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Lo que mata es la ansiedad

Roger y Rafa se repartieron el dominio del tenis mundial durante los últimos años Getty Images

BUENOS AIRES -- "Hablan muy rápido. En seis meses vemos".

Roger Federer desdeñó la pregunta con cara de enojo. El suizo sabía que alguno haría la bendita consulta sobre el posible cambio de guardia en el tenis masculino.

John McEnroe y Boris Becker lo habían pedido públicamente antes del comienzo del Abierto de Australia. "Me encantaría que un jugador como Juan Martín del Potro o algún otro como Novak Djokovic o Andy Murray dieran un paso y ganaran algunos Majors. Sería importante para el tenis", había dicho el primero.

Existe un apuro por intentar demarcar cuándo llegará el final de Fedal, tal como se llama en foros y sitios de Internet al duopolio que conformaron Roger Federer y Rafael Nadal en los últimos años. ¿Llega el tiempo de Nolandy?

Fanáticos aburridos, periodistas a la caza de una historia (no demasiado original, por cierto), buscan el origen de la nueva era, y el primer Grand Slam les dio excusas para volver a la carga. ¿La final entre el serbio y el escocés delimita el comienzo a una nueva etapa?

Djokovic fue cauto: "Rafa y Roger son los dos mejores del mundo. No hay dudas de eso. No se puede comparar el éxito de ellos con el mío o el de Murray. Son los jugadores más dominantes que tuvo este deporte en un buen tiempo. Por otra parte, es bueno ver que hay jugadores nuevos en las últimas instancias de los Grand Slam, peleando por el título". Djokovic tiene el mismo jefe de prensa que Rafa, es probable que diga menos de lo que piensa. Él sabe que puede ser el líder de la "revuelta".

Desinteresado, Murray afirmó: "No sé si es mejor para el tenis o no. Ellos han sido dos grandes de este deporte y lo seguirán siendo por los seis o siete años que sigan jugando. Desde un punto de vista personal, prefiero estar en la final antes que viéndolos por tele desde casa". Bien lógico lo suyo, atendible.

Toni Nadal, del otro lado, opina que el dominio del 1 y 2 del mundo tambalea. "Creo que este es el último año que va a pasar esto", dijo a la agencia DPA en Melbourne. "La lógica me dice que esto debe cambiar".

Hace tres años, en semifinales de Australia, Jo-Wilfried Tsonga demolía a misiles a Nadal, y Djokovic vencía por segunda vez en su carrera a Federer. Los medios deportivos de habla inglesa más influyentes sentenciaban inmediatamente el "change of guard" (cambio de guardia). A partir de ese momento, Federer y Nadal se prestaron el Nº 1 del mundo, y ganaron, entre los dos, 10 de los siguientes 11 torneos de Grand Slam. El único que se metió en el medio fue Del Potro, el primero en vencer a la dupla de grandes en un mismo Major.

Los cambios de tendencia, como todo proceso histórico, muchas veces necesitan de un tiempo prudencial para advertirse y confirmarse. Por eso suscribo esperar, como dice Federer, al menos seis meses. Ver qué pasa en Roland Garros y Wimbledon, especialmente en el segundo, ya que Nadal no debería perder el título en París si llega en óptimas condiciones físicas.

Por edad, sería lógico esperar un decaimiento de Federer en los próximos meses. Es improbable que sea el mejor del mundo a los 32-35 años, con sus mellizas ya en edad escolar.

El lustro de diferencia con Nadal será determinante en no mucho tiempo. De hecho, hay un dato incontrastable: con su derrota en las semifinales ante Djokovic, es la primera vez desde Wimbledon 2003 que el suizo no es campeón reinante de ninguno de los cuatro campeonatos de Grand Slam. Peor que eso: en los últimos cuatro no pudo llegar a la final. A la vez, hay que decir que, después del US Open y hasta ayer, Roger ganó cuatro de los siete torneos que disputó, incluyendo el Masters de Londres.

"Perdí muy pocos partidos últimamente, así que estoy feliz al ver dónde está mi juego, mi condición. No significa que el que no gana el torneo, no puede jugar al tenis. Así es como las cosas se muestran a veces, y eso está mal. Tuve un gran 2010, y pienso que voy a tener un gran 2011", opinó Federer, líder en títulos de Grand Slam en la historia (16).

"Yo no sé si Federer es tan bueno como antes, pero es suficientemente bueno. Muy bueno aún, lamentablemente para nosotros y el resto de los jugadores", lo defendió Toni Nadal. "Con 29 años, es lógico que Roger comience a decaer", dijo Brad Gilbert en la transmisión en inglés de ESPN.

"La rivalidad entre Federer y Nadal es más completa que la mía con Sampras", comparó recientemente Agassi en una visita por Taiwán. "El tenis está en un momento increíble, tiene a dos de los mejores jugadores de la historia. Es una rivalidad que nunca vimos en nuestro deporte", aseguró el estadounidense.

Esa rivalidad será echada de menos cuando la generación siguiente conquiste el trono. El mensaje desde estas líneas es disfrutar de lo que pueden ser los últimos instantes de una rivalidad histórica, sin estar tan pendientes de cuándo terminará. Es posible que continúe dos años, quizá nunca más se enfrenten en finales de Grand Slam. Lo sabremos a medida que pase el tiempo.

Además, como dijo el Tío Toni en aquella entrevista con dpa: "Yo estoy seguro de que Rafael, como número cinco, seis o siete del mundo seguiría jugando con el mismo entusiasmo. Y lo mismo pasaría con Roger".