NUEVA YORK (Enviado especial) -- Intimida desde allá arriba. Su mirada dura, con rasgos fuertes y sus gestos de seriedad son desafiantes desde los dos metros y once centímetros. Asustan su números desde el servicio, con más de 10.000 aces. Pero toda amenaza en sus ojos desaparece tras el éxito. Mira a su equipo, hace señas del esfuerzo dejado en la cancha 10 y suelta una sonrisa. Se acerca al balcón donde se encuentra su grupo de trabajo y, pese a las alturas, estira su mano y saluda. Llega sin subirse a una silla ni treparse, claro. Ivo Karlovic, a segunda ronda.
El croata resolvió con autoridad su compromiso del debut ante el argentino Federico Delbonis. Casi dos horas y media bajo el sol, tres quiebres y un marcador por 6-3, 7-5 y 7-5. Dos ítems importantes desde su servicio: salvó las tres oportunidades quiebre en contra que tuvo y anotó 21 aces para llegar a un total en su carrera de 10,128 y quedar a poco más de 100 del récord histórico de Goran Ivanisevic (10,237).
Enfrentarlo nunca fue sencillo, pero en actualidad el croata parece tener un plus con el saque a tono de 2008, donde llegó a ser N°14 del mundo. "Jugar ante Karlovic genera una presión extra con el saque en todo momento. No sólo en los cierres de set, porque si te quiebra al principio ya toma el control y te obliga con la devolución, algo que no es sencillo ante él", señaló Delbonis ante la consulta de ESPNtenis.com tras el partido.
La confianza con la que se pasea Karlovic en el Corona Park en este momento no fue fácil de adquirir. Hace dos años la paso mal. Bastante mal. "Me desperté y no podía mover el brazo. No podía recordar nada ante la consulta de mi esposa", relataba en ese momento Ivo, quien por entonces estaba fuera del Top 10. Paso siguiente, tras ver médicos en su casa, se dirigió al hospital por vómitos y dolores de cabeza. A la noche, de nuevo el entumecimiento. Y una segunda visita al hospital.
"No sé lo que pasó después. El médico realmente no sabía si iba a recuperarme al 100 por ciento", comentaba Karlovic tras dejar el hospital, donde llegó a estar inconsciente. Olvidó su nombre y qué año era por cuatro días. Un panorama desolador, con meningitis como diagnóstico. Después de un mes volvió a jugar apenas por cinco minutos. Y así fue agregando instantes en cancha. Tres meses más tarde, cinco victorias consecutivas y título en el ATP de Bogotá, el primero suyo en cinco temporadas.
Su historia, entonces, pasó a ser bien distinta con los actuales los 36 años. Consiguió un segundo aire siempre con el servicio como claro estandarte, pero ahora con mejores sensaciones desde la devolución. Su impacto con mejor resultado, la derecha veloz -al centro- a los pies de su oponente, algo que seguramente padeció -y sigue padeciendo- cuando no sube a la red con su servicio. "Ha mejorado en los últimos años. Tiene buen slice de revés, que si no lo sacás para atrás se te viene a la red, donde él es muy peligroso", agregó Delbonis.
Karlovic, ahora, irá ante el checo Jiri Vesely; y en tercera podría cruzarse con el estadounidense John Isner, un jugador de características similares y no imposible para su actualidad. Más teniendo en cuenta que este año ya supo vencer a Gilles Simon, Milos Raonic, Jo-Wilfried Tsonga, Tomas Berdych y a Novak Djokovic, N°1 del mundo. Y luego podría ser el turno de Roger Federer. Cuidado, Dr. Ivo anda suelto.