Especial para ESPNDeportes.com 11y

Todo Brasil sufre la derrota

RIO DE JANEIRO -- La decepción causada entre la masa de aficionados al fútbol en el Brasil tras la derrota de la Selección local frente a Uruguay en el último partido de la Copa del Mundo es de proporciones no imaginables.

Por tal motivo se ha registrado escenas que revelan el arraigado convencimiento en el alma brasileña de que el equipo carioca sería campeón del mundo. La certeza en este sentido dominaba en todos y el triunfo merecido del Uruguay, nadie ha tratado de discutírlo, tal como informó el diario La Vanguardia.

Hasta altas horas de la noche considerables masas de miles y miles de espectadores que asistieron a la derrota de los colores del Brasil deambularon cabizbajos por las calles de la capital. Muchos de ellos estaban sentados en determinados lugares, como frente al Teatro Municipal y ante el Estadio de Maracaná, llorando desconsoladamente. Algunos de ellos tiraban las serpentinas y los sacos de papel picado al agua. Eran los elementos con que pensaban festejar la victoria, esperada desde hace largos años.

En esa gran masa de aficionados el sentimiento era el mismo. Una amargura profunda y la severa crítica para los jugadores brasileños, que no supieron enfrentar a las uruguayos y que descuidaron el marcaje cuando ganaban por un gol de ventaja.

Esta derrota brasileña provocará seguramente repercusiones en los cuadros dirigentes del fútbol nacional carioca. De hecho, la torcida habría realizado llamadas a la dirigencia de la Confederación Brasileña de Deportes, a cuyo respecto circulan rumores vinculados a la venta de entradas irregular, por cierto muy poco lisonjeras y que tienen mucha gravedad. Incluso se ha llegado a circular una noticia de que uno de los directivos estuvo detenido.

Por otro lado, es para destacar que inmediatamente después del final del partido, las principales emisoras de radio comenzaron a transmitir sin interrupción música de baile, sin aludir al resultado del encuentro.

Otra consecuencia de la derrota fueron los problemas de salud sufridos por los torcedores. Los médicos del Estadio de Maracaná han comunicado que en ocasión del partido Uruguay-Brasil han asistido a 169 personas con ataques de histerismo y otros trastornos. Seis de ellas han sido trasladadas al hospital en grave estado.

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