<
>

Raúl Allegre comenta lo más notable ocurrido en la Semana 17 de la NFL

BRISTOL -- Con la excepción de dos casos inusuales, la temporada regular del 2014 de la NFL terminó sin grandes sorpresas. En realidad, ha sido una de las temporadas más previsibles de los últimos tiempos. Basta señalar que por primera vez en 10 años, no ganó su división un equipo que terminó en el sótano en el 2013. El único equipo que tuvo posibilidades fue Houston, pero terminó en segundo lugar. De hecho, de los ocho sotaneros del 2013, cinco repitieron: Cleveland, Oakland, Washington, Tampa Bay y San Luis.

Los dos casos inusuales a los que me refiero los dieron Dallas y Nueva Orleáns.

Ni los más fervientes seguidores de los Vaqueros esperaban una campaña de 12-4. No con una defensiva que había sido la peor en la historia del equipo en el 2013, y que había perdido a sus tres mejores jugadores en Demarcus Ware, Jason Hatcher y Sean Lee. Rod Marinelli fue un rotundo fracaso como entrenador en jefe en Detroit cuando su equipo terminó con marca de 0-16 en el 2008, pero nadie cuestiona su capacidad como coordinador ofensivo. A la ofensiva, el plan formulado por Jason Garrett en el 2011, de reconstituir a la línea ofensiva, por fin dio resultados. La última pieza del rompecabezas fue Zack Martin. Esa unidad abrió huecos enormes para DeMarco Murray, quien rompió la marca de yardas por tierra en una temporada de Emmitt Smith al acumular 1,845. Con suficiente protección, y por fin recuperado de la operación de la espalda que tuvo poco después del final de la temporada pasada, Tony Romo tuvo una campaña espectacular. El estigma de diciembre quedó en el pasado. Los Vaqueros terminaron con marca 4-0, y Romo lanzó 12 TDs y una sola intercepción. Por años he sostenido que Tony Romo es un QB élite. Dio un gran paso en el 2014 para corroborarlo. El siguiente es jugar bien en la postemporada.

Junto con Pittsburgh, Seattle y Carolina, los Vaqueros llegan a la postemporada ganando sus últimos cuatro partidos. Resido en el estado de Texas, y tengo muchos amigos que son fans de Dallas. A pesar de lo logrado en temporada regular, reina todavía el escepticismo entre ellos respecto a ganar siquiera un solo partido en los playoffs, sobre todo porque su defensiva, aunque sólida, no es dominante.

La otra sorpresa, pero del lado negativo fue sin lugar a dudas el desempeño de Nueva Orleáns, sobre todo perdiendo cuatro partidos consecutivos en casa, lugar en donde habían sido prácticamente invencibles en la era de Sean Payton. San Francisco también fue decepción, pero en lo personal no fue sorpresa. Los problemas de Jim Harbaugh con la directiva se reflejaron en el desempeño del equipo desde la pretemporada.

Nueva Orleáns, a pesar de estar en la peor división de la NFL y teniendo su destino en sus manos, cayó estrepitosamente en la semana 16 ante un mediocre equipo de Atlanta. El futuro pinta complicado, La defensiva sufrió bajas de jugadores importantes y dieron varios pasos hacia atrás después de haber terminado como la N° 4 en la NFL en el 2013. Carecen de esquineros y de linebackers. Eso no es todo. El problema más grande de los Santos será reestructurar el interior de su línea ofensiva. Sus tres jugadores de Pro Bowl, Jonathan Goodwin, Jahri Evans y Ben Grubbs, jugaron muy por debajo de su nivel. Esto se reflejó en la pésima campaña de Drew Brees. Estadísticamente superó los 30 pases de TDs y las 4,000 yardas, pero fue también responsable de 20 entregas de balón, varias de ellas al final de partidos en situaciones críticas. Brees es un QB de baja estatura. Si el interior de su línea no le da espacio para buscar a sus receptores y moverse dentro de la bolsa de protección, su efectividad baja drásticamente.

