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De último momento

Basilea venció 1-0 a Bayern Munich en Suiza y sueña con pasar a cuartos de la Champions League Getty Images

BUENOS AIRES -- BUENOS AIRES -- En partidos en los que no abundaron las emociones, tuvimos que esperar al desenlace para romper la monotonía. Por eso, podemos decir que la segunda semana de octavos de final de la UEFA Champions League se caracterizó por las definiciones "de último momento".

Dos equipos lograron la victoria, Marsella y Basilea, y uno rescató un empate impensado, CSKA ante Real Madrid. La excepción fue Napoli, que consiguió un importante triunfo por 3-1 sobre Chelsea.

CUANDO SE ESCAPA EN EL FINAL
El 2-0 ofrece una tranquilidad que no tiene el 1-0. Eso le pasó al Real Madrid. El conjunto de Mourinho creía tener el partido asegurado. Ese es el gran problema que sufre el que se sabe superior. Y CSKA Moscú le terminó empatando en una pelota parada.

Cristiano Ronaldo abrió el marcador, al aprovechar un flojo rechazo defensivo. Luego tuvo chances para ampliar la ventaja. No está en duda su capacidad. Todo lo contrario. El portugués cree mucho en la potencia de su remate. No es como Messi, que varía su estilo de definición. A veces remata con fuerza, otras con fineza.

Está bien que el goleador tenga esa mezcla de egoísmo, orgullo y convencimiento. Con confianza en sus condiciones, seguramente le rendirá beneficios al equipo. Lo preocupante es cuando las cosas no van a bien y se empecina. Pierde claridad a la hora de tomar decisiones. Se siente más seguro terminándola él, que dándole el pase a un compañero.

El Merengue no está seguro de que CSKA no pueda anotarle en el Bernabéu. Tiene que hacer lo imposible para mantener en cero su valla. Por historia y plantel, no puede especular con un 0-0 para clasificarse. Debe buscar la victoria.

Inter también sufrió un gol de pelota parada sobre la hora. Perdió contra el Marsella, que anotó de cabeza, tras un corner. El partido se encaminaba a un empate lógico, sin demasiadas chances de gol. Después de haber resurgido, el Nerazzurro volvió a caer en desgracia. De los últimos 7 partidos, perdió seis y empató el restante.

No le queda otra que hacer un gran partido en la revancha. Marsella bien puede ir a complicarle la vida en Milano. No sólo por las virtudes del equipo, sino porque cuenta con el entrenador francés "más italiano" (Didier Deschamps), que conoce todos los trucos del oficio.

El otro que ganó cerca del pitazo final fue Basilea. El equipo suizo, que en la fase de grupos empató con Manchester United en Old Trafford y lo venció en casa, quiere darse el gusto ante otro grande de Europa.

Bayern, tercero en la Bundesliga, tiene la complicación de no haber convertido de visitante. Lo empuja la fuerza y la esperanza de llegar a la final en su casa de Múnich.

¿EL PEOR RESULTADO?
Se dice y se repite que el 2-0 es un mal resultado. No lo creo en absoluto. Prefiero toda la vida ese marcador, porque me tienen que hacer dos goles para remontar. Con la mínima diferencia, en cuanto me equivoqué en una, perdí.

Tampoco existen fórmulas para "cerrar el partido". No comprendo que haya equipos que cambien de actitud cuando pasan a ganar. Si se puso en ventaja es superior al adversario. ¿Por qué hay que modificar el libreto?

Hay equipos que no saben jugar defensivamente. Cuando se tiran atrás, le generan más chances. Por ejemplo, Barcelona tiene la filosofía de salir jugando desde el fondo y más de una vez comete errores. Sin embargo, no renuncia al ataque constante. Y cuanto más lejos estás de tu arco, menos peligro corrés.

Una vez le escuché decir lo siguiente a a Claudio Ranieri: "Yo estoy tranquilo cuando mi equipo no tiene la pelota, porque está más concentrado". Me siento en la vereda de enfrente en cuanto a este pensamiento. Cuando yo la tengo, el adversario no es peligroso y los que no la tienen, deben pensar en recuperarla.

Últimamente, los rivales del Barcelona intentan presionarlo en los primeros minutos. Por decantación, se hace muy difícil mantener el ritmo ante un conjunto con tanta tenencia de balón. Empiezan retrocediendo 2, 5, 10 metros y terminan jugando en un espacio reducido.

LA CONFIANZA QUE DAN LOS GOLES
El más tranquilo esta semana parece ser un Napoli que le encontró la vuelta a los ingleses. Luego de mandar a Manchester City a la Europa League, sacó una buena diferencia en la ida de 8vos contra Chelsea.

Arrancó 1-0 abajo, lo dio vuelta jugando muy bien y obtuvo una victoria merecida. Demostró que quiere hacer historia, como nunca hizo en la Champions.

El argentino Ezequiel Lavezzi, autor de un doblete, tuvo uno de esos partidos especiales. Agarraba la pelota y desequilibraba contra una defensa dura, rústica. Coronó una actuación que le dará placer durante mucho tiempo. No nos extrañó la actuación del uruguayo Edinson Cavani. También vale el elogio para el eslovaco Hamsik, que completa un tridente ofensivo de temer.

Es imposible dar por muerto al Chelsea. Los grandes equipos convierten hasta cuando no juegan bien. Quedó en evidencia durante el duelo en Italia. Lo que está claro es que, si pretende dar vuelta la serie, necesitará una gran performance.

Nos reencontramos luego de la primera tanda de revanchas.

Felicidades.