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Dos caras de la Copa Davis 2011

El equipo argentino necesita tener a Del Potro y Nalbandian Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- Otra vez, la Copa Davis está en boca de muchos. En realidad, de casi todos los fanáticos del tenis. Es que el sorteo para la edición 2011 dejó su sello y los dos latinoamericanos que participan en la elite del Grupo Mundial jugarán en casa: Argentina recibirá a Rumania y Chile se medirá a Estados Unidos. Igual, el panorama es muy diferente para cada uno y ese es el tema en cuestión.

Como suele ocurrir en estos casos, es imposible saber qué jugadores podrán actuar en la primera rueda del año próximo, a disputarse entre el 4 y el 6 de marzo, debido a las molestas y reiteradas lesiones a las que están expuestos los trotamundos de la raqueta. Así y todo, de no mediar ausencias imprevistas, el conjunto argentino cuenta con un cuadro interesante para poder escalar, a la espera de poder contar con sus dos figuras, y la formación chilena, en cambio, sufrirá la durísima baja de su líder.

Tal cual pasó en cuatro de los seis años últimos, los únicos sudamericanos que intervendrán en la máxima categoría, donde participan los 16 mejores equipos del mundo, son Argentina y Chile. A diferencia de 2010, no estará el recién descendido Ecuador. Y no pudieron subir Brasil y Colombia, tras caer en sus repechajes.

ARGENTINA VUELVE A CASA
Desde que en 2002 regresó al Grupo Mundial, Argentina jugará allí su décima temporada al hilo. Y está viviendo su mejor período histórico, ya que en estos nueve años arribó dos veces a la final (cayó en 2006 en Rusia y en 2008 de local ante España) y trepó cuatro veces a semifinales (2002, 2003, 2005 y 2010), más otros tres accesos a cuartos de final, por lo que nunca cayó en un debut y debió ir a un repechaje.

En este lapso, jugó 26 series, con 17 triunfos y 9 derrotas, 8 de ellas como visitante y la única de local fue en la fatídica final de 2008, en Mar del Plata, donde optó por salir de su histórica arcilla y actuar en una superficie rápida y bajo techo. Con este panorama, y ante una Rumania accesible, todos se atreven a mirar la llave y hacer una proyección.

Argentina volverá a ser local tras dos años, desde el triunfo sobre Holanda en 2009. Desde entonces, disputó cuatro eliminatorias como visitante. Sin dudas, el gran objetivo de Modesto Vázquez, el capitán, es poder contar con Nalbandian y Del Potro en óptimas condiciones físicas, como no pasó en 2009 y 2010, debido a operaciones. Es que la meta es ganar la tan soñada ensaladera de plata, esquiva para los países de América Latina.

Para Argentina, que perdió las tres finales jugadas (1981, 2006 y 2008), la Copa Davis es, indudablemente, una obsesión. Y, lejos de las escasas ambiciones de sus vecinos, incluido el propio Chile, cuenta con un potencial importante para aspirar a quitarse esa espina que tiene clavada. El conductor albiceleste necesita primero limar las asperezas entre ambas figuras surgidas en la definición de 2008 y las recientes con Nalbandian, por las críticas hacia sus decisiones en la caída en semi, en Francia.

Por sus recientes inactividades por lesiones, Nalbandian (29°) y Del Potro (35°) retrocedieron terreno en el ránking de la ATP, a una buena distancia de sus mejores ubicaciones, 3° y 4°, respectivamente, dentro del lote de los top-ten, donde debieran estar en una situación lógica. Con ellos dos en buen nivel, más el aporte de la nueva dupla integrada por Eduardo Schwank y Horacio Zeballos, semifinalistas del US Open, el capitán tendría al cuarteto ideal, siendo un serio aspirante al título.

Es cierto que, si faltara alguno de sus hombres fuertes, igual Argentina puede derrotar sin problemas a Rumania, seguramente en Buenos Aires y sobre polvo de ladrillo. Pero ya sería bárbaro contar con ambos, para ir dándole forma al equipo pretendido, con unión y solidaridad, sin egoísmos ni celos. Esa es la receta de los campeones, como el caso de España y del ahora finalista Francia, dos verdugos conocidos por los albicelestes.

En el bolillero para 2011, Argentina fue designada 5ª cabeza de serie y le tocó uno de los cinco adversarios que podía tener en casa, ya que vale la pena recordar que en la Davis la localía se define alternando las sedes de los choques con cada rival. Así fue como surgió este cruce ante Rumania, con el único antecedente de una victoria argentina en 1981, siendo visitante, en los cuartos del Grupo Mundial.

