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Segunda mitad en marcha

Los Cachorros no tuvieron suerte en la fecha límite del 2012. Matt Garza podría compensar eso ahora. AP Photo/Morry Gash

Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Arranca la segunda mitad de la temporada y con 12 días más antes de la fecha límite de cambios libres, lo primero a solucionar será el conocer el destino de aquellos que tienen sus días contados con sus actuales organizaciones, como Matt Garza, quien muy probablemente ya no tenga una salida más con los Cachorros de Chicago, siendo los Vigilantes de Texas el equipo número uno en la lista de probables destinos, aunque todavía cualquier movimiento de último minuto podría hacerlo cambiar de rumbo.

Los otros nombres importantes que se habían manejado a últimas horas, parecen quedar descartados. El Gerente General de los Gigantes de San Francisco, Brian Sabean, confirmó ya que el club no tiene ningún interés en cambiar a Tim Lincecum, contrario a lo que se venía especulando, mientras en Rockies de Colorado también se han encargado de negar que Michael Cuddyer se vaya de un equipo que tiene todavía aspiraciones legítimas de postemporada.

Varios tendrán que decidir de inmediato si son "compradores" o "vendedores". Los Azulejos de Toronto, los Angelinos de Los Ángeles y los Filis de Filadelfia encabezan esa lista de "indecisos", pues al momento no pueden darse por descartados, pero también se encuentran lejos de alguna posibilidad clara de postemporada.

Una vez que agosto aparezca en el calendario, llegará el momento de definir las batallas. No sólo por los 10 cupos disponibles para playoffs, sino las otras situaciones que han llamado la atención desde la misma recta final de la primera mitad. Por supuesto la primera de ellas, será la lucha entre dos colosos ofensivos que buscan quedarse con la Triple Corona en la Liga Americana. Miguel Cabrera, que ya lo consiguió el año pasado, y que encabeza al joven circuito en promedio de bateo (.365) y en carreras producidas (95), peleando palmo a palmo con Chris Davis, que es el líder en cuadrangulares (37) y que representa la más seria amenaza para el venezolano en las otras dos categorías.

Los Cardenales de San Luis por su parte, finalizaron la primera mitad con el mejor récord de las Grandes Ligas (57-36), sabiendo que en cada una de las cinco ocasiones anteriores que han conseguido esa hazaña al llegar al Juego de Estrellas, también pudieron alcanzar la Serie Mundial. Los pájaros rojos llegaron con la mejor marca al clásico de media temporada en 1943, 44, 67, 85 y 87, participando en el Clásico de Otoño en cada uno de esos años y ganando incluso los de 1944 y 67.

Sin lugar a dudas, las huestes de Mike Matheny se ven como el equipo más completo del viejo circuito, y solamente una tragedia podría impedir que soñaran en otra Serie Mundial.

El Oeste de la Nacional parece que se definirá hasta el final, pero más por lo irregulares de sus participantes que por lo fuerte que se vean. Desde la llegada de Yasiel Puig, los Dodgers de Los Ángeles han repuntado y parecen enfilarse a ser los favoritos, pero el cubano comenzó ya a tener sus problemas, físicos y de conducta, en los últimos días de la primera mitad y eso pudiera afectar el repunte del equipo. Los Diamondbacks de Arizona han sido sumamente irregulares y, cuidado con los Gigantes, que a pesar de una mala temporada, especialmente de su pitcheo abridor, han demostrado en los recientes tres años, que son un equipo que sabe cerrar muy bien, y que llega a septiembre y octubre en su mejor forma.

La batalla que se dará sin cuartel es en el Este de la Americana. Entre Medias Rojas de Boston y Yankees de Nueva York (primero a cuarto lugar), hay solo 6 juegos de diferencia, por lo que Toronto, aún con su gran inversión y su racha de 11 victorias en forma consecutiva, parece oficialmente descartado. La dificultad del calendario favorece a Boston, ya que enfrentarán a rivales que juegan para pelota de .509, mientras los Baltimore Orioles tienen en el resto de su calendario a equipos jugando para .517, mismo porcentaje de quienes enfrentarán a los Yankees, mientras los Rays de Tampa Bay se medirán a equipos que juegan pelota de .515.

Otro factor que parece favorecer a los patirrojos, es el hecho de que tendrán más juegos en casa, con 34 más como locales por 31 en el camino. Los Rays son la otra cara de la moneda, con solo 28 en el Tropicana Field por 38 en patio ajeno, mientras Orioles tendrán 34 fuera por 32 en casa y los Yankees 30 en el Bronx por 37 fuera de su estadio.

Todo parece favorecer a Boston, pero mientras los Yankees contarán con sus jugadores importantes regresando poco a poco (al menos eso se supone), los Orioles han reforzado su pitcheo con la llegada de Scott Feldman y el regreso de Wei-Yin Chen, y los Rays llegaron a la pausa del Juego de Estrellas como el más encendido de las Grandes Ligas, habiendo ganado 9 de sus últimos 10 juegos, además de que ya sabemos que la escuadra de Joe Maddon, siempre aprieta en la recta final.

Por eso quédese con nosotros, viene Beisbol de alto calibre durante los próximos tres meses y medio, hasta que octubre nos defina un campeón, ya con las hojas cayendo de los árboles.