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Yadier Molina, un pelotero más completo

Yadier Molina se ha convertido en un bateador más temible con Cardenales AP

SAN LUIS -- La defensa ha sido la principal razón para que Yadier Molina esté en la alineación titular de los Cardenales de San Luis. Sin embargo, en esta temporada, el menor de tres hermanos puertorriqueños que juegan como receptores en las Grandes Ligas ha sobresalido como nunca con su bate.

Molina ganó los dos más recientes Guantes de Oro de la Liga Nacional por su brazo potente que logra disuadir a los potenciales robadores de base de siquiera intentarlo y un potentísimo tiro a la primera base.

Pero además, en lo que va de este año, Molina remolcó 22 carreras, tiene promedio al bate de .301 que se eleva a .325 con corredores en posición de anotar y ha tenido varias actuaciones cruciales en la caja de bateo para remolcar las carreras del triunfo.

"Es un gran pelotero y muy completo", dijo el serpentinero Chris Carpenter. "Todos hablan de su capacidad defensiva y de las cosas que hace detrás del plato".

"No es ningún blandengue en la caja de bateo y jamás lo ha sido", agregó.

Yadier, de 27 años, solía ser el hermanito menor de Bengie Molina y José Molina, receptores de Grandes Ligas. Ahora que tuvo su primera temporada estelar, es el Molina en el que todo el mundo piensa.

"Es el mejor en lo que hace. Es el mejor receptor de las Mayores", afirmó el veloz pelotero de los Astros de Houston, Michael Bourn.

Molina remolcó tres carreras el domingo en Pittsburgh, dos días después de conseguir cuatro imparables y cuatro remolcadas en otro partido ante los Piratas. Durante su último partido de local, conectó el imparable de la ventaja en partidos consecutivos y, a pesar de los logros, siempre conservó la calma.

"Obtuvimos el triunfo" dijo Molina. "Sólo quiero ser ese jugador, pues uno tiene que venir todos los días dispuesto a jugar".

Molina bateó un jonrón con las bases llenas en el primer partido de la temporada y terminó abril con 15 remolcadas, la segunda cifra más alta de producidas para un receptor de los Cardenales desde que Ted Simmons empujara 20 en 1977.

Además, Molina también es difícil fuera del estadio Busch, al sumar 16 remolcadas de visita desde el sexto lugar del orden.

Con bases congestionadas, Molina batea de 5-4 con 11 producidas.

"Le gusta estar en esa situación, así es como empieza todo. Le gusta la situación de remolcar carreras y entre más importante sea el turno al bate, se anima cada vez más", dijo el piloto Tony La Russa.

En 103 turnos al bate, Molina se ha ponchado sólo 12 veces, tiene un porcentaje de embasarse de .379 y ha robado cuatro bases en cinco intentos. No es particularmente veloz en los senderos, pero aprovecha la ocasión cuando los lanzadores aparentemente se olvidan de él.

Además de su imponente brazo, que sacó a siete de los 13 corredores que le intentaron robar bases, los lanzadores también confían en el criterio de Molina.

Pese a que lanzó siete entradas en blanco en un triunfo reciente sobre los Bravos, el novato mexicano zurdo Jaime García jamás desdeñó las señales de Molina.

"Es el mejor, caray, es sorprendente. Cuando uno tiene a un pelotero como él, que es el mejor del béisbol, tienes que confiar en él, pues sabes que te va a pedir el lanzamiento correcto todas las veces", agregó.

Desde el 2005, Molina es considerado el mejor receptor contra el robo de bases con un promedio de éxito del 42%.