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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Tan pequeño y tan polémico...

El tenis italiano está dando que hablar. Fabio Fognini, luego de hilvanar decenas de desagradables actitudes dentro de la cancha, empezó a capitalizar esa energía positiva: tres finales ATP, dos títulos, top 20 en el ranking mundial. Un lujo.

Y, aparentemente, el futuro en la península está asegurado. Gianluigi Quinzi ya está trascendiendo dentro y fuera de la cancha. Último campeón de Wimbledon Junior, en 2012 fue el campeón más joven del tradicional Trofeo Bonfiglio y, a los 17 años, también se explaya frente a los micrófonos hasta el punto de disparar contra los mejores: "Cuando ves a jugadores como Djokovic disputando cinco largos sets y después volver con la misma intensidad que el día anterior, es difícil no pensar lo peor. No estoy diciendo que Nole o ciertas estrellas del tenis hagan uso de sustancias dopantes. Pero te empiezas a hacer preguntas cuando observas ciertas recuperaciones".

Considerada la mayor promesa italiana en los últimos 40 años, quien supo ser compañero de dobles del chileno Cristian Garín, nació en Cittadella el 1º de febrero de 1996 y hoy se encuentra 380º en el ranking ATP ya que este año, además, el zurdo ganó un Future y disputó dos finales. Sin embargo, aún no llegó su debut ATP. Por eso sorprenden sus declaraciones ante jugadores que ha visto en los torneos del Grand Slam o, sencillamente, por televisión.

Entrenado por Eduardo Médica y preparado físicamente por Horacio Anselmi, fue entrevistado en base a sus resultados y proyección pero pocos imaginaban estas declaraciones: "Simplemente mira a Nadal y Federer. Nunca veo que sean perseguidos, mientras otros 30 o 40 jugadores sí lo son. Creo que en el circuito todo el mundo debe ser tratado de la misma manera en cuestiones de dóping. Si los tienen que parar, los tienen que parar. No es el final del tenis si son sancionados. No sé si ellos o algún otro está haciendo uso de sustancias dopantes, pero en mi opinión todos tienen que ser tratados de la misma manera".

Papá Djokovic tampoco se calla

Con unos cuantos años más que el italiano, Srdjan Djokovic, el padre del número uno del mundo, también criticó con énfasis a Rafael Nadal, el máximo rival de Nole en las últimas dos temporadas, y al suizo Roger Federer. Por eso, esta vez sin intenciones, por segunda semana consecutiva Nole forma parte de la sección. "Nadal era su mejor amigo mientras le ganaba. Cuando las cosas cambiaron, ya no eran amigos. Eso no es deportivo", afirmó Srdjan, sin vueltas, en una entrevista concedida al diario serbio Kurir.

Pero también se refirió al suizo, del que dice que su talento como jugador no se corresponde con su calidad humana: "Federer tal vez es todavía el mejor tenista de la historia, pero como persona es todo lo contrario. Atacó a Novak en la Copa Davis en Ginebra, comprendía que él era su sucesor e intentaba desacreditarlo de cualquier manera". Llamativo detalle, teniendo en cuenta que pasaron casi siete años de aquella serie.

No contento con eso, Djokovic padre elogió a su hijo: "El éxito de Novak es una cosa extraordinaria y algo que algunos no pueden entender. No hay otro deportista que trate así a sus rivales, tanto cuando gana como cuando pierde. Él es el único que lo hace así, tanto en el deporte como en la vida privada". Por eso, de los "cuatro grandes" el único que se salva de las críticas desde los Balcanes es el británico Andy Murray: "Ellos no pueden ser los mejores amigos porque luchan por los trofeos más importantes y, a fin de cuentas, también por mucho dinero. Pero son más que correctos rivales y estoy seguro de que después de sus carreras serán grandes amigos".

Trauma superado
"El tenis tiene mucho que ver con la mentalidad". Lo dice Dominika Cibulkova y vaya si las palabras toman un sentido particular al salir de su boca. La eslovaca conquistó este fin de semana el título en el WTA Premier 700 de Stanford y pudo darse una revancha perfecta. ¿Por qué? Es que del otro lado estuvo Agnieszka Radwanska, su vencedora en la que hasta entonces había sido su última final; este año, en Sídney. Pero hay más: aquel triunfo de la polaca había sido por un apabullante 6-0 y 6-0. Números que dejaron su marca.

"Me autopresionaba todo el tiempo, fue una pésima experiencia. Los primeros seis o siete games de ese partido tenía game o break point y simplemente no podía concretarlos. Era como si algo realmente malo estuviera pasando. Perdía 6-0 3-0 y solo una cosa pasaba por mi cabeza: ganar un game. Y no ocurrió. Fue muy frustrante", contó la eslovaca. "Afectó mi juego por unos cuantos torneos. Cuando llegué al Abierto de Australia, en el primer partido me decía a mí misma: ´Tienes que ganar un game rápido porque ahora esto es realmente importante´. No fue fácil. Me persiguió por varias semanas, pero se terminó".

Como quien combate al villano de su propia historia, Cibulkova cerró el círculo ante la misma Radwanska y en otra final. Fue, en suma, su primera victoria sobre la polaca. Previo al partido, la flamante campeona confesó haber visto de nuevo el primer set de aquel fatídico partido en Sídney. "¿Para qué te sometiste a mirar eso, con todo lo que te afectó?", le preguntaron. "Tenía que aprender de ello".

La maldición de los batacazos
Parece ser una de las reglas no escritas del deporte: el "chico" que da el gran golpe ante el "grande" luego pierde, "se cae" o simplemente no mantiene el nivel. Su aplicación es aleatoria y no deja de ser una superstición, pero en el