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Paciencia para novatos de Giants

EAST RUTHERFORD -- Los Tampa Bay Buccaneers se adelantaron a los New York Giants en el draft para reclutar al corredor Doug Martin, quien corrió para 251 yardas hace dos semanas frente a los Oaklans Raiders. Los Giants escogieron al corredor David Wilson, que acumula 89 yardas esta temporada. Los Giants dijeron que tenían a Wilson mejor ranqueado de todos modos, y aunque eso es cierto, es inmaterial.

Ahora tienen a Wilson, los Bucs tienen a Martin y los Giants están teniendo problemas para mover el balón mientras la ofensiva se enreda con una crisis de media temporada.

Así que "¿cuál es el asunto?", me pregunta la gente a veces. ¿Es el chico Wilson un fracaso? ¿Metieron la pata los Giants? ¿Debieron moverse antes para llevarse a Martin?

La respuesta a cada una de esas preguntas puede ser un "sí", pero es muy temprano para saber con certeza, y examinar las preguntas requiere un entendimiento de cómo los Giants ven el draft. Lo consideran una forma de construir y mantener profundidad en su plantilla, y confían en que su equipo de entrenadores y sus veteranos ayuden a guiar la formación de jugadores jóvenes. No necesariamente les importa el ritmo con que surja ese desarrollo. Para algunos jugadores, como la selección de primera ronda de 2010, Jason Pierre-Paul, vino muy rápido. A otros, como el recluta de segunda ronda de 2009, Will Beatty, les tomó un poco más de tiempo hacerse pesar como titulares. Pero los Giants no están buscando ayuda instantánea en el draft; ni siquiera en la primera ronda. Ven hacia el panorama, y toman jugadores en cuyo talento pueden confiar.

El Star-Ledger publica un artículo donde se concentra en el caso de Wilson. Los entrenadores de Giants explican al periódico que Wilson tiene mucho que aprender en cuanto a bloqueos, disparos, atrapadas, etc. Estas son funciones que no se le pedían a Wilson en la ofensiva de Virginia Tech, donde alguien como Martin, que viene de una ofensiva estilo profesional en Boise State, salió casi listo para la NFL:

"Sí, es explosivo, ¿pero a qué costo?" dijo el entrenador de corredores Jerald Ingram. "¿Es explosivo al costo de no poner jugar bien, no saber cuál es su trabajo lo suficientemente bien y no ser profesional? Todo eso tiene que desarrollarse".

Ingram comparó la trayectoria de Wilson con la de Brandon Jacobs y Ahmad Bradshaw como novatos en 2005 y 2007 respectivamente. Ambos se sujetaron a roles limitados, pero contribuyeron; Jacobs tuvo siete anotaciones en su año de novato y Bradshaw aportó al sendero de los Giants hacia el Super Bowl.

"Cuando venga su oportunidad, tendrá que comprometerse con ellos, lo sabe y eso lo tiene con mayor hambre", dijo Ingram. "Así como el hambre que sintió Ahmad durante el periodo de postemporada que nos dio a ese tercer hombre para tener tierra, viento y fuego. De pronto comenzamos a desgastar a los muchachos y vino la transición a la velocidad, él hacía la diferencia. Cuando Ahmad era un novato, el hecho de que saliera al campo, especialmente en la segunda mitad de la temporada, nos daba un chico fresco.

"Así que en eso estamos. Aún queda mucho fútbol americano".

Es probable que exista el plan de usar a Wilson de manera más efectiva que la mostrada hasta ahora, e incluso por el resto de la temporada. Mientras tanto, es clara su contribución como regresador de patadas. Así que las preguntas sobre si fue la selección correcta, aún son prematuras.

Creo que también es válida la comparación entre Wilson y la selección de primera ronda de 2011, Prince Amukamara, quien tuvo problemas (principalmente de salud) durante su temporada de novato y provocó el mismo de tipo de cuestionamientos en los fanáticos, "¿será un fracaso?", en los pasados meses de noviembre y diciembre. Amukamara ha sido el mejor back defensivo en el campo para los Giants el último mes, y parece que todo lo que necesitaba era curarse y acumular algo de experiencia.

Los fanáticos no siempre entienden que la paciencia es parte de esto, pero los dirigentes de los Giants sí. Es por eso que se puede asumir con seguridad que hay un plan, y probablemente un futuro brillante para Wilson en New York; más allá de no haber mostrado muchas señas de ello hasta ahora.

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