SAN FRANCISCO -- El ala cerrada Vernon Davis vendió el bloqueo de carrera, desmarcándose del apoyador externo LaMarr Woodley, y entró en el claro para una atrapada de touchdown tan fácil, que incluso la pudo haber realizado en la obscuridad.
Para entonces, los ingenieros de la ciudad ya habían restaurado la energía eléctrica en Candlestick Park, permitiendo a todos ver una actuación lo suficientemente completa como para regresar a los San Francisco 49ers a la lista de candidatos en la contienda por la NFC. El pase de anotación de 1 yarda a Davis, la primera de dos anotaciones de los 49ers en zona roja el lunes por la noche, los llevó a una victoria de 20-3 sobre el campeón defensor de la AFC, los Pittsburgh Steelers.
"Esto [la victoria] fue grande", dijo Davis, y tenía razón.
Los 49ers mejoraron su marca a 11-3, quedando en el camino para reclamar el segundo sembrado de la NFC, y descansar la primera semana de playoffs. Golpearon a una potencia de la NFL con marca de 10-3 al inicio del encuentro, eliminando las dudas que generaron su dos recientes derrotas. Resolvieron problemas que venían arrastrando de tiempo atrás en la zona roja, anotando touchdowns en dos de sus tres oportunidades. Y no permitieron ninguna captura, después de haber permitido 18 en sus tres juegos previos.
"Se demostró al mundo que somos de verdad y que podemos jugar partidos importantes en el escenario nacional", dijo Davis.
Los fanáticos de los Steelers tienen derecho a sacar los asteriscos. Pueden argumentar que el mariscal Ben Roethlisberger tenía visibles limitaciones por su lesión de tobillo. Pueden alegar que James Harrison estaba suspendido y que había incertidumbre acerca del tendón de la corva de Woodley. Incluso hasta pueden cuestionar algunas de las llamadas de los oficiales que trabajaron en contra de Pisttsburgh en este partido.
Nada de eso le importa a los 49ers. Para ellos, este juego mostró el camino que debe tomar San Francisco para seguir el ritmo de las ofensivas de alto octanaje contendientes por la NFC. Los 49ers, en su estado actual, no van a ganar los partidos de la forma en que los Green Bay Packers y New Orleans Saints típicamente lo hacen. Pero si pueden comenzar a convertir los goles de campo en touchdowns, como lo hicieron el lunes por la noche, sus posibilidades para vencer a un equipo con calibre de campeonato en los playoffs se incrementan exponencialmente.
Esto es especialmente cierto en contra de cualquier equipo orientado al pase que quiera aventurarse en Clandlestick Park a mediados de enero, cuando la resbalosa superficie de juego, vientos cambiantes y lluvias potenciales pueden convertir a una defensiva de los 49ers ya intratable en algo aún más grande.
"Todo el mundo nos tiene que tomar en serio, hombre", dijo el ala defensiva Ray McDonald, "Ya no somos los viejos Niners ".
Los nuevos 49ers ganaron este juego en contra de los Steelers a su manera, y sin excusas. Dominaron la posición de campo, con una ventaja de 21 yardas sobre el porcentaje de Pittsburgh en sus marchas iniciales. Forzaron cuatro cambios de balón, dándoles además +25 en su diferencial en ese departamento, el mejor en la NFL. Llegaron a su decimoquinto partido consecutivo sin permitir un touchdown por tierra. Derrotaron a un oponente con calibre de playoffs por 17 puntos, mientras ganaban sólo 287 yardas.
Los 49ers le quitaron el acero a los Steelers, y Mike Tomlin, coach de Pittsburgh, lo sabía.
"Creo que necesitamos reconocer que fue la noche de los 49ers" dijo Tomlin. "Hemos jugado en sus términos de manera que cada que ellos juegan como juegan ganan. Generaron cambios de balón, que nos dieron algunos pocos conceptos de jugadas, controlaron el balón a la ofensiva".