Rumania cuenta con Victor Hanescu (54° del mundo), un ex top-30 que lleva 10 años en la Copa. Es una nación con más tradición que presente, ya se la pasa jugando repechajes y no logra establecerse en la elite. Su época dorada se dio hace unos 40 años, ya que fue subcampeón en 1969, 1971 y 1972. Justamente, junto con Argentina e India son los países que participaron en más de una final de la Davis sin poder coronarse campeones.

Hanescu actúa siempre en dos singles y en el otro individual debutó, ante Ecuador, Adrian Ungur (142°). Además, está Victor Crivoi (184°) y el destacado doblista Horia Tecau. Sin dudas, Argentina tendría que ganar, aún si ingresara algún suplente en un single, como Juan Mónaco (33°), Juan Ignacio Chela (53°) o Schwank (56°). Si avanza a cuartos, el rival de los sudamericanos en cuartos, en julio, sería República Checa (4° favorito), que debutará en casa ante Kazajistán.

Los checos, que de locales eliminaron a los argentinos en cuartos de 2009 -Del Potro ganó sus singles y no alcanzó-, cayeron también en las recientes semifinales y fueron finalistas el año pasado. Sus figuras son los conocidos Tomas Berdych (7°, finalista de Wimbledon) y Radek Stepanek (36°), quienes bajan mucho su nivel fuera de las canchas rápidas y suelen ser los que se reparten los cinco puntos en juego. Es un rival de cuidado, pero positivo para recibirlo.

Si Argentina se mete en semis, su rival puede ser la completa Serbia de Novak Djokovic (2°), actual finalista, de visitante (se decidió por sorteo, ya que jamás se enfrentaron), o bien Rusia o Suecia, ahora como local, tras los éxitos albicelestes de este año en ambas visitas. Ya en una hipotética final sería anfitrión ante Estados Unidos, Francia o Croacia, mientras que visitaría a la España del rey Rafael Nadal.

CHILE SIGUE JUGANDO ADENTRO
El caso de Chile es muy distinto, ya que en 2005 retornó a la elite internacional luego de 20 años y en general se mantuvo, pero con muchísimo esfuerzo. El sorteo le dejó como resultado ser local, ante uno de los dos únicos preclasificados que podía enfrentar en casa. Le tocó Estados Unidos, el 6° cabeza de serie, que es el máximo campeón de la historia de la Davis, con 32 títulos (el último, en 2007).

Así, Chile jugará en 2011 en el Grupo Mundial por sexta vez en estos siete años, con la excepción de 2008. En este período, jamás pudo conseguir más de una victoria seguida en Primera y, por lo tanto, sólo accedió a los cuartos de final tras ganar en la primera rueda en 2006 y 2010, en ambas ocasiones de local. Precisamente, viene de jugar cinco de sus seis últimas eliminatorias en casa (en tres años).

Chile, que cuenta con su única final histórica en 1976, cuando perdió como local ante Italia, sabe que no podrá disponer de Fernando González, ex 5° del ránking y actualmente 44°, producto de sus problemas físicos. Una inminente operación de cadera lo marginará por ocho o nueve meses del circuito, por lo que faltará en marzo ante un rival de riesgo, pese a que los sudamericanos elegirán moverse en arcilla.

Estados Unidos, sin su figura, Andy Roddick (10°, ex N° 1), viene de superar en play-offs, a Colombia, en Bogotá y sobre polvo de ladrillo, que le presentó un conjunto más fuerte que este de los chilenos sin González. Sobresalió en sus individuales Mardy Fish (19°), además cuenta con Sam Querrey (21°) y John Isner (23°), y retornarían los gemelos Bob y Mike Bryan, que componen el mejor dobles del mundo.

González había solucionado sus diferencias con los dirigentes y regresó a la Davis, en casa, contra Israel, pero luego faltó en cuartos, otra vez en Coquimbo, donde los chilenos no aprovecharon las bajas de Berdych y Stepanek. El actual Nicolás Massú (128°) dista muchísimo del que supo ser top-10 y doble campeón olímpico, por lo que es un líder devaluado, acompañado por Paul Capdeville (266°) y Jorge Aguilar (198°).

En el caso de que sorprendan Massú y compañía, aún más si tienen la ayuda de que falten varios de los citados estadounidenses, algo que suena improbable, Chile podría volver a ser anfitrión ante el vencedor del choque Bélgica-España. Sin dudas, los españoles, con Nadal, que no siempre juega, aparecen en ese posible camino, gracias a los aportes de Fernando Verdasco (8°) y David Ferrer (11°), más otros colegas de gran nivel. Así, la ilusión renace, aunque con diferentes panoramas en el horizonte.