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Raúl Allegre comenta lo más notable ocurrido en la Ronda Divisional

BRISTOL -- No me gusta la NFL de Roger Goodell. En la NFL de Goodell, los jugadores han sido relegados a segundo plano quedando los árbitros como los protagonistas de los partidos.

La crisis inició en el verano durante la pretemporada cuando nos advirtieron que habría un énfasis en cobrar castigos de contacto ilegal. Todo por "darles a los aficionados lo que piden", un despliegue ofensivo más emotivo. OK, adelante, siempre y cuando haya consistencia de criterio y que no se entorpezca el flujo de un partido. Transcurrieron 17 semanas de temporada regular, y dos de playoffs, y no hay ni consistencia de criterio ni fluidez en el desarrollo de los partidos. Si no están convencidos pregúntenle a Steve Smith de Baltimore si Darrelle Revis lo sujetó en 3a oportunidad en el último cuarto del partido contra Nueva Inglaterra en un pase que terminó siendo incompleto, o a Brandon Pettigrew de Detroit la semana pasada, también en el último cuarto y con el partido por decidir, contra Dallas.

¿Alguien extraña a los árbitros suplentes del inicio del 2012, y esas primeras oportunidades de sólo nueve yardas? Cometían errores como olvidar que era tercera o cuarta oportunidad, o colocar el balón en el lugar equivocado. Cometían errores inocentes. Los árbitros actuales cometen errores de consecuencia. No cambiaron a los árbitros suplentes hasta que hubo un supuesto error de juicio, y digo supuesto porque la NFL justificó la decisión, en un partido de lunes por la noche entre Green Bay y Seattle cuando le quitaron una intercepción a los Empacadores al poner Golden Tate, de Seattle, sus manos sobre el balón que tenía afianzado M.D. Jennings de Green Bay.

Ah, esos errores de juicio. ¿Quién pensaría que después de la mejor semana de la NFL, esa que determina a los finalistas de cada conferencia, el tema que domina los medios de comunicación es el acierto, o error, en determinar si la recepción de Dez Bryant en el partido entre los Vaqueros y los Empacadores fue válida o no?

El domingo por la noche di mi opinión por Twitter. El límite de 140 caracteres por mensaje limitó la explicación, por lo que me comprometí a profundizar por este medio.

Tuve la oportunidad de ver la jugada en cuarta y dos, faltando 4:42, en la que Dez Bryant atrapa un pase de 31 yardas de Tony Romo en la yarda uno, decisión que fue desafiada por Mike McCarthy y revertida por los árbitros. Revisé la jugada cuadro por cuadro. Vi lo siguiente: 1) posesión del balón, 2) dos pasos con el balón bajo control, 3) contacto con el jugador defensivo y 4) un movimiento de fútbol americano.

Todos los comentarios que he visto y leído coinciden que los tres primeros puntos mencionados sucedieron. El debate del momento es sobre el cuarto punto: si Bryant hizo, o no, una jugada de fútbol americano.

Primero hay que definir qué es "una jugada de fútbol americano", "a football move" como se dice en Inglés. Una jugada, o movimiento de fútbol americano, es la siguiente reacción del jugador después de que la recepción es legal. Es decir, que tiene posesión del balón y dos pies, o alguna otra parte del cuerpo que no sea la mano, en el terreno de juego. Puede ser un paso más, un cambio de dirección, mover el balón de una mano a otro, embestir a un oponente, etcétera.

En la jugada de Dez Bryant, Dean Blandino, el supervisor de los árbitros y quien tomó parte en la decisión final, y Gene Steratore, árbitro principal del partido, decretaron que NO HUBO una jugada de fútbol americano. Dijo que Bryant perdió el control del balón durante el proceso de la recepción mientras iba al suelo.