Los cortes de energía amenazaron con interrumpir a los dos equipos. Pero al igual que el coach Jim Harbaugh, abrazó el cierre patronal y los retos que se le presentan a un entrenador de primer año, su equipo manejó las interrupciones sin ningún problema. Harbaugh no dudó cuando se le preguntón cómo estaba el vestidor antes del partido.
"Estaba oscuro", dijo, riéndose estruendosamente.
Harbaugh y su equipo tenían las respuestas correctas durante el juego, también. Encontraron maneras de liberar a Davis para recepciones clave después de que Pittsburgh inicialmente cubriera efectivamente al ala cerrada de Pro Bowl. También salieron adelante en cinco áreas clave, discutidas aquí durante el juego:
Protección de pase: Los 49ers habían permitido más capturas en sus tres derrotas (20) que en sus 10 victorias (19). Contuvieron la presión de los Steelers con pases rápidos en el perímetro. Su línea ofensiva estuvo a punto con sus asignaciones. El mariscal Alex Smith se movió efectivamente, en un momento luchando para 14 yardas. Pittsburgh presionó con cinco o más hombres en 21 de 32 cargas, de acuerdo con ESPN Stats & Information, y aún así los Steelers no pudieron capturar a Smith.
La movilidad de Roethlisberger: La lesión en su tobillo limitó la habilidad de escaparse de Roethlisberger, pero el mariscal de los Steelers había sido más efectivo lanzando desde la bolsa esta temporada (8.5 yardas por intento, frente a 5.8 fuera de la bolsa). Los Steelers predeciblemente colocaron frecuentemente a Roethlisberger en la posición escopeta, con la esperanza de que pudiera establecerse rápido y entregar el balón. Pero a medida que el partido avanzaba y San Francisco tomó la delantera, los Steelers no tuvieron una respuesta para Aldon Smith. El apoyador externo novato de los 49ers terminó el partido con 2.5 capturas y siete golpes al mariscal.
La velocidad a lo profundo de Mike Wallace: Los Steelers estuvieron cerca de conectar un par de pases largos que temprano podrían haber cambiado el curso del partido. Roethlisberger terminó con 330 yardas, completando pases de 39 y 36 (dos veces) yardas, respectivamente. Sin embargo Wallace promedió solamente 13.2 yardas por recepción, Ese fue un número manejable para los 49ers.
Ted Ginn Jr. y equipos especiales: Ginn, especialista en regresos de los 49ers, no regresó al juego después de sufrir una lesión en el tobillo en el regreso de patada que abrió la segunda mitad. El pateador de despeje Andy Lee registró un promedio de 49.2 yardas netas, encerrando a los Steelers dentro de su yarda 20 en cuatro ocasiones de seis oportunidades. Una combinación de patada de despeje y castigo enviaron a Pittsburgh a iniciar una marcha desde su propia yarda 16, después de que los 49ers despejaron desde su propia 12. El promedio de 15 yardas en marchas iniciales de los Steelers, fue el peor para cualquier equipo de la NFL esta temporada, de acuerdo a ESPN Stats & Information.
Smith en la zona roja: Esta área sigue siendo un trabajo en progreso para los 49ers. Dos touchdowns en la zona roja contra los Steelers son pasos positivos, no una solución en el largo plazo. El progreso continuo en esa área será fundamental para los 49ers para vencer a mejores equipos. "Si podemos ser más agresivos en zona roja, seremos imparables", dijo Davis.
Los 49ers no están allí todavía, pero esto fue sin duda un paso adelante para ellos. No tenían miedo de decirlo, tampoco. Después, Harbaugh promovió a Smith para el Pro Bowl. Davis y sus compañeros de equipo declararon su legitimidad. Dieron la bienvenida a los escépticos.
"Hemos jugado buen fútbol americano esta noche", dijo Harbaugh. "Realmente me gustaría enfocarme en ello, no las luces, no el vestidor antes del juego, no las contingencias... estoy orgulloso de ser parte de ese equipo".