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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

"Pido Challenge, mi saque fue malo"
La cita no es literal pero bien podría serlo. La curiosa situación (aunque con antecedentes, ya, en el circuito) se dio durante el cruce de cuartos de final entre Roger Federer y Stanislas Wawrinka. 1-1 en el tercer set y sirviendo 0-30, el ex N°1 del mundo sacó ancho, pero el juez de línea no cantó la falta y el punto continuó: Wawrinka devolvió, Federer pegó un sobrepique casi por inercia y la bola quedó en la red. Roger pidió ojo de halcón, pero el umpire (Fergus Murphy) se lo negó, puesto que había seguido el tanto. La escena incluyó un largo debate entre el juez y el jugador, que llegado un punto pidió hablar con Lars Graff, el árbitro general del torneo. La decisión no cambiaría.

Contrariado, el séptuple campeón de Wimbledon perdió el game y quedó break abajo ante un Wawrinka que cada vez crecía más en el partido. Pero luego Federer reaccionaría y el final de la historia es conocido. Un caso semejante al de este partido fue el que protagonizó Juan Martín del Potro en el último US Open, en otro choque de compatriotas, en tercera ronda, ante Leonardo Mayer. Allí el correntino devolvió con fiereza un saque del tandilense, pero este pidió challenge y, en la reanudación, ganó el punto.

El aire del desierto
En 1998 Tommy Haas era recién un joven de 20 años que prometía. Aquel año, en Indian Wells solo pudo ganar dos partidos, pero acabó escalando más alto que todos. ¿Cómo? Un amigo lo invitó a volar en un F-16, un avión que anteriormente utilizaba la Fuerza Aérea, y quien luego sería el N°2 del mundo no dudó en aceptar la aventura. "Me preguntó si quería que hiciera trucos y demás acrobacias porque mucha gente antes se había desmayado o la había pasado mal. "Sí, claro, hagámoslo", le contesté. Y la verdad es que hizo todo lo que puedes hacer con un avión...fue increíble, una de las mejores experiencias de mi vida", le contó el alemán al sitio oficial del Masters de Indian Wells 15 años después.

"Recuerdo que en un momento empezó a planear cada vez más bajo y de pronto dijo: "¡Vamos a volar sobre el estadio!". Andre Agassi jugaba ese día y cuando pasamos por sobre la cancha él estaba por sacar; se frenó, miró para arriba, la gente enloqueció...", agregó. La excursión por los aires hizo pasear a Haas por todo el desierto californiano y, en un momento, tuvo su costo: "Habremos ido a 250 kilómetros por hora, de a ratos; por unos segundos estoy seguro que me desmayé: me hablaban por el radio y no respondía". "De tener la oportunidad creo que lo haría de vuelta, pero no creo que mi mujer me deje", cerró entre risas.

El match-point desapercibido
Una de las escenas más llamativas de Indian Wells. Tsonga lidera 5-4 a Raonic en el último set. Saca Milos 30-40. El primer saque no es bueno. Prueba con el segundo: ancho. Doble falta y partido para el francés. Algunos aplausos se escuchan de fondo acompañando el cierre del encuentro. Pero los jugadores ni se inmutan. Raonic se alista para el siguiente game, Tsonga busca la toalla para refrescarse. Ninguno llevaba cuenta del marcador.

"El hombre dijo "Game, set, match" muy rápidamente. No me di cuenta que había terminado", confesó el norteamericano en conferencia. "A esa altura pensé que estaba 3-4 y no 4-5; se supone que hay una pantalla en la cancha, yo no sigo el resultado -añadió-. En un momento dudé, pero como Jo no se acercaba dije: "Listo, es 3-5"".

Los gritos en el circuito masculino
El intenso choque de octavos entre Andy Murray y Carlos Berlocq dio lugar a un duelo aparte. El argentino primero se quejó por el tiempo que demoraba su rival entre los puntos, algo por lo que curiosamente se había enojado con David Nalbandian en Buenos Aires. El escocés respondió y protestó por los "gruñidos" del oriundo de Chascomús cuando este impactaba la pelota. "Es muy molesto el grito sostenido y tan ruidoso; porque todavía se escucha cuando uno tiene que pegarle a la bola", ilustró el británico.

El tema, tan recurrente en la rama femenina, abrió cierto debate en el evento californiano y contó con la opinión de algunos protagonistas. "Es una cuestión de respeto, difícil de controlar. A mí no me suele molestar, aunque alguna vez ha ocurrido", reveló Federer. Gulbis fue tajante: "No me molesta para nada". Wawrinka, en la misma línea: "Nunca tuve problemas con eso". Pero un caso especial fue el de Nadal, a quien directamente le preguntaron por qué lo hacía; el español contraatacó: "Es la primera vez que escucho eso. Lo único que puedo decir es que si lo hago no lo siento. Y si lo hice no fue porque haya querido".

