|
MIAMI -- La llegada de Lovie Smith el año pasado fue sólo el comienzo. Al menos eso es lo que desean los Tampa Bay Buccaneers en su búsqueda por regresar al camino del éxito. Claro está que la campaña pasada no fue como Tampa Bay esperaba; ganaron apenas dos partidos y terminaron con el peor registro de la NFL. No obstante, en todo lo malo hay algo bueno. Acto seguido, los Bucs eligieron al mariscal Jameis Winston con la primera selección general del draft y las esperanzas automáticamente se renovaron. Hay más talento de lo que indicó su récord pasado en esta franquicia, pero esta es una liga de mariscales, y esa es una batalla que le ha sido esquiva a los Buccaneers. LA FIGURA A SEGUIR ES…
Jameis Winston. Desde su incepción en 1976, los Buccaneers han tenido inestabilidad en la posición de mariscal.  De hecho, son la única franquicia junto a los Lions, que no han tenido a un mariscal con múltiples apariciones como titular en siete temporadas consecutivas. Detroit probablemente rompa esa mala racha esta campaña con Matthew Stafford, y Tampa Bay espera romperla a futuro con Winston. Vinny Testaverde y Trent Dilfer son los mariscales que han estado más tiempo con los Buccaneers --seis temporadas-- en sus carreras, y no fueron exactamente mariscales franquicia; su pasador fue Brad Johnson cuando ganaron el Super Bowl en 2002. En la escena entra un Winston que tiene todos los atributos para brillar por muchos años en esta liga. No hay ningún pase que no pueda lanzar, y tiene un carisma inusual que contagia a sus compañeros. Aunque siempre hay un pero, y en su caso tiene que ver con la madurez fuera del emparrillado. Hasta el momento no ha mostrado secuelas, y fiel a su estilo admite que “está listo para el reto que se aproxima”. Armas por aire tiene de sobra con uno de los mejores tándems de receptores abiertos en la NFL en Mike Evans y Vincent Jackson. El problema es que a la vez tendrá a una línea ofensiva con potencialmente dos novatos como titulares. Sabemos que los rivales enviarán cargas constantes ante un mariscal novato, y los linieros deben hacer su trabajo para mantener a su joya más preciada de pie. Si lo logran, seguramente Winston colmará las expectativas e incluso tendrá la posibilidad de transformar a los Buccaneers en un caballo negro. AL QUE MÁS VAN A EXTRAÑAR ES A…
Larry English. Imagínense lo poco profunda que es la rotación de alas defensivas en Tampa Bay, que van a echar de menos a un cazamariscales situacional. English sufrió una lesión de rodilla significativa en el último partido de pretemporada ante los Dolphins, y una de las grandes debilidades del plantel se volvió aún más débil. Si bien los Buccaneers tienen a uno de los mejores tackles defensivos del deporte en Gerald McCoy, no hay presión desde los extremos. Lo curioso es que estaba claro que era una de las principales necesidades de Tampa Bay, y sin embargo no invirtieron ninguna selección de draft en esta posición. Los Buccaneers terminaron ranqueados N° 21 con 36 capturas en el 2014, y hoy por hoy sus alas defensivas titulares son Jacquies Smith y George Johnson. La profundidad es inexistente, y para colmo de males además de la lesión de English, T.J. Fatinikum también se lastimó el hombro. En otras palabras, presión por los extremos se busca. SERÁ UNA TEMPORADA EXITOSA SI…
Doug Martin vuelve a ser el de antes. El corredor al cual apodamos en su momento el “hámster musculoso” ha gozado de una pretemporada fantástica, y él dice estar “en la mejor forma física de su vida”. Más allá del talento de Winston detrás de centro, la línea ofensiva es sospechosa y se van a tener que apoyar mucho en el ataque terrestre. Martin había estado en vidriera de intercambio hace tiempo ya, pero su actuación esta pretemporada lo ha transformado ahora en el titular indiscutido. Va a tener mucho protagonismo y debe mantenerse saludable para soportar la tormenta. El corredor es el mejor amigo de un novato mariscal. PRONÓSTICO
La NFC Sur no es la división más fuerte, algo evidenciado por el hecho de que los Panthers la ganaron el año pasado con un récord inferior a .500. En otras palabras, la esperanza es lo último que se pierde. La ofensiva de los Buccaneers promete, y la defensiva tiene a dos estandartes en Lavonte David y McCoy. No obstante, se me hace difícil pensar en una campaña positiva para una franquicia que tiene serios interrogantes en la línea ofensiva, en la secundaria y en las defensivas. Habrá mejoría con respecto al año anterior, y confío en que han encontrado a su mariscal del futuro. Pero todavía falta tiempo para volver a ser contendientes. Récord de 6-10.
|
