<
>

"La segunda meta es el Nº 1"

Vallverdú, junto a Murray y Lendl en Wimbledon AP

LONDRES -- Es infrecuente que el cierre de la carrera profesional tenga como escenografía un estadio y cartelería de Copa Davis, y no algún torneo del circuito. El caso Daniel Vallverdú es diferente: en aquel enfrentamiento por la Zona Americana II, durante julio de 2009, no pudo ganar sus singles en República Dominicana. No volvería a presentarse en individuales y, a los 23 años, se radicó en Miami para estudiar.

Tres años después, Vallverdú sube en Twitter una foto del trofeo de campeón del US Open. El venezolano ha sido parte de esa conquista, desde otro lado, como compañero de entrenamientos y amigo de Andy Murray. La relación comenzó hace poco más de una década, cuando se entrenaban en la academia Sánchez-Casal en Barcelona. Danny, como lo llaman en Reino Unido, llegó a ocupar el puesto de coach permanente durante 2011, año en el que el escocés alcanzó la final de Australia. Álex Corretja era entrenador-consultor.

Es difícil acceder a hablar con Vallverdú, pero no por su culpa. En general, el team Murray tiene prohibido dialogar con la prensa. El diálogo tiene tres patas: periodista, entrevistado y Louise, manager de Andy desde 2008. Él deberá traducirle preguntas y respuestas; ella aprueba, desaprueba y le aconseja qué contar. Es complicado realizar una entrevista en estos términos. Intentamos aprovechar la oportunidad pese al condicionante.

"Por una lesión de aductor, tuve que parar un año. Andy me pidió de viajar porque necesitaba a una persona; en la primera semana nos fue bien y seguimos", cuenta el amigo y alguna vez compañero de dobles del actual semifinalista del Masters. En Queen's 2008, por caso, lograron una buena victoria sobre los franceses Mahut-Gasquet. Diestro, revés a dos manos, Vallverdú alcanzó un ranking modesto en singles (727º) y terminó con un récord de cinco victorias y siete derrotas en la Davis.

El comienzo de la relación distaba de ser la amistad en la que evolucionaría. "Es el típico caso en el que terminas siendo amigo de la persona con la que piensas que no te llevarás bien. El primer día no me cayó muy bien, la verdad. Después terminamos almorzando juntos y nos empezamos a llevar súper bien", cuenta Vallverdú.

Vivieron juntos en la academia durante tres años, fueron compañeros de dobles en la etapa juvenil y siguieron en contacto cuando el venezolano emigró a Miami por estudios. La relación cercana hace que Vallverdú haya vivido el proceso que llevó a Murray a su primer título de Grand Slam. "Lo de no ganar finales era algo que había que aceptar. Ahora se va a dar la mejor oportunidad para poder ganarlos. Andy se dio cuenta del tipo de jugador que tiene que ser para ganarla. El US Open es un alivio, era su primera meta. La segunda es ser Nº 1 del mundo y luchará por ello", afirma el jugador nacido en la ciudad venezolana de Valencia.

"Él es un jugador muy completo, tiene todos los tiros, puede defender y atacar. Lo que le faltaba era darse cuenta de lo que necesita hacer en las finales importantes. El US Open fue una prueba: está dos sets arriba, llegan al quinto y si hubiera sido su primera final, no lo habría podido soportar. La experiencia le hizo decir: 'Bueno, Andy, no pasa nada, estamos empezando el quinto, es una final de Grand Slam, concéntrate en lo que tienes que hacer'".

Vallverdú afirma que "siendo su amigo, lo conozco mucho más, sé por lo que ha pasado, lo duro que ha trabajado. Lo merece, sobre todo porque cuando ha tenido malos momentos, es cuando más trabajó. Le costaba un par de días dejar atrás lo que había pasado pero luego volvía mejor que nunca y con la mejor actitud", describe.

"Creo que es importante tener una persona que esté ahí todo el tiempo", dijo Murray sobre su amigo. Lo conozco desde que éramos chicos, sabe mi juego, qué me gusta y qué no, y lo que soy como persona más que nadie. Tiene un diálogo conmigo mejor que el que tuve con cualquier entrenador en el pasado. Me resulta fácil hablar con él", afirmó el Nº 3 aquella vez que comenzaron a trabajar juntos.

Ahora, Ivan Lendl está a la cabeza del grupo técnico. "Lo que más ha aportado es experiencia", cuenta Vallverdú. "Ellos han tenido carreras muy similares, y eso es algo en lo que Andy puede relacionarse. Lendl le explica todo lo que va a sentir, porque él también obtuvo su primer Grand Slam después de cuatro finales perdidas. Ivan le dio la tranquilidad mental para no ser tan crítico sobre él mismo y para manejar la obsesión de ganar un Grand Slam. Le ha servido para el día después de la final de Wimbledon, para entender que tenía que seguir trabajando y que era cuestión de tiempo".

Su tarea como compañero de entrenamientos bajo la dirección de Lendl es "una experiencia como atleta, y como entrenador, increíble. Como cuando estuvimos con Álex Corretja y Darren Cahill nos ayudó. En el caso de Ivan, la experiencia que ha tenido, las finales que ha jugado, las rivalidades con Connors, McEnroe, las historias y las experiencias, me ayudarán mucho en el futuro".