¿Un subte en el desierto?
Fue un momento distinto, atípico e inaudito para muchos. Un sismo de 4,7 en la escala Richter golpeó en California y el hecho, aunque afortunadamente no generó heridos, repercutió en el torneo de Indian Wells. De las declaraciones más llamativas al respecto fue la de la alemana Angelique Kerber, quien por primera vez vivió la experiencia de un terremoto. "Estaba hablando con mi entrenador y temblaba todo. Lo primero que pensé es que era un subte, pero luego pensé un segundo y caí en la realidad de que estábamos en el medio del desierto. Era imposible", resaltó la germana. "Tuve un poco de miedo. Fue algo diferente", subrayó la semifinalista, quien dejó otra perlita en su paso por el certamen. "Si me dan a elegir una tenista de cualquier época para enfrentar y en cualquier escenario, me gustaría jugar con Steffi Graf en Wimbledon", explicó. Sin dudas, Kerber idolatra a la exnúmero uno del mundo. ¿Se la imagina de nuevo en el All England Club? Sería un verdadero terremoto.

El encuentro que no fue y el que puede ser
Hace algunas semanas, Roger Federer hizo una escala paralela en el tour de la ATP y visitó una región que no aparece en su calendario deportivo: África. El suizo estuvo en Sudáfrica junto a su madre Lynette, nacida en dicho país, y esta semana reveló que durante su estadía tenía la ilusión de conocer a Nelson Mandela. "La idea era más que nada ofrecer mis respetos y, si tenía tiempo y le parecía bien, conocerme y pasar un rato conmigo. No creo que hubiéramos hablado de nada en especial, simplemente lo que a él le sintiera cómodo. No me gusta presionar a la gente para que hable de cosas que no quiere. Ese no es el objetivo al conocer a alguien de la talla del Presidente Mandela", explicó. "Obviamente me desilusionó no poder concretar el encuentro, pero al mismo tiempo lo entiendo totalmente. Por mi cabeza pasaba eso: "Si se da, genial; si no, es comprensible". Así y todo el viaje fue fantástico, conocí mucha gente y pude estar en contacto con los proyectos que apoyo en la región", completó.

Otro tenista de elite que sumó a su agenda una potencial reunión con una personalidad mundial es Juan Martín del Potro. Como si el argentino no hubiera hecho méritos suficientes en la semana como para recibir consultas de la prensa, la designación de la Iglesia Católica a su compatriota Jorge Bergoglio como Papa Francisco I le sumó otra pregunta obligada a sus conferencias. "Como argentino, me pone muy orgulloso...el primer Papa de Sudamérica. Le deseo lo mejor", enmarcó. Y pensando en lo que se viene, apuntó: "Soy una persona muy católica. Quizás tenga la chance de conocerlo en Roma...".

Volver a donde todo empezó
Desde este espacio hablábamos hace algunas semanas del retorno fallido de Nicolas Mahut, cuando el ex 40° del ranking mundial debió abandonar en segunda ronda del Challenger de Cherbourg en el que era su primer torneo en cuatro meses. Pues bien, luego de ese mal trago, el francés (hoy 158°) redobló la apuesta y pidió una invitación para el Future de Poitiers (15 mil dólares en premios más hospitalidad). Sí, el finalista de Newport y Queen's, en 2007, hizo su aparición en un torneo ITF por primera vez desde 2003. Fue el primer preclasificado, claro, y en su debut chocó con un jugador situado en el puesto 1672. Su camino se frenó en semifinales, donde lo venció otro local: David Guez (227°). El torneo, cabe destacar, contó con otro Top 200: el chino Di Wu, célebre durante el último Abierto de Australia al convertirse en el primer tenista de su país en disputar el cuadro masculino de un Grand Slam en la Era Abierta.

Pero el de Mahut no fue el único foco de atención "particular" en los Futures de la última semana. Es que, a un océano de distancia, otro jugador que supo ocupar puestos de privilegio en el ranking ATP también hizo su regreso a los torneos ITF, en este caso después de 14 años. Se trata del chileno Nicolás Massú, que a solo un mes de disputar el ATP 250 de Viña del Mar reapareció en Calabasas (15 mil dólares), también gracias a una wild card, y con un ranking de 574°. Sin embargo, el ex N°9 del mundo y doble oro olímpico en Atenas 2004 no pudo avanzar más allá de la primera ronda y sumó su quinta caída seguida en el año.

Escalera a la fama, y al Abierto del Estados Unidos
El rapero Redfoo, actual novio de Victoria Azarenka, y el actor Sendhil Ramamurthy, más conocido por su papel de Mohinder Suresh en la serie estadounidense Heroes, cambiarán de rubro por unos días. Ambos jugarán certámenes clasificatorios por un wild cara para la qualy del último Grand Slam de la temporada. Redfoo, de 37 años y quien jugará con su nombre real de Stefan Gordy, estará en el torneo de Salinas, en California, en junio. "Siempre ha sido mi sueño jugar al tenis profesional", explicó el músico, quien tuvo actividad como junior y además participará con Ayaka Okuno, de 17 años, en el doble mixto (especialidad donde el premio es un WC pero directamente al cuadro principal).

Ésta, cabe destacar, no será la primera intervención de Redfoo en el mundo del tenis. En 2012 fue el principal patrocinador del USTA Pro Circuit de Las Vegas para mujeres, en septiembre, con 50 mil dólares en premios. Allí, bajo el concepto de Party Rock Open, el compositor le puso su sello, con una atmósfera particular y DJ's durante el torneo. Ramamurthy, por su parte, estará en junio en el clasificatorio del sector del Este, en el Billie Jean King Tennis Center. El actual actor, de 38 años, también jugó en juniors y llegó a considerar convertirte en tenista profesional.