ROMA -- Arrasador. Lo poco que pareció costarle el triunfo queda de lado al notar el festejo de Rafael Nadal que fue bien superior y venció Roger Federer por 6-1 y 6-3.
Así se quedó con el Abierto de Italia por séptima vez en su carrera, con su 24º torneo de Masters 1000 y con el sexto torneo en lo que va de 2013.
El manacorí fue lapidario. Alcanzó tiros imposibles, al estilo del mejor Nadal de todas las épocas. Pero también, es cierto, el suizo no estuvo fino. En los números, el español acumuló 12 tiros ganadores y apenas 8 errores no forzados. Pero los 15 winners y los 32 errores no forzados del helvético marcan la gran diferencia del encuentro.
Además el campeón aprovechó 5 de las 6 chances de quiebre (y las 4 primeras, para adelantarse 6-1 y 5-1) mientras que el suizo solo aprovechó la segunda y última chance que tuvo, para evitar, justamente el 6-1 y 6-1 que hubiera mostrado mayor desazón para él.
Se trataba de un duelo histórico. Una de las rivalidades más importantes en la historia del tenis tendrá otro capítulo. El trigésimo. Era la segunda ocasión entre sí en este escenario luego del fantástico duelo para definir este torneo en 2006, con victoria de Nadal en un maratónico 6-7(0), 7-6(5), 6-4, 2-6 y 7-6(5).
Con esta victoria, el manacorí ganó 13 de los 15 duelos sobre polvo de ladrillo y, además, ganó los tres últimos bajo esta superficie.
En Roma, además de revalidar el título de 2012, Nadal alcanzó el cuarto lugar del ranking mundial. Superó a David Ferrer y se aseguró un lugar entre los cuatro primeros cabezas de serie en Roland Garros, con lo que evitará a Djokovic, a Federer y al escocés Andy Murray en las rondas previas a las semifinales.
Nadal, tras el triunfo en cuartos, ya se había asegurado quedar el próximo lunes como nuevo líder de la Carrera a la Copa de Maestros de Londres (que suma los puntos conseguidos en el año), por delante de Djokovic, el Nº 1 del ranking del último año calendario.
Para Federer fue la primera final desde noviembre, cuando cayó en la Copa Masters ante Novak Djokovic. Pero muy poco pudo hacer ante el Nadal de tiros imposibles y que ratifica que es el máximo favorito a quedarse con Roland Garros.