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Prigioni confía en golpe de efecto

LOS ÁNGELES -- La manera en la que Houston Rockets venció el Juego 6 en el Staples Center ante Los Angeles Clippers fue tan heroica como sorpresiva. El propio Pablo Prigioni indicó que nadie esperaba una remontada tan efectiva en la que el equipo tejano fuera capaz de sobreponerse a 19 puntos en contra. Sin el base argentino ni James Harden en el quinteto que certificó el arreón final en el último cuarto, los Rockets lograron un parcial de 47-18. Esta diferencia de 37 puntos, este cuarto periodo aciago para los angelinos supuso un varapalo que podría determinar el último partido.

"Veremos cómo ellos reciben este golpe porque ha sido un golpe para ellos", afirmó Prigioni al finalizar la cita después de firmar tres asistencias, tres rebotes y ningún punto en 15 minutos de juego. "Tampoco nosotros podemos excedernos en confianza. Faltan tres días para ese juego. Así que hay tiempo para descansar y va a ser un partido muy bonito de jugar. Es pasar o ir a casa, no hay otro partido así que va ser un buen espectáculo", confesó.

El próximo domingo ambos planteles se volverán a ver las caras en el juego decisivo, el que acabará por determinar si los californianos son capaces de llegar a su primera final de la Conferencia Oeste de su historia o los Rockets de romper los pronósticos. Llegaron a ir perdiendo la serie por 3-1 después de caer con estrépito en los Juegos 3 y 4. Un cuarto les valió para regresar a la senda del triunfo este jueves. La insistencia y la fe les dieron un empujón para lograr el objetivo.

"Como se dio el juego todavía estoy un poco sorprendido. Es lo que tiene el básquet. Quizás ellos cuando sacaron 20 puntos de diferencia pensaron que nosotros nos quebrábamos, que el partido se había terminado. Volvimos y lo del último cuarto fue una exhibición defensiva nuestra pero también cómo se bloquearon ellos también. Se ha ido a dos extremos, nosotros a defender excelente y empezar a anotar tiros, ellos se bloquearon y se les fue el partido. Creo que fue algo más mental aparte del gran trabajo de los chicos que estuvieron jugando", argumentó.

Y es que mientras los locales se desinflaron, los visitantes agarraron oxígeno y una moral que les llevará a afrontar el último compromiso con la confianza que les faltó en algunos juegos de esta serie. El factor público también será fundamental para los intereses de la franquicia tejana.

"El partido pintaba mal, los que estaban en la cancha hicieron trabajo fantástico, sin ningún miedo a nada, a empezar a defender a ser valientes en ataque y creo que ha coincidido ese punto de que no teníamos nada que perder con un exceso de confianza de ellos", apuntó.

"Encantado de volver a casa y poder cerrar la serie ante nuestro público. Eso se firma, el poder jugar una final de conferencia, un partido decisivo en casa se firma y se va y se juega y se disfruta y ojalá que podamos avanzar. Ellos van a reflexionar, irán con todo a echar el resto, nosotros también. Salimos bien, sabiendo que el equipo tiene capacidad para ganarles y con eso y nuestro público es una buena combinación para ganar el séptimo juego y pasar a la final de conferencia", agregó.