Washington Cucurto 8y

Pálido fuego en el empate entre Paraguay y Argentina

BUENOS AIRES -- Argentina mostró poco y Paraguay directamente no tiene juego. El gran equipo charrúa esta vez no apareció y dejó muchas dudas. Por momentos, el equipo de Ramón descoloca a todos, puede pasar de jugar un fútbol genial a directamente ser once picapiedras dentro de la cancha. ¿Por qué?

Y anoche llegó el tiempo de los Picapiedras... Los fortachones jugadores paraguayos parecían luchadores de catch, se tiraban al piso como para dar vuelta a un camión. Ayer, en un bar de Constitución rodeado de compatriotas paraguayos, por un momento me asusté. ¿A qué están jugando estos muchachos? ¿Esto es fútbol?

El jugador del Pueblo salía de la cancha por un golpe de karate en la nariz. Se jugaba muy fuerte y por un momento pensé que podía terminar en una tragedia.

Cerveza de por medio, mis amigos paraguayos opinaron. Ellos son de Luque, de Itacurubí de la Cordillera y de Barrero, me pidieron que enviara un fuerte saludos a todos en Paraguay. Bien.

- No pasa nada, Cucu, el jugador paraguayo es temperamental. Trató de explicarme Humberto Anchurri, electricista y crítico literario.

- Ya veo...

- Necesitamos los puntos y siempre queremos ganarle a Argentina a cualquier costa.

- Pero, deberían mejorar el juego, Humberto, aprender a definir las pocas situaciones que se les presentan. Creo que no alcanza con correr y meter y meter...

- Es la impronta de nuestro pueblo, Cucu querido, somos un pueblo luchador, muy laburador y nos jugamos la vida en cada jugada. A mí me parece muy bien.

- Humber, querido, hay que agregarle talento, buen juego, ideas que se acoplen a sus identidades. ¿No te parece que todo sería mejor si manejaran mejor la pelota? Les falta un patrón de juego.

Juan Acosta, otro amigo paraguayo interrumpió, mientras la polca sonaba en una vieja fonola. No le gustó lo que yo decía.

- Mirá Cucu, nosotros tenemos nuestro estilo. Pero los argentinos creen que el fútbol es puro toque y firulete y eso también lleva a un estatismo. Fijate, ahora sin Messi, son un equipo al que le puede ganar cualquiera.

- Es cierto...

- Y ni te digo la goleada que le puede propinar Brasil. Recuerden que hay varias bajas y Brasil viene en subida, después de un pésimo mundial quiere arrasar con todo.

- ¿Volverá a ser lo que era a costa nuestra?

Me pedí una cerveza para superar el duro puño de la realidad, de la verdad inalterable. Somos un equipo ganable. De hecho, ayer no perdimos por Romero y su atajada espectacular. El empate fue justo.

Por otro lado no me deja de asombrar Uruguay. Chile está imparable, aunque es un equipo que no me cierra en su juego. ¿Y cómo será con los hermanos brasileños? Difícil de saber, lo cierto es que juando como se jugó en Asunción se acortan las posibilidades.

Falta mucho. Pero a Argentina y a Paraguay les falta mucho juego y nadie sabe en qué terminará todo esto.

^ Al Inicio ^