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"Romero es arquero de Selección"

SANTIAGO (Enviado especial)-- A horas de la final de la Copa América, Gustavo Piñero todavía sigue sorprendido. Lo evidencia en cada respuesta. Siente orgullo de formar parte del cuerpo técnico que encabeza Gerardo Martino.

El entrenador de arqueros de la Selección argentina charló mano a mano con ESPN.com sobre el andar del equipo en la Copa América, el gran momento de Sergio Romero, los que buscan un lugar bajo los tres palos y sobre el fútbol que le tendría que "gustar a todos".

- ¿Cómo llevás esta experiencia en la Copa América?
- Es maravillosa. La experiencia más grande es estar trabajando con Gerardo Martino. Gracias a Dios tuve la posibilidad de estar trabajando en el Mundial 2010 y conocí a muchos de los chicos, pero estar al lado del Tata es increíble. Cómo me han incorporado, cómo es como persona, cómo trabaja y el fútbol que pregona que es el que nos tendría que gustar a todos. A veces podrá salir bien, a veces mal, pero le está tratando de dar una identidad al fútbol argentino que habíamos perdido. Tendríamos que hacer fuerza entre todos para recuperarla, porque tenemos jugadores para eso.

- ¿Cómo fue tu primera llegada a la Selección?
- A Chiquito (Romero) lo entrené desde los 15 años. Lo preparé para las Eliminatorias a las escondidas, sin que nadie sepa, y lo seguí entrenando con vistas al Mundial. Y en un momento le habían dado una lista de entrenadores a Diego (Maradona), le gustó mi perfil y optó por mí. Llevaba 10 años en Racing, había trabajado con Timoteo Griguol en Gimnasia, tenía mi experiencia pero nunca pensé que me iba a llegar esa oportunidad.

- ¿Cuándo te llamó Maradona pensaste que te estaban cargando?
- Cuando me sonó el teléfono fue así: "Hola Gusti, soy Diego". "¿Qué Diego?", pregunté. Cuando me respondió "Maradona" estaba esperando de quién era la broma. Me sorprendió mucho, como me sorprendió el llamado del Tata. No dejo de asombrarme día a día. Es gente como yo, común y corriente. Y me siento feliz de estar acá.

- ¿Cómo fue la evolución de Sergio Romero?
- La evolución es lo que vemos. Un arquero con dos Mundiales, dos Copa América, un campeonato Sub-20, unos Juegos Olímpicos. Eso es Chiquito Romero. Creció en la medida que fue ganando y mostrándose al mundo. Un arquero que vino con poca continuidad y tuvo un nivel superlativo. Es un arquero de Selección. Fue el proyecto nuestro en Racing. Lo pensamos como un arquero a 10 años y me duró 4 partidos. El proyecto fue muy corto.

- ¿Fuiste su descubridor?
- La historia fue así: cuando era el entrenador de arqueros de (Ubaldo) Fillol, el Pato me pidió incorporar a un arquero de las divisiones inferiores. Le dije que viera a todos los demás, pero le aclaré que Chiquito era el mejor, aunque era de sexta división. Y como chiste me respondió: "Si no juega bien, te echo". Me la jugué por él, se lo llevé, lo vio y me dio la razón. Lo terminó superando en presencias en la Selección, pero debe ser el más contento porque él lo mantuvo en Primera división.

- ¿Cuánto tiempo se puede estar sin continuidad?
- Se sostiene cuando jugás de esta manera, cuando tenés la cabeza que tiene Chiquito. Si no, no es fácil. Hay cosas que uno va viendo y cuando te encontrás se las tratás de transmitir. Por ejemplo, el tema espacio-tiempo para el juego aéreo, el juego con el pie o el hecho de jugar afuera del arco, todas cuestiones que fuimos superando. Uno se lo marca y lo entrena. El que lo hace es él. Terminemos con esto de los entrenadores de arqueros que se sienten protagonistas. Nosotros fuimos arqueros alguna vez, en mi caso regular o malo, me dediqué a esto y trato de hacerlo lo mejor que puedo. Gracias a Dios me fue muy bien y trato de colaborar analizando todo lo que creo que les falta a arqueros de nivel mundial.

- ¿Qué nivel de arqueros tiene Argentina?
- Es muy bueno. Mariano (Andújar) vino a acompañar después de su operación y eso demuestra qué tipo de grupo es este. El Patón (Nahuel) Guzmán está en un nivel superlativo. Agustín Marchesín fue campeón, salió elegido el mejor jugador de la liga mexicana. ¿Qué más se puede pedir?

- ¿Y cómo se hace para mantener motivados a los que no juegan?
- Yo hablo mucho con ellos al igual que con Gerónimo Rulli, Willy Caballero y los arqueros que fueron convocados desde que llegué. Las cosas están claras, hay distintas competencias y todos van a ser tenidos en cuenta. Ellos tienen que saber que les va a tocar el momento. Hay que seguir rindiendo, entrenando, jugando y esperar.

En su momento lo hablé con Agustín (Marchesín), me dijo que le dolía quedarse afuera porque estaba en un gran momento, pero sentía orgullo de estar entre los 30. Nunca sabés lo que puede pasar. Llegó con el bronceador debajo del brazo, porque estaba de vacaciones, y ahora está entrenando y para atajar cuando se lo necesite.

- Hay muchas expectativas puestas en Rulli...
- Gerónimo es el futuro de la Selección. Este torneo estaba muy cerca y se decidió por gente más grande. Es un gran arquero, al igual que Willy Caballero que es un profesional de lujo. Sólo pueden venir tres, si pudieran venir 10 yo estaría feliz...

- ¿Es difícil para un arquero adaptarse al juego que pretende Martino?
- Si bien uno tiene un estilo y queremos cuidar la pelota, puede pasar lo del debut con Paraguay. Parecía prácticamente ganado, llegaron tres veces e hicieron dos goles. A veces deberíamos ser mezquinos con el espectáculo y con el fútbol y revolearla, porque lleva tiempo de trabajo pararla y jugar. Mi trabajo es que tenga una buena recepción en el pase para dársela al compañero y lo preparo para que la tire a los lugares donde se van a mover los compañeros. Del resto se ocupa el Tata.

- ¿Cómo ves a los jugadores?
- Los veo convencidos, contentos con la propuesta. Los veo queriendo hacerlo. Ojalá tengamos un proyecto como el de Alemania, que lo sostuvieron y terminaron ganando un campeonato del mundo. Si logramos eso en nuestra Selección, no tengo dudas de que vamos a conseguir lo que buscamos.