No fue un Mundial más para Uruguay. Suiza '54 marcó la despedida de la selección de Obdulio Varela, el emblema del conjunto charrúa, luego de 15 años de trayectoria.
"Tiene suerte en la vida quien se pone la Celeste", decía Obdulio meses antes, cuando fue convocado para la cita mundialista, con ya 38 años y miles de batallas encima.
El grupo clasificatorio lo pasó con cierta facilidad la Celeste. Pero para el choque de cuartos de final, frente a Inglaterra, el equipo contó con carios lesionados y con Varela en una pierna. Un desgarro no lo dejó rendir en plenitud, pero pese a todo fue uno de los héroes en el 4-2 contra los ingleses, donde marcó un golazo.
Ese fue su último partido. Contra Hungría, en semis, y sabiendo que ya no le quedaba hilo en el carretel, aconsejó a Carballo, su reemplazante. "Mirá pibe, olvidate que vas a reemplazar a Obdulio Varela y jugá como sabés. La Celeste está por encima de todo". Sin su presencia, Uruguay no opuso mucha resistencia frente a los húngaros y se quedó sin la chance de defender el título en la final.
Brasil, por su parte, no pudo tomarse revancha del Maracanazo sufrido cuatro años antes. Pese a haber hecho una primera buena ronda, tuvo la mala suerte de tener que enfrentar a cuartos a Hungría, el equipo sensación del torneo, que lo eliminó al vencerlo por 4 a 2.