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No hay que menospreciar a Venezuela

BUENO S AIRES -- ¡Un fuerte aplauso a toda Latinoamérica! Largó otra vez el gran evento deportivo del año. Una competencia que comenzó ayer, 22 de enero y terminará a fines de junio, ¡casi medio año! Nacen los sueños, nacen las esperanzas, nacen las críticas, nacen los insultos, las lágrimas y las felicidades: ¡comenzó la Copa Libertadores de América! ¡Vamos todavía!

Y es una pena que no incorporemos a equipos de Centroamérica, de Miami, del Distrito Federal, de Costa Rica, de mi querida y siempre soleada ciudad de Panamá...Es una pena honda que no haya equipos del Salvador, de Honduras, de Guatemala, ciudad que tanto adoraba nuestro adorado Julio Córtazar. Y aprovecho para mandarle un fuertísimo abrazo a mi amigo salvadoreño Melvyn Tomasino, lector incansable que nos lee siempre y nos acompaña desde El Salvador.

Hecha la salvedad, comienzo a reflexionar sobre el fútbol venezolano y su actualidad. Está bien queridos lectores, reconozco que todos queremos a los venezolanos, casi todos estamos de acuerdo con su proceso de cambio. Deseamos que el Comandante se recupere pronto y pueda volver a trabajar, como cualquier trabajador...

Ahora bien, de ahí a pensar que el fútbol venezolano puede hacernos competencia es una falta de respeto a nuestra tradición...¿Será tan así? (Por favor, señor editor, no me corrija lo de abajo).

¿Seremos realmente más superiores que los venezolanos? Rebobinemos. Hace un par de años, nos ganaron con Messi en cancha por la mínima diferencia, nos pegaron un pesto de aquellos que todavía recordamos con lágrimas amargas en los ojos. Pero por lo bajo se dice que Argentina le regaló el partido a Venezuela para darle una alegría infinita a nuestro admirado Chávez. "Cada jugador argentino es Chávez", escuché que dijeron, por ahí.

En fin, sin meros deseos insatisfactorios de polemizar, ayer jugaron Tigre y un equipo venezolano al que prácticamente no conocemos ni de casualidad, un tal Deportivo Anzóategui y me picó el bichito de la curiosidad y agarré mi enciclopedia del saber Latinoamericano que me compró mi abuela en 86 cuotas.

El tomo 38 dice: José Antonio Anzóategui, fue uno de los primeros oficiales del Ejército Venezolano en la guerra de la Independencia y Jefe de Honor de la escolta de Simón Bolivar. Deportivo Anzóategui, dice el diccionario, fue creado en 2002 y jugó dos veces la Copa Libertadores de América.

Más allá de la ayuda del diccionario. Lo cierto es que el equipo venezolano le pegó un pesto bárbaro a Tigre, jugó siempre atacando, proponiendo juego a toda costa y terminó el primer tiempo ganando. ¿Tigre fue más que este equipo venezolano desconocido? ¡No, señores! Tigre fue puro pelotazo y nada más. No lo golearon porque les faltó puntería a los temibles punteros del Caribe.

No hay que echarle la culpa a las pretemporadas, a las faltas de fútbol y esas cosas. Deportivo Anzóategui es el campeón venezolano y juega muy bien al fútbol. No hay que subestimarlo para nada. Yo lo veo pasando de rueda. De hecho, anoche, convirtieron a García, el arquero de Tigre, en la figura del partido.
¿Cómo le irá a Tigre ante el aparentemente débil Anzóategui en Venezuela? ¡Lo golean al equipo de Gorosito!

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