Martín Urruty 9y

Justo a tiempo

ESLOVAQUIA -- Siempre hay tiempo para remediar un error. Nico Rosberg lo encontró en la largada del Gran Premio de Austria, octava fecha de Fórmula Uno, acaso la única ocasión propicia para cambiar el orden en el circuito ahora llamado Red Bull Ring. El alemán aprovechó como no lo había podido hacer en clasificación, cuando su compañero Lewis Hamilton se despistó en el inicio de la última vuelta rápida y le dejó servida la oportunidad para que marcara la pole position, pero Rosberg la estropeó al despistarse en el último viraje, a punto de cerrar el mejor giro.

Hamilton tuvo una salida mediocre desde la pole, por la calle más transitada del circuito, que en el caso de la pista en Spielberg es la externa. Quiso corregirla corriéndose hacia el medio para bloquear a Rosberg, pero el alemán ya estaba a su lado y llegó antes a la curva inicial. A partir de ese momento, el subcampeón gestionó con eficiencia cada desafío que se le presentó en Austria. Rosberg aprovechó también la tempranísima neutralización del auto de seguridad -debido al choque de Kimi Räikkönen y Fernando Alonso- para evitar el ataque inmediato de Hamilton, fue astuto en el relanzamiento y manejó el ritmo de la competencia.

Con neumáticos más duros que en 2014, aún cuando las versiones provistas por Pirelli fueron blanda y súper blanda, se había pronosticado que la mayoría optaría por una parada durante las 71 vueltas del recorrido. La pista remodelada por la compañía Red Bull tiene sólo nueve curvas, dos de ellas a la izquierda, y la exigencia para las gomas es baja. Y ese fue el plan mayoritario, lo cual le dejó a Hamilton una única ocasión para intentar recuperar lo perdido en la partida. Sin embargo, no pudo aprovechar la parada de Rosberg en boxes. Cuando el inglés cumplió con la suya, volvió a quedar atrás del alemán. Como si fuera poco, al salir y reincorporarse a la pista pisó la línea blanca que marca el límite y los comisarios lo penalizaron con cinco segundos de recargo en su tiempo de carrera. Eso le firmó el certificado de defunción a su postulación al triunfo. Para lograr su quinta victoria del año, el campeón necesitaba superar a Rosberg y sacarle más de cinco segundos.

Detrás del dúo de Mercedes, Williams fue el ganador y Ferrari, el perdedor. Sin opciones de apurar a los Mercedes a pesar del buen rendimiento mostrado en entrenamientos, Sebastian Vettel marchó solo en el tercer lugar durante buena parte del recorrido hasta su parada en boxes para quitar los súper blandos con los que largó y colocar los blandos con los que remató la competencia. En ese lance, la Scudería penó para ajustar la rueda trasera derecha, lo cual le costó un extra de al menos diez segundos al cuádruple campeón. Al final de cuentas, sin esa pérdida hubiese terminado adelante de Felipe Massa y quizá hasta apurado para aprovechar el recargo a Hamilton.

Massa sacó provecho de la falla de Ferrari para hacer en boxes lo que no pudo en pista, cuando apuró en la partida: pasar a la Ferrari. El brasileño sufrió en las últimas vueltas, en las que Vettel lo acosó más en los relojes que en el circuito. Pero resistió. El motor Mercedes-Benz de su Williams fue un buen aliado para contrarrestar a la Ferrari que atacaba con el alerón móvil. El subcampeón 2008 logró su primer podio de la temporada, el 40° de su campaña y volvió a poner a Williams entre los tres primeros en Austria, como el año pasado había hecho su compañero finlandés Valtteri Bottas.

Apenas una semana después de su histórico triunfo -como debutante- en las 24 Horas de Le Mans, el alemán Nico Hülkenberg concluyó sexto con el Force India, en la despedida de esta versión del chasis. El equipo, se recuerda, anunció que contará con nuevos modelos a partir del próximo Gran Premio en Silverstone. Hülkenberg fue el último piloto en la vuelta del ganador y la cosecha de Force India resultó doble: el mexicano Sergio Pérez se repuso de la mala clasificación y anotó también con el noveno lugar.

El otro latinoamericano hispanoparlante, el venezolano Pastor Maldonado, sumó por segunda carrera consecutiva. Como en Canadá, el venezolano terminó séptimo. Fue el único Lotus que completó el Gran Premio. Maldonado, quien se había quedado en la puerta del último corte clasificatorio, perdió lugares en la partida pero se repuso y gestionó con eficacia los neumáticos y el ritmo en carrera. No sin susto terminó superando a Max Verstappen en plena recta, con el Lotus casi descontrolado al salir de atrás de la cola del Toro Rosso, y unos giros después de otro aparatoroso derrape, pero terminó capturando el séptimo lugar con el Lotus-Mercedes. Los motores alemanes ocuparon seis de los primeros siete puestos: Vettel, con Ferrari, fue el intruso.

Ferrari lleva dos carreras seguidas regalando el último escalón del podio. Räikkönen entregó con un trompo el de Canadá. Vettel cayó en Austria debido al problema en la parada en boxes. El finlandés, que había quedado preso de una falla del equipo en clasificación, cuando lo hicieron ir a pista sin tiempo suficiente y no pasó el primer corte, salió mal de la segunda curva en medio del pelotón, patinando, y terminó enganchado por Alonso, cuyo McLaren se montó peligrosamente sobre la trompa de la Ferrari y los campeones concluyeron incrustados contra las vallas de contención. Vaya manera de cerrar un fin de semana de penurias, en el que Alonso había acumulado ¡25! lugares de penalización en la grilla por el cambio de distintos elementos de la unidad motriz Honda, que sigue combinando falta de rendimiento y confiabilidad. Siempre hay tiempo para enmendar errores, pero en el hasta ahora fiasco McLaren-Honda esos tiempos están volviéndose tensos.

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