En el momento de escribir esta nota, el futuro de Rob Ryan, el coordinador defensivo de los Santos, todavía está en el aire. Sean Payton prometió anunciar su decisión próximamente, pero los rumores fuertes indican que Dennis Allen, despedido como entrenador en jefe de Oakland, podría tomar el lugar de Ryan, Allen fue coordinador defensivo en Denver y fue asistente de Payton en Nueva Orleáns del 2006 al 2010.

Hablando de cambios de entrenadores, Jets, Chicago y Atlanta despidieron a Rex Ryan, Marc Trestman y Mike Smith respectivamente. Los dos primeros también despidieron a sus gerentes generales Mike Idzik y Phil Emery. El caso de Mike Smith se veía venir. Aún en los mejores años que tuvo, el equipo tenía una reputación de ser fino y no duro. Esto se reflejó en una marca de 1-4 y playoffs durante su gestión. Este año reforzaron las líneas ofensiva y defensiva, pero los resultados fueron los mismos.

El caso de los Jets es triste. Woody Johnson no sabe de futbol Americano y no tiene a nadie que lo asesore. Hace unos días contrató a Charley Casserly y, esta semana, a Ron Wolf como asesores. Asumo que la responsabilidad de ambos será identificar al siguiente gerente general y que éste contrate al nuevo entrenador en jefe. Casserly se ganó su reputación como asistente de Bobby Beathard en Washington. Tomó el lugar de Beathard en 1989, y con los jugadores de Beathard, vio a Washington ganar su último Super Bowl en 1991. La franquicia se empezó a deteriorar poco a poco lo cual propició su salida. Asumió el mismo puesto en Houston y fracasó rotundamente. A los Jets les urge un QB y Casserly fue responsable deseleccionar a dos de las peores decepciones en el draft, Heath Shuler y David Carr.

Ron Wolf tuvo mejor trayectoria. Estuvo con los Raiders y fue parte importante en la toma de decisiones que llevaron a seleccionar jugadores como Art Shell, Gene Upshaw, Ray Guy y Dave Casper. Tiene antecedentes con los Jets habiendo colaborado con el equipo en 1990-91. Su mayor éxito se dio en Green Bay, en donde fue gerente general. Fue responsable del canje por Brett Favre y de contratar a Reggie White como agente libre. Fue el arquitecto de la estructura actual de los Empacadores, la cual es el modelo a seguir en la NFL. Wolf fue el mentor de Bill Parcells en lo que respecta a decisiones de personal. Su problema, junto con el de Casserly, es que han estado fuera de acción por mucho tiempo. Wolf se jubiló en el 2001. Casserly "renunció" en Houston en 2006.

Dudo que los Jets encuentren a alguien mejor que Rex Ryan. Ryan es rimbombante e indiscreto, pero es un excelente entrenador, el cual tuvo éxito cuando su directiva le dio talento. Estoy seguro que el lunes por la noche Bill Belichick y Tom Brady abrieron una botella de champaña para celebrar la salida de Rex.

A Trestman le quedó grande el puesto. Tuvo éxito como entrenador en jefe en Canadá, pero la CFL dista mucho de la NFL. Fue brillante en su carrera como tutor de QBs como Steve Young, Rich Gannon y Jake Plummer, pero Jay Cutler es otro tipo de reto. No por nada le apodan el "mata entrenadores" (coach killer). Entres sus víctimas se encuentran Mike Shanahan, Lovie Smith, Mike Martz y ahora Trestman. En el caso de Emery, optó por extender el contrato de Cutler y comprometer el límite de nómina del equipo. Cutler tuvo 22.5 millones de dólares garantizados en el 2014. Emery tuvo buenas selecciones en los recientes drafts, con la excepción de Shea McClellin. Sus errores fueron, en este orden, despedir a Lovie Smith en el 2012 después de una temporada de 10-6, extender el contrato de Cutler y firmar a Jared Allen y Lamarr Houston por 67 millones.

Queda también pendiente la situación con los Raiders. Por el momento, Tony Sparano continúa como entrenador en jefe interino. El lunes expresó enfáticamente sus deseos de continuar al frente del equipo.

