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BUENOS AIRES -- Dicen que las Eliminatorias suelen ser tan o más difíciles que una Copa América o un Mundial. Y algo de cierto hay en esa afirmación. El camino al Mundial suele ser más sinuoso: hay que visitar canchas visitantes y hostiles, no hay tiempo para darle solidez a un equipo (los jugadores se suman apenas unos días antes) y una racha adversa puede dejar al mejor de los países con la clasificación en duda. La Argentina visitará a Paraguay en un partido clave: viene de perder de local contra Ecuador, y si bien en la Copa América demostró ser muy superior a los guaraníes, esta noche se escribirá una nueva historia. La selección de Ramón Díaz será local, llega envalentonada por el triunfo del debut (de visitante y ante Venezuela) y se encontrará frente a un equipo golpeado, obligado a ganar (o a no perder) y sin Messi ni Agüero, entre otras figuras ausentes. Repasando los enfrentamientos de la última Copa América, Paraguay fue superado en los dos encuentros. En el primero, pudo sobreponerse a un 0-2 en contra y terminó empatando, sobre la hora, 2 a 2; el segundo fue una contundente goleada por 6 a 1 para los albicelestes en semifinales. Todo dicho. La pregunta es: ¿puede ganarle el conjunto guaraní a los dirigidos por Gerardo Martino? Si Ecuador viene de vencerlo en el Monumental, el triunfo no parece una utopía. Paraguay es un equipo duro, que de la mano de Ramón recuperó la autoestima, y el cuarto puesto en Chile, donde eliminó a Brasil por penales, sirvió para afianzar el trabajo del DT. En cuanto a nombres, el equipo reúne una mezcla de juventud y experiencia. El arquero Antony Silva, de 31 años, se viene consolidando como titular y dejó afuera de la lista de convocados al veterano Justo Villar, de 38 años. En la defensa guaraní se destacan los centrales: Paulo Da Silva (35 años) jugó dos mundiales y es el capitán y la voz de mando; viene formando dupla con Pablo Aguilar (28), de paso por clubes de Argentina y actualmente, al igual que Da Silva, en el fútbol mexicano. Los dos se destacan por el juego aéreo, uno de los puntos altos del conjunto guaraní. El mediocampo tiene recuperación y buen manejo de balón con Néstor Ortigoza, el experimentado futbolista de San Lorenzo, mientras que Derlis González ofrece la frescura y el desequilibrio: a los 21 años, es una de las grandes esperanzas de la albirroja. Arriba, Lucas Barrios y Federico Santander son dos delanteros que siempre exigen, y tienen recambio: Nelson Haedo Váldez, Edgar Benítez y Darío Lezcano, por caso, quien fue citado por primera vez y sería una de las apuestas del entrenador para el choque contra Argentina. Si bien el equipo viene creciendo, más en resultados que en rendimiento, le queda mucho camino por recorrer para ser una selección confiable. El triunfo contra Venezuela no debería obnubilarlo: Antony Silva fue la figura del partido y el gol, cerca del final, fue marcado por Derlis González luego de un grosero error del defensor Vizcarrondo. Pero, es cierto, la Vinotinto tampoco lo inquietó demasiado y Paraguay se sintió cómodo esperando, achicando espacios y saliendo de contra. Algo que seguramente tratará de repetir contra Argentina, equipo que cargará con la responsabilidad de llevar adelante el partido. Marca, recuperación y salida rápida a través de Ortigoza y González parece ser la fórmula que Paraguay tratará de imponer frente a la albiceleste. Jugar con la desesperación de un rival que perdió en el debut y está obligado a sumar. Nadie imagina, en la previa, un resultado tan abultado como el de las semifinales de la Copa América. Más: confianza es lo que sobra, pese a que enfrente estará el subcampeón de América y del Mundo. El fútbol vive de momentos, y hoy, una Argentina golpeada deberá visitar a un Paraguay motivado, que viene de ganar un primer partido en Eliminatorias luego de 26 años (ante Colombia en 1989) y que llega con ganas de hacer historia.
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