Daniel Czwan 11y

Olimpia se quedó con el primer round

BUENOS AIRES -- La primera final de esta 54 edición de la Copa Libertadores de América deja una conclusión indiscutible: Olimpia de Paraguay, que le ganó 2-0 a Atlético Mineiro, dio un paso muy grande para quedarse con el cuarto título de su historia en la competencia.

¿Cierto? Muy cierto. La ventaja lograda por el conjunto guaraní, en el Estadio Defensores del Chaco, es considerable, más aún en una serie final.

Pero atención: Mineiro ya dio vuelta, en semifinales, un resultado idéntico ante Newell´s Old Boys de Rosario. Con el agravante para los brasileños de que un gol de Newell´s los obligaba a marcar 4. Ahora, eso no ocurrirá, ya que el reglamento indica que en las finales no cuenta el gol de visitante como "doble". O sea, un 2-0, o un 3-1, o un 4-2, iguala las cosas.

La revancha se jugará el próximo miércoles 24 en el "Mineirao", y esto tampoco es un detalle menor. ¿Por qué? Porque Atlético Mineiro quería jugarla en el Estadio Independencia, un reducto que le es muy favorable y donde es inexpugnable por estos tiempos. Pero la Confederación Sudamericana de Fútbol trasladó la sede por cuestiones de capacidad, algo a lo que obliga el reglamento.

Entonces, tras el 2-0 de la ida y de cara a la segunda parte de esta película, la letra escrita le presenta una de cal y una de arena a cada equipo.

Pero eso es el futuro inmediato. Veamos qué pasó en el "pasado reciente".

"LOS SILVA" ATARON LA VICTORIA

El "Decano" tuvo dos hombres fundamentales en el desarrollo del match, ambos uruguayos, y casualmente con el mismo apellido: Silva.

Alejandro, un mediocampista talentoso, convirtió el 1-0 a los 22 minutos del primer tiempo.

Y Martín, arquero, tapó una pelota clave a los 78, que impidió el empate vía Jo.

Claro que en el medio hubo un partido. Se lo contamos.

Hasta el 1-0, los de Ever Hugo Almeida no lograban acomodarse en el campo de juego. Los de Cuca, que esperaban, estaban más ordenados (aunque siempre es más fácil tomar esa postura y no parecer desprolijo).

Mineiro "molestaba" con un Tardelli que, solito, se las arreglaba para complicar a todo el fondo local.

A los 6 le anularon un gol (golazo por la excelente definición) justamente a Tardelli, en una jugada finísima, milimétrica. Y a los 20 tuvo otra chance el mismo atacante.

Pero a los 22 Alejandro Silva cambió el curso del encuentro con una maniobra individual. Con pelota dominada avanzó en diagonal de derecha al centro y, sobre la medianluna, aprovechó que nadie salió decididamente a cortarlo para meter un zurdazo bajo que, tras dar en el palo, se metió.

Gol. 1-0 arriba los guaraníes, que hasta allí no habían hecho nada para justificarlo.

La tónica no cambió hasta la media hora, con los visitantes dominando terreno y pelota.

Pero en los últimos 15 de esa primera mitad, Olimpia justificó la ventaja y creó 3 chances que bien pudieron darle el segundo.

Hubiese sido exagerado, pero ese tramo final, de clara superioridad y avasallamiento del oponente, dejó todo en su lugar. Y aroma a justicia en el cierre de los 45 minutos iniciales.

El complemento mostró, en el arranque, similitudes con el inicio del juego.

Tardelli volvió a preocupar, pero no pudo convertir. Y enseguida, antes de los 15, Mineiro se diluyó.

El DT Cuca tomó nota y mandó dos cambios: Rosinei por Luan primero; Guilherme por Ronaldinho después. Sí, sacó a Ronaldinho, quien en la salida le señaló claramente su disconformismo por el reemplazo.

El cotejo se evaporaba sin mayores sobresaltos en las áreas, hasta que apareció "el otro Silva".

Fue a los 78, cuando Jo la dominó en el área y, de zurda, metió una volea cruzada que tenía destino de red. En el 95% de los casos, semejante definición termina en gol. Pero Martín, el arquero, "el otro Silva", estiró su pierna izquierda y tapó una pelota formidable que puede llegar a valer "oro".

"Los Silva", está dicho, ataron la victoria. Pero habría más.

Y PITTONI DESATÓ LA FIESTA

En el minuto 93, el árbitro argentino Néstor Pitana sancionó una falta de esas que, en ese instante, lugar y situación, sólo se le pitan a favor a los elencos locales. Y con esto no estamos diciendo que haya sido o no infracción la de Rosinei sobre Prono.

Wilson Pittoni tomó la pelota y sin dudar, y sin decirlo, dijo "mía, pateo yo".

¿Qué hubiese pasado si Salgueiro hubiese estado en cancha? Seguramente Pittoni no hubiera ejecutado el tiro libre.

Pero Pittoni le pegó con maestría, por encima de la barrera, y el balón, tras rozar el travesaño, "murió" adentro del arco.

Gol. Golazo. 2-0. Locura. Fiesta.

¿Asunto sellado?

En 7 días lo sabremos. Todo puede pasar. Hasta entonces.

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