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Bien, pero sólo bien

BUENOS AIRES -- Un viejo dicho advierte: "Que el árbol no te impida ver el bosque". Se podría utilizar la misma frase para el boxeo argentino con alguna variante: "Que cuatro árboles no te impidan ver el bosque". Hay cuatro árboles que, de alguna manera, deformarían la visión de cualquiera en relación con el pugilismo argentino: cuatro campeones mundiales, cifra más que interesante, teniendo en cuenta que, además, hubo otros dos que dejaron de serlo durante el año que se va. Veamos...

Sergio Maravilla Martínez: no es campeón mundial mediano por una maniobra política del Consejo, que priorizó a J. C. Chávez Junior. Martínez ganó esa corona sobre el ring y no la perdió combatiendo. Es campeón de Diamantes y -además- está entre los mejores tres libra por libra del mundo. Su sueño: pelear con Chávez Jr. y poner las cosas en su lugar. A los 36, suma 48 victorias (27 KO), 2 empates y 2 derrotas.

Marcos El Chino Maidana, es campeón regular de la AMB en las 140 libras, tras vencer en dura pelea a Erik Morales. Se apresta a medirse con Devon Alexander en peso welter. Tiene 28 años, es hombre de Golden Boy Promotions y tiene un record de 31 (28)-2-0.

Omar Narváez, supercampeón de las 115 libras de la OMB. Su imagen cayó en desgracia con los aficionados tras haber perdido por puntos en Nueva York, sin tomar riesgos, con Nonito Donaire, por el cetro gallo del CMB. Fue su presentación en los Estados Unidos; a los 36, sufrió su única derrota en 38 peleas profesionales. Lo dirige Osvaldo Rivero.

Juan Carlos Reveco, campeón interino mosca WBA, ya fue también campeón interino minimosca. Tuvo más problemas abajo que arriba del ring, tras haber cometido la "osadía" de romper relaciones con su apoderado Osvaldo Rivero. Recién ahora se lo ha liberado como para afrontar nuevos compromisos. A los 28, suma 27-1-0, 16 KO.

Hasta aquí se podría decir que está todo bien. ¿Está todo bien? Creemos que no. El tema es pensar lo que viene. Y lo que viene -al menos por ahora- no despierta grandes expectativas para el primer nivel internacional.

Se afianzaron algunos boxeadores: Diego Cháves, La Joya, campeón Latino welter OMB, 25 años, invicto en 20 peleas con 16 KO; Ezequiel Maderna, 16 (12 KO)-0-0. A los 25, es campeón argentino y Latino (interino) de los super medianos OMB. Ambos, dirigidos por Mario Margossian, están todavía en proceso de maduración.

Roberto El Incho Sosa, campeón argentino, sudamericano y Fedelatin WBA de los super moscas, con 22 (13 KO)-0-0, dirigido por Osvaldo Rivero, está reclamando una chance internacional que seguramente se le dará en el año que viene.

Más allá de alguna salida al exterior, como en el caso de Cháves, ninguno ha tenido todavía rivales exigentes como para saber hasta dónde pueden llegar. De hecho, a Cháves le costó superar a un veterano como Omar Weis (39) quien lo tuvo por el suelo en el sexto round. Ganó Cháves por puntos en resistido fallo...

No hay demasiados más con pretensiones importantes internacionales en un futuro inmediato. Con decir que en la lista debe estar Luis Lazarte: se quedó sin la corona minimosca FIB, tras perder en revancha obligatoria con el mexicano Ulises Solís. Cuando se midieron por primera vez en Mar del Plata (calles que Lazarte conoce muy bien, puesto que es barrendero público) había ganado Solís, pero se la dieron a Lazarte. En la revancha, mucho más pareja, se la dieron a Solís. Pero no está muerto quien pelea y a los 40, "El Mosquito" le ganó a Nerys Espinoza de Nicaragua una pelea eliminatoria, por lo que hasta podría tener una nueva oportunidad...

Johnatan Barros, le ganó en las tarjetas al panameño Celestino Caballero en Mendoza, aunque no había ganado en el ring. El mendocino, que conservó su título de peso pluma AMB, tuvo que ir directamente a un desquite y tres meses después, en octubre, Caballero hizo justicia, ganándole por puntos en el Luna Park.

Sebastián Luján perdió sin pena ni gloria en el Madison con Mike Jones. Jesús Cuellar venía bien, pero el colombiano Oscar Escandón, lo venció por KO 7. Cuellar volvió y ganó, pero... habrá que esperar cómo evoluciona. Hugo Garay tras muchas idas y venidas, terminó en el piso, y mal, dos veces: ante Marco Huck en Munich (título crucero OMB) Y frente a César Crenz en el Luna Park. Carlos Baldomir -el ex campeón mundial de los welters- no ha perdido, pero dejó hace mucho de ser lo que era: a los 40 años y a dos de haber sido noqueado por El Canelo Alvarez, todavía insiste. Y Carlos Abregú, quien empezó muy bien en los Estados Unidos, está muy poco activo: su record es de 31 (25)-10, y su única derrota fue ante Timothy Bradley, pero luego hizo solamente dos peleas. Demasiado poco, aunque a los 27 todavía tiene tiempo.

Quedan, esperando, algunos nombres: en welter junior, Claudio Olmedo, campeón argentino, César Cuenca y Lucas Matthysse -que ya tiene varias peleas internacionales y a quién aún le cuesta despegar del todo-, Pablo Farías, Billi Godoy -campeón nacional- y Sebastián Heiland en mediano; Héctor El Tigre Saldivia, campeón argentino welter; el campeón Latino OMB de los super welters, Javier Maciel...

No se puede dejar de mencionar a las mujeres, ya que Argentina tiene 9 campeonas mundiales. Yésica Bopp, , Yésica Marcos, Erica Farías, Mónica Acosta, Fernanda Alegre, Alejandra Oliveras, Carolina Gutiérrez y Carolina Duer. Un auténtico fenómeno en la Argentina, porque además, casi todas ellas congregan grandes cantidades de público.

Se va un año, en donde, más allá de los cuatro campeones mundiales, no hay demasiadas expectativas internacionales por los que vienen que, a lo sumo, tienen aún mucho por mejorar y sobre todo, para ganar experiencia.

Para colmo, este año se fue un gran maestro, el último gigante: Amílcar Brusa, histórico técnico de Carlos Monzón.

Y con él se fue un brillante momento de la historia del boxeo argentino.

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