Yo difiero. Dicen que una foto vale más de mil palabras y adjunto dos a esta nota. A esto es a lo que le llamo cuadro por cuadro. En la primera foto se ve claramente cómo Bryant tiene control del balón y usa su pie izquierdo, que fue su tercer paso, para impulsarse hacia la zona de anotación. En la siguiente foto se puede ver la marca (el divot), que causa ese impulso en el pasto. Nótese que el campo no tiene marcas antes de la causada por el pie izquierdo, por lo que el argumento de que la marca fue incidental y parte del proceso no aplica. En la segunda foto se puede apreciar también como el muslo izquierdo y el codo derecho están en contacto con el suelo ANTES de que Bryant pierda momentáneamente el control del ovoide. También se puede apreciar también la posición perfecta del juez de campo, Terry Brown (N° 43) quien tiene un ángulo perfecto de la jugada a escasos metros de donde Bryant cayó. Brown tomó la decisión acertada. No me percaté si él fue, o no, parte de la decisión.

Si el lanzarse hacia la zona de anotación después de haber dado dos pasos con el balón afianzado no constituye una jugada de fútbol americano, algo se me está pasando.

Esta decisión no fue la razón por la que perdió Dallas. La defensiva de los Vaqueros tuvo la oportunidad de frenar a Aaron Rodgers, con dos tiempos fuera y la pausa de los dos minutos, y recuperar el balón para una última ofensiva. No lo pudieron hacer. Rodgers, quien fue sublime en el último cuarto completando nueve pases en nueve intentos, ya no les regresó el balón.

El mejor partido de la jornada lo dieron Baltimore y Nueva Inglaterra. Los Cuervos, que parecían el equipo más sólido, desperdiciaron ventajas de 14 puntos en dos ocasiones durante el partido. Los Pats, con una defensiva que nunca pudo frenar a Justin Forsett, aprovecharon las oportunidades que se les presentaron.

El punto débil de la defensiva de Baltimore durante la temporada regular fue su defensiva de pase. Contra equipos mediocres y QBs de segunda pudieron proteger tal deficiencia con una presión abrumadora de sus cazamariscales Elvis Dumervil y Terrell Suggs por los costados, y Haloti Ngata por el centro. En el primer tiempo tuvieron éxito presionando a Brady. En el segundo, Brady los atacó con pases rápidos. Para contrarrestar dichos pases, los coordinadores defensivos colocan a sus jugadores más cerca de la línea. Con un gran temor a Brady, Dean Pees, coordinador defensivo de Baltimore, retrasó a sus esquineros permitiendo espacios para que Brady completara con sus receptores. Con esa estrategia, es fundamental taclear bien, y fue sorprendente la cantidad de tacleadas falladas por la defensiva de Baltimore en situaciones clave.

Pudiendo lanzar antes que le llegara la presión, y con espacios para sus receptores, Brady fue un maestro en la fase complementaria. De las 66 jugadas ofensivas 51 fueron pases. Cuando Baltimore decidió marcar de cerca a Brandon LaFell con Rashaan Melvin, Brady completó el pase de TD que sería la diferencia en el partido.

Baltimore tuvo la oportunidad de ganar. En la penúltima serie ofensiva, Forsett acarreó cuatro veces para 27 yardas, un promedio de casi ocho yardas por acarreo. Para la mala fortuna de Baltimore tuvo que salir cuando estuvieron dentro de la yarda 10. Después de un acarreo de sólo dos yardas de Fitzgerald Toussaint, decidieron pasar sin éxito en las dos siguientes jugadas, y se conformaron con un gol de campo. En la serie final, en segunda y cinco, faltando 1:46 en el partido, Gary Kubiak mandó una jugada de pase profundo hacia Torrey Smith quien era marcado de cerca por Logan Ryan con el apoyo del safety Duron Harmon. El pase fue interceptado. No entiendo todavía esa decisión y nadie me la ha podido explicar. Aún de haber anotado, Brady habría tenido la oportunidad de por lo menos llevar a su equipo a un intento de gol de campo para empatar el partido.