La semana pasada di mi opinión respecto al entrenador del año. A continuación, mis candidatos al jugador más valioso (MVP). Hay que empezar por la definición. El jugador más valioso es aquel del cual su equipo no puede prescindir. Su ausencia provoca que un equipo ganador se convierta en uno del montón. Mis candidatos son, en orden alfabético, Le'Veon Bell, DeMarco Murray, Aaron Rodgers, Tony Romo y JJ Watt.

Watt es sin lugar a duda, el MEJOR jugador de la NFL. Eso no quiere decir que sea el más valioso. Lo que hizo esta temporada no tiene precedentes: 20.5 capturas, 78 tacleadas 29 de las cuales fueron atrás de la línea de golpeo, 10 pases desviados, una intercepción, cuatro balones sueltos forzado y cinco balones sueltos recuperados. A esto hay que sumarle 32 puntos en cinco TDs y un safety. Pero no será el MVP.

Dallas no sería el mismo equipo sin DeMarco Murray, quien será serio candidato. Todo parece indicar que el sábado veremos el impacto que tendrá en Pittsburgh la ausencia de Le'Veon Bell. Tanto Dallas como Pittsburgh serían menos efectivos sin sus corredores estrella, pero seguirían siendo competitivos.

Lo que quedó demostrado es que sin Rodgers ni Romo, tanto Green Bay como Dallas se vuelven equipos del montón.

Contra Detroit vimos el impacto de la ausencia de Rodgers. Al momento de lesionarse, Green Bay le ganaba a Detroit 14-0. Detroit anotó en la última serie ofensiva del primer tiempo. Matt Flynn abrió como QB en el tercer cuarto y los Empacadores se despejaron después de tres jugadas. Detroit anotó el TD del empate. Con un tirón en la pantorrilla, y con poca movilidad, Rodgers regresó para llevar a su equipo a dos anotaciones más que les dieron el título de la división. La ausencia de Tony Romo se sintió en Dallas cuando faltó al partido contra Arizona y al jugar con molestias en la espalda contra Filadelfia en el Día de Acción de Gracias. Perdieron ambos partidos.

Las estadísticas de Romo y Rodgers fueron impresionantes. Romo terminó como líder de la NFL con un índice de pasador de 113.2. El de Rodgers fue 112.2. Rodgers tuvo 38 TDs y 5 intercepciones. Romo 34 y 9 respectivamente. Dado que el premio se decidirá la noche antes del Super Bowl, lo ocurra durante los playoff será definitivo. Por lo mismo, uno que no está en este momento en el debate, pero que se podría colar, es Russell Wilson. Si Seattle termina como el representante de la NFC, no me sorprendería en lo absoluto que Wilson fuera el ganador.

En lo personal, se lo daría JJ Watt, pero no sucederá debido a la ausencia de los Texanos de la postemporada.

No hay competencia con más paridad que la quiniela de ESPN. En los años que llevo participando nadie ha repetido como ganador. Primero fue Lalo Varela, después un servidor, seguido de Ciro Procuna, Rafael Zamorano, Sebastián Martínez Christensen y ahora el Tapa Nava. Felicidades al Tapa y nos vemos en la postemporada.

Finalmente, es admirable lo que hizo Tom Brady al reestructurar su contrato para liberar 24 millones de dólares en la nómina de los Pats. Los salarios base de Brady en el 2015, 2016 y 2017 serán 8, 9 y 10 millones por temporada, ¡vaya ganga! Comparen eso con los 15 millones que Jay Cutler recibirá en el 2015.

Es admirable la sed de victoria de Brady. Este es un jugador que no tiene nada que probar. Ha ganado tres Super Bowls. Ha sido MVP de la liga. Está casado con una súper modelo. Bien dicen que la mejor cualidad que debe tener un QB es un deseo insaciable de ganar. Sin duda, Brady lo tiene.

Que el 2015 sea un excelente año para ustedes y sus familias lleno de abundancia y de bendiciones.