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Papi pide más crédito al designado

Ortiz podría convertirse en uno de los mejores designados de la historia. AP Photos

BOSTON -- Desde el 2003 es tercero en carreras empujadas y cuarto en jonrones en Grandes Ligas, ha quedado cinco veces en el Top 5 del Jugador Más Valioso, sus 230 impulsadas para dar ventaja a su equipo son la segunda mayor cantidad del béisbol y en sentido general es reconocido como uno de los bateadores más temidos del juego.

Pero por el rol que desempeña para los Medias Rojas de Boston, David Ortiz literalmente está condenado a llevar en el pecho sus propias "letras escarlatas"-- éstas son "DH", las siglas para abreviar bateador designado en inglés-- que lo señalan como no merecedor del mismo crédito que sus colegas bateadores que juegan posiciones defensivas.

"Soy de la gente que vivo el día a día, hay muchas cosas que no me he sentado a analizar, incluyendo mi trayectoria en el juego", dijo Ortiz a ESPNdeportes.com en Fenway Park durante la primera serie del año entre los Yankees de Nueva York y los Medias en Boston.

"Pero hay una cosa que siempre vivo pensando y analizando. ¿Por qué a las personas que juegan mi posición no se le da crédito en este juego?", agregó.

El "Big Papi" de Boston batea .281 con 351 jonrones y 1,175 impulsadas en 15 temporadas en las ligas mayores. En los últimos ocho años bateó 30 jonrones y empujó 100 carreras seis veces y por nueve temporadas consecutivas ha sacado al menos 20 pelotas y empujado 89 vueltas.

Como bateador designado, es el líder de todos los tiempos en jonrones (307) e impulsadas (1,005), mientras que su promedio de .283 es el sexto mejor. Fue electo por Sporting News como bateador designado de primera década del tercer milenio y obtuvo cinco "Premio Edgar Martínez" al designado más destacado.

Caminar con pasos seguros a terminar su carrera como el mejor de la historia en la posición que desempeña no garantiza a Ortíz que tendrá mucho apoyo entre los votantes del Salón de la Fama cuando se retire. Y eso no lo hace felíz.

"Esta no fue una posición que vine de Dominicana y me la inventé. Yo vine como primera base, aunque el tiempo y la situación me llevaron a ser designado y tengo que dedicarme a eso. Pero hay gente que quiere quitarme el crédito, y yo digo que si no estuviera haciendo lo que hago, no tuviera nueve años siendo el designado de este equipo", dijo.

"Creo que sí", dijo Ortíz cuando se le preguntó si los bateadores designados deberían recibir méritos para ir a Cooperstown. "No estoy jugando pelota en mi casa. Estoy jugando pelota para un equipo de Grandes Ligas que me pone en la alineación todos los días para hacer uno de los trabajos más difíciles del béisbol, que es batear", acotó.

"Todo el que meten en el Salón de la Fama no es porque se ha ganado 10 Guantes de Oro, ha ido a 10 Juegos de Estrellas o jugó 20 años, sino porque ha "paleado". Si tú no palea, olvidate que no va al Salón de la Fama. Y eso es lo que hace un bateador designado, porque no hace más nada", explicó el limpiabases de Boston.

Ortíz, de 35 años, juega la última temporada de su contrato con los Medias Rojas, pero podría estar activo al menos hasta los 40 y redondear una espectacular carrera que incluye dos anillos de Serie Mundial y seis invitaciones al Juego de Estrellas.

"Ahora mismo me siento bien, gracias a Dios. Soy uno de los jugadores que más partidos ha jugado en este equipo. Solamente he ido a la lista de lesionados una vez desde que estoy en Boston. Mientras me sienta bien estaré jugando", dijo.

El puesto de bateador designado, que sustituye al lanzador en la alineación ofensiva, fue adoptado por la Liga Americana en 1973 y desde entonces ha sido imitado por casi todas las ligas universitarias, aficionadas y profesionales del mundo, con las dos grandes excepciones de la Liga Nacional de Estados Unidos y la Central de Japón.

Tampoco ha sido aceptada por completo por los puritanos del juego, que representan una gran cuota del colegio de electores de Cooperstown. Ningún jugador que se haya desempeñado primordialmente como bateador designado ha sido electo al Salón de la Fama, siendo Paul Molitor (1,171 juegos como designado) lo más cercano en ese sentido.

El puertorriqueño Edgar Martinez, quien bateó .314 con 247 jonrones, 1,003 impulsadas y .428 de porcentaje de embasamiento en 18 años en las ligas mayores, recibió apenas un 36.2% de los votos en su primer año de elegibilidad (2010) y luego 32.9% en enero.

La buena noticia para Ortíz, Martínez y el resto de buenos bateadores designados que ha tenido el béisbol podría llegar en enero del 2014, cuando Frank Thomas estará en la boleta de Cooperstown por primera vez. "The Big Hurt" bateó .301 con 521 jonrones, 1,704 impulsadas y dos premios MVP en 19 temporadas. Sus números incluyen 269 cuadrangulares y 881 impulsadas como designado.

"Espero que abra las puertas", dijo Ortíz sobre Thomas. "El béisbol es una escalera: Quiere llegar a Grandes Ligas, después establecerte, ir al Juego de Estrellas, ganar la Serie Mundial, ganarte el MVP y después que hace todo eso, por supuesto quiere ir al Salón de la Fama si tiene números", apuntó.

"Espero que cuando ´Big Frank´ suba ahí arriba o Edgar, que fue uno de los mejores designados de todos los tiempos, le den la oportunidad a esa gente", expresó Ortíz.

"Fueron jugadores que trabajaron duro, dieron el ciento por ciento, ayudaron a sus equipos y por eso lo mencionan a un nivel tan alto", agregó.

Big Papi espera que una posible elección de Thomas a su causa cuando llegue a la boleta en 9 o 10 años.

"Cuando a tí te matan el sueño cuando ni te ha retirado, diciéndote que no va para ningún lado, eso te trabaja. Porque tú trabaja fuerte todos los días para llenar el estadio y [los fanáticos] vean el buen trabajo que haces y colocar números. Pero lamentablemente nada es perfecto, siempre habrá comentarios negativos y tienes que aprender a vivir con eso", dijo Ortíz.