En esta partido hubo también una jugada controversial. En el tercer cuarto, en el minuto 8:23, Nueva Inglaterra lanzó un pase de dos yardas hacia Julian Edelman. Para la siguiente jugada, Michael Hoomanawanui, cuya posición es ala cerrada, entró en lugar de Josh Kline, el guardia derecho. En ese momento, Shane Vereen se declaró inelegible y se hizo el anuncio en el altavoz del estadio. El árbitro, Bill Vinovich, puso a la defensiva al tanto de la situación. Baltimore tuvo la oportunidad de substituir y estaban en posición antes del inicio de la jugada, pero estaban confundidos. Nueva Inglaterra tenía a cuatro jugadores de línea ofensiva, dos alas cerradas, un corredor y tres receptores, pero Hoomanawanui no era elegible como receptor. Esto confundió a la defensiva de Baltimore la cual dejó libre a Hoomanawanui quien completó un pase de nueve yardas que le dio a los Pats el primero y 10.

Después del partido, John Harbaugh declaró en su rueda de prensa que había habido engaño. Alegó que no habían tenido tiempo de determinar quién ere elegible y quién no. Pero los Cuervos tuvieron tiempo de substituir y fueron debidamente informados. Aún peor, los Pats usaron esa misma formación antes en esa serie ofensiva. Se dio en el minuto 9:33 y NADIE de Baltimore se dio por enterado.

Lo que hizo Bill Belichick fue perfectamente legal. Es conocer a fondo las reglas. De hecho, el lunes comentó que esto sucede comúnmente en equipos especiales durante patadas de despeje, en donde se dan formaciones de jugadores elegibles formados como linieros para proteger. No es algo que sucede comúnmente cuando un equipo está a la ofensiva. En 29 años de seguir de cerca a la NFL como jugador y como analista, NUNCA lo había visto.

Belichick fue más inteligente y mejor entrenador que Harbaugh quien pudo haber pedido un tiempo fuera si sus jugadores estaban confundidos.

Del partido entre Carolina y Seattle no hay mucho que agregar. Los Halcones Marinos abrumaron una vez más a su oponente. Me sorprendió que Cam Newton tuvo tiempo para completar pases para un total de 246 yardas y dos TDs, pero fue interceptado también dos veces. Cam Chancellor tuvo un partido excepcional sellando el resultado del partido con una intercepción que regresó 90 yardas para TD. Russell Wilson lanzó sólo 22 pases, pero completó 3 para TDs y en tercera oportunidad completó ocho pases en ocho intentos. Seattle no es un equipo pasador, pero su juego aéreo es eficiente. Consiguen lo que quieren cuando lo necesitan y eso es tener balance ofensivo.

Finalmente, fue triste el desempeño de Peyton Manning contra Indianápolis. Era claro durante el mes de diciembre que algo estaba mal. En el reporte de lesiones de esta semana comunicaron que Manning tenía un problema en el muslo, pero que había participado completamente durante los entrenamientos y que su participación era probable. Este ha sido el mismo reporte desde que enfrentaron a San Diego, partido en el que Manning sufrió ese golpe en la pierna.

El lunes surgieron reportes de que tenía un ligero desgarre en el cuádriceps derecho. Otros reportes indican que las dos piernas estaban lastimadas. El caso es que el Manning de las últimas cinco semanas fue diferente al que vimos las primeras 10. Le preguntaron después del partido si regresaría. Hace unas semanas había dicho que regresaría si los Broncos lo quisieran. El domingo, visiblemente decepcionado dijo que no estaba en posición de contestar la pregunta. Dijo que procesaría la situación y que tomaría la decisión más tarde.

John Elway y Manning tendrán que tomar una decisión muy difícil. De ser algo físico lo que causó la baja de rendimiento, es concebible que Manning regrese. De ser el peso del padre tiempo, podríamos haber visto el último partido de Manning.

El lunes también, tuvimos la renuncia de John Fox. El futuro de Peyton Manning y de los Broncos de Denver está en el aire.

La respuesta la tendremos en las próximas semanas.