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Mucho colorido en el 3 de Marzo

América dominó los 90 minutos al equipo local Mexsport

ZAPOPAN -- El estadio 3 de Marzo fue un escenario para las emociones al límite. Nunca ha sido novedad que en más de 30 años las tribunas de este inmueble enclavado en Zapopan se abarroten más de aficionados partidarios del equipo visitante que del local, y cuando se trata del América el color amarillo prevalece de manera impresionante.

La noche de este viernes, sus fieles seguidores tapatíos querían ser testigos de una carnicería en la cancha con un América que salió como el seguro favorito con traje de verdugo sobre un desahuciado Estudiantes Tecos cuyos directivos han sido su peor enemigo al sembrar la inestabilidad por no definir quién puede ser su técnico.

Nadie apostaba nada por Gilberto Adame en su calidad de interino, y ningún entrenador se atrevió a aceptar el reto de tomar al equipo desde la semana pasada cuando renunció José Luis Salgado renunció tras perder con San Luis y dejar al equipo sumergido en el fondo de la tabla porcentual.

Sin ninguna oportunidad en teoría, Adame salió a jugar su único partido dejando a Juan Carlos Leaño en la banca, con el conocimiento de que ya no tendría una oportunidad más de continuar en el banco. En la tribuna ya estaban Joaquín del Olmo, de un lado, y por otro Sergio Bueno, los dos candidatos para dirigir a Tecos.

Y mientras Tecos sorprendía al poderoso América, su presidente deportivo, Ricardo Peláez acompañado del piloto de Fórmula 1, Sergio Pérez sufría con la inconsistencia de su equipo que no era capaz de someter a un rival que resucitó para intentar sobrevivir en la Primera División.

Fredy Bareiro asombró al estadio cuando adelantó a su equipo al final del primer tiempo, una genialidad de Cristian Benítez emparejó el partido y lo que parecía ser el principio del fin de Tecos con un bombardeo incesante se fue eclipsando para la decepción de los miles de seguidores americanistas que siguen sin ver al conjunto arrollador que prometió Miguel Herrera a su llegada.

Y en las tribunas, el rostro serio de Peláez era el reflejo de su sentir.

Estudiantes respira levemente, quiere salir de su estado de coma, mientras que en América comienza a asomarse el nerviosismo.