc tendrá que tomar una decisión difícil el fin de semana: con un plantel diezmado, ¿cuidará a sus mejores hombres para la revancha en Camp Nou o preferirá apuntarle todos los cañones al campeonato local? En unos días tendremos la respuesta.
PORTO 3-1 BAYERN MUNICH
Si con PSG se sabía de antemano que la falta de titulares era un factor de peso, con Bayern Munich se podría haber pensado que no lo iba a ser tanto. La jerarquía de los reemplazos, con dos campeones del mundo como Götze y Müller en el lugar de Robben y Ribery, hacía pensar que no se resentiría el funcionamiento colectivo.
Pero eso no fue así: Götze no tuvo peso por fuera y terminó dominado por su marcador, mientras que Müller no tiene la velocidad como para desequilibrar. Sin llegada por afuera y ausente el empuje de Schweinsteiger desde atrás, Bayern no tuvo peso ofensivo. Y como decíamos arriba, un equipo es más que la suma de individualidades: cambiando figuras por figuras no se garantiza que el funcionamiento colectivo sea el mismo.
Del lado del Porto, Jackson Martínez tuvo un partido tremendo de principio a fin. Desde la jugada que causó el penal en el arranque hasta su gol, fue una pesadilla para los rivales y jugó de manera consagratoria. Fue una de esas actuaciones que por sí sola puede terminar mereciéndole un pase hacia uno de los grandes del continente.
Un último detalle: si el árbitro español hubiera expulsado a Neuer en el penal, el resultado podría haber sido mucho más abultado. Tras la vuelta sabremos si ese fallo fue decisivo.
ATLÉTICO MADRID 0-0 REAL MADRID
El marcador en cero no refleja lo que pasó en el partido, donde ambos equipos tuvieron chances de anotar. Principalmente el Real Madrid, que convirtió en figura al arquero del Atlético Oblak.
El esloveno se está mostrando como un digno reemplazante de Courtois, quien fuera un baluarte en las pasadas temporadas. Porque más allá de que los delanteros del Atlético son jugadores de primer nivel, el fuerte del equipo de Simeone está atrás.
En ese sentido, fue extraño ver a un Atlético Madrid que no tuvo la misma seguridad defensiva que en otras ocasiones. Le crearon demasiadas situaciones de gol, sobre todo en los primeros 45 minutos. A su vez, tuvo oportunidades de llevarse una victoria que, dado el desarrollo del partido, hubiera sido injusta.
En definitiva, ahora son siete los partidos de la temporada en los que el Real no le pudo ganar al Atlético. Y el panorama para la revancha está totalmente abierto.
JUVENTUS 1-0 MONACO
Por último, el partido de Turín dejó muy poco el análisis. La Juventus fue un poco más pero terminó ganando por un penal que solamente vio el árbitro.
De cualquier manera, la Juve sigue ganando confianza. Y por su estilo, se siente a gusto jugando de visitante, como lo hará la semana que viene. Por el contrario, al Mónaco le cuesta demasiado ganar de local, donde solamente lo hizo una vez en las últimas cinco ocasiones. Mantiene sus chances, pero tendrá que ser efectivo de entrada para poner a su rival contra las cuerdas.
Eso nos deja con tres series de cuatro abiertas, con la particularidad de que el fin de semana, además, varios de los protagonistas de la Champions también se juegan su suerte en sus respectivas ligas. Estamos en medio de una semana decisiva para equipos y técnicos en las que más de uno se puede quedar con las manos vacías.
Felicidades.