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Estabilidad en el backfield podría meter a postemporada a los Texans

DALLAS -- Los Houston Texans quieren completar el trabajo.

Los Texans se quedaron a un triunfo de sorprender a propios y extraños con boleto a la postemporada en el primer año de su nuevo entrenador Bill O’Brien. Terminaron 9-7 el 2014, en apenas la cuarta temporada en sus 14 años de historia que logran marca ganadora.

Este año, los Texans esperan acarrear el momento con una buena defensiva, como ha sido tradición las temporadas más recientes, pero también como se ha convertido en costumbre con un mariscal de campo bastante cuestionable en la titularidad y su mejor jugador ofensivo lastimado, al menos de principio.

Será complicado para los Texans competir en la Conferencia Americana por la postemporada. Incluso, en la División Sur es remoto pensar que destronarán a los Indianapolis Colts en el liderato.

Pero los Texans, con base en su defensiva, deberán mostrar progreso y estar en la conversación.

Los Texans añadieron talento. Llevaron al ex Patriot, Vince Wilfork, para quitarle algo de bloqueo al mejor jugador de la liga, J.J. Watt. El linebacker Brian Cushing está sano y tendrá cerca al novato Benardrick McKinney, para sumarse a la primera selección global del año pasado, Jadeveon Clowney.

LA FIGURA A SEGUIR
Nadie más trascendente y destructivo para las ofensivas por sí mismo que Watt.

El estelar defensivo regresa de un 2014 de ensueño en el que sólo le faltó anotar en equipos especiales. Llega de una campaña con 78 tacleadas, 20.5 capturas y anotó cinco touchdowns para ganar el nombramiento de Defensivo del Año, que para muchos debió ser el de Jugador Más Valioso de la NFL.

Un total de 29 de las tacleadas de Watt fueron para pérdida de yardaje y golpeó en 50 ocasiones al mariscal de campo contrario.

Watt jugará el segundo año de su contrato por 100 millones de dólares y aseguró que así anotara 100 veces, pero nada estará completo si falta a la postemporada.

En cuatro años en la liga, Watt ha jugado y abierto todos los 16 partidos de temporada regular.

AL QUE MÁS VAN A EXTRAÑAR ES A...
Andre Johnson. El mejor jugador ofensivo en la historia de la franquicia por fin se fue, luego de un par de años en que se sentía incómodo, por diversas razones, incluyendo la falta de mariscal de campo élite y más salario.

A pesar de todo, Johnson siguió como uno de los mejores receptores de la liga, posición en la que dejará un hueco sensible.

El principal aspirante a ocupar el trono texano de Johnson es el receptor DeAndre Hopkins, quien el año pasado sorprendió con 1,210 yardas. Sin embargo, atrás de Hopkins hay pocos nombres de respeto en la NFL. Firmaron en la agencia libre a Nate Washington y Cecil Shorts III, y reclutaron en el draft a Jaelen Strong y Keith Mumphery, en la tercera y quinta ronda, de manera respectiva.

Será difícil ver a los Texans sin Johnson por vez primera desde la temporada inaugural de la franquicia en el 2002. Y mucho más cómodo para las defensivas secundarias enemigas.

SERÁ UNA TEMPORADA EXITOSA SI...
Por fin encuentran estabilidad en un mariscal de campo competitivo y ganador en Brian Hoyer como titular.

Desde las épocas de David Carr hasta la temporada pasada cuando alguien les dijo que Ryan Fitzpatrick podría ser un quarterback titular en la NFL, pasando por los desperdiciados tiempos de Matt Schaub, los Texans han sufrido para establecer la posición.

El año pasado, cuatro mariscales de campo abrieron partidos como titulares, encabezados por Fitzpatrick y acabando con Ryan Mallett. Según el entrenador en jefe Bill O'Brien, Mallett recién perdió la competencia por la titularidad ante Hoyer.

En seis temporadas anteriores en la NFL, Hoyer, de 29 años, ha sufrido para establecerse y tampoco es un quarterback considerado élite, sin embargo la temporada pasada guio en siete triunfos a los Cleveland Browns.

Igual que Mallett fue uno de los suplentes en New England de Tom Brady antes de ir a Arizona y Cleveland, donde la campaña anterior abrió 14 partidos. Lanzó 12 touchdowns a cambio de 13 intercepciones con los Browns para terminar la campaña con índice de 76.6 puntos.

Será difícil, pero la única manera en que los Texans podrán competir por algo en serio es que Hoyer o Mallett tengan una temporada al menos aceptable.

PRONÓSTICO
La defensiva de los Texans es tan espectacular y tiene tanto talento que por sí misma puede ayudar a que este equipo de nuevo ponga marca ganadora.

La débil división, fuera de los Indianapolis Colts, también ayudará en las expectativas de Houston por volver a los playoffs, si se considera que enfrentarán a los dos peores equipos del 2014, Tennessee (2-14) y Jacksonville (3-13).

En general, el calendario es un aliado de los Texans. No enfrentan a ningún equipo que estuvo el año pasado en postemporada en las primeras cuatro semanas de la campaña regular. Diez de sus rivales ni siquiera alcanzaron marca ganadora en el 2014.

Si Arian Foster puede volver pronto sano o su suplente Alfred Blue hace buen trabajo, y quitan responsabilidades al quarterback, es un hecho que los Texans pueden competir por boletos a la postemporada como comodín.

La marca de los Texans en la campaña regular puede ser hasta de 10-6.