La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.
MÉXICO -- Uno de los argumentos que se suele esgrimir para intentar explicar por qué el legendario Dan Marino nunca pudo ganar un Super Bowl tiene que ver con una supuesta falta de talento perpetua a su alrededor durante su carrera como mariscal de campo de los Miami Dolphins.
Esa explicación no sólo raya en el simplismo sino también es inexacta, comenzando por la línea ofensiva. Y nadie era más importante entre los protectores de Marino que el centro, Dwight Stephenson.
Stephenson fue, en pocas palabras, el mejor centro de la NFL.
Proveniente de la Universidad de Alabama donde el mítico entrenador en jefe Paul 'Bear' Bryant lo describió alguna vez como el mejor jugador de fútbol americano a quien jamás dirigió, un esbelto Stephenson llegó al Tide como ala defensiva, antes sacarle al All-America de segundo equipo Terry Jones el puesto de ancla de la línea ofensiva. Bryant decidió enviar a Jones al lado defensivo --jugaría ocho temporadas con los Green Bay Packers como tackle nariz-- mientras Stephenson escribiría su propia historia como uno de los mejores linieros ofensivos de la década de los '80s a nivel profesional.
Las mejores cualidades de Stephenson eran su excepcional inteligencia y una velocidad inusual que le permitían reaccionar oportunamente ante cualquier maniobra defensiva. Con Stephenson a la cabeza en las trincheras, los Dolphins fueron el equipo que menos capturas permitió a lo largo de seis temporadas consecutivas, de 1982 a 1987.
Stephenson fue invitado a participar en cinco Pro Bowls consecutivos, comenzando desde 1983, y durante esas cinco campañas, fue elegido al primer equipo All-Pro de la liga. Lastimosamente, la brillante carrera de Stephenson duraría poco.
En un partido frente a los New York Jets --la Semana 13 de la campaña del '87-- Stephenson se lesionó la rodilla y nunca más volvió a jugar al fútbol americano.
"Estábamos ganando en contra de los New York Jets. Teníamos el partido controlado e intentábamos correr para acabar con el reloj; quedaban como seis minutos por jugar", recordó Stephenson antelas cámaras de NFL Films. "El corredor empezó hacia la derecha, pero perdió el ovoide. El back defensivo lo tomó y empezó a correr hacia la zona de anotación, y yo tomé dos o tres pasos y alguien me golpeó y cuando me golpeó, me tomó totalmente desprevenido, y mi pierna quedó atrapada de un modo extraño. Irónicamente, el autor del golpe fue un ex compañero universitario de Stephenson en Alabama, el liniero defensivo de los Jets, Marty Lyons.
"Regresé y golpeé a Dwight Stephenson, un tipo al que amo, jugué a nivel colegial con él, le pegué en el pecho; él cayó y se lastimó la rodilla", dijo Lyons en 2013 al Yahoo! Sports. “Eso fue hace 26 años y miras hacia atrás tu carrera de preparatoria, tu carrera universitaria, tu carrera de, NFL, y te dices, ‘Si pudiera tener una jugada de vuelta’, esa sería la jugada que yo querría de vuelta. No que no lo hubiera golpeado igual porque no fue un golpe sucio, fue lejos del ovoide, fue arriba, fue a las hombreras. Simplemente desearía que los resultados fueran diferentes”.
En el momento, era imposible pensar que la carrera del mejor centro de la NFL había concluido. Más tarde, se encontró que al desplazarse un hueso de la rodilla con el golpe, éste cortó un nervio, afectando seriamente la pierna de Stephenson. El estelar intentó regresar al año siguiente, pero la rodilla no respondió.
"No pensé que mi carrera se había terminado", recordó Stephenson del momento fatídico. "Pensé que jugaría de nuevo".
Lyons, quien fuera el Walter Payton Man of the Year en 1984, hizo las paces con Stephenson, el Walter Payton Man of the Year en 1985. Ambos siguen siendo amigos. Pero siempre quedará flotando en el aire la pregunta de qué hubiera sido de Stephenson si su carrera no hubiera sido tan breve.
De cualquier manera, el poco tiempo que estuvo Stephenson con los Dolphins no le impidió dejar una marca indeleble en la historia de un equipo que ya contaba con un rico historial de talento a lo largo de la línea ofensiva, sobre todo considerando a Jim Langer, Larry Little y Bob Kuechenberg. Stephenson fue elegido al equipo ideal de la NFL para la década de los 1980s, y en 1994, se convirtió en el octavo miembro de un Cuadro de Honor de los Miami Dolphins que hoy cuenta con 26 miembros (además del equipo completo de la temporada invicta del '72).
Stephenson fue enaltecido al sagrado recinto de Canton, Ohio, como parte de la Generación 1998 del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, junto a Paul Krause, Tommy McDonald, Anthony Muñoz y Mike Singletary.