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Kobe Bryant, desmoronado por la salud de su amigo Lamar Odom

LOS ÁNGELES – Por segundo día consecutivo, Kobe Bryant no practicó junto al resto de sus compañeros y se perderá el encuentro del sábado entre Los Angeles Lakers y Golden State Warriors. La versión oficial ofrecida por el coach, Byron Scott, es que aún tiene molestias en la pierna izquierda. Sin embargo, lo que se esconde detrás de sus ausencias tiene más que ver con su estado de ánimo ante la delicada situación en la que se encuentra su amigo, Lamar Odom.

El escolta estuvo junto a él durante 48 horas, a pie de cama y acompañando a sus allegados. Después de ver el estado en el que se encontraba Odom a Kobe le quedaron pocos ánimos para acelerar el proceso de recuperación de su pierna, dañada levemente en el encuentro del martes por la noche ante Sacramento Kings disputado en Las Vegas. Durante el tiempo que la Mamba Negra estuvo en el hospital, su amigo se encontró ante el momento más crítico. Entubado con respiración artificial y sin signos de mejoría, todavía se desconocía si sus órganos vitales sobrevivirían al infortunio del coma en el que se encontraba.

Así le dejó en la habitación del centro sanitario antes de regresar al Toyota Sports Center el jueves por la mañana. Fue el primero en llegar al centro de prácticas y el primero en marcharse. No formó parte del entrenamiento junto a sus compañeros y el propio Scott confesó que no estaba pasando por un buen momento anímico. El viernes sucedió lo mismo. La hermandad que les une y su incapacidad por alejar a Odom de los malos hábitos podrían haber jugado un papel clave en la mente de Kobe. Probablemente todos los que le quieren sienten parte de responsabilidad por lo que le ha sucedido. Es inevitable.

Los siete años que compartieron en el equipo, su química dentro y fuera de la duela, los dos anillos… sobran los momentos que ambos han vivido juntos. El propio Scott confesó tras la práctica de este viernes que si se encontraran en plena temporada regular, Kobe hubiera tenido más probabilidades de capaz de jugar el sábado ya que se hubiera acelerado el proceso. Al tratarse de un partido de pretemporada se ha optado por no forzar, no tenía mucho sentido hacerlo cuando su cabeza está tan dispersa. El veterano jugador está desmoronado ante la situación de Odom y no hay manera de que se concentre al cien por cien.

Odom ha mejorado con respecto a los días que Kobe estuvo junto a él. Ya respira por su cuenta y fue capaz de dar algunas señales. No se espera que el jugador de los Lakers viaje a San Diego junto al resto del grupo y es muy probable que acuda a ver a su amigo de nuevo durante el fin de semana. La prioridad para Kobe es ésa, todo lo demás es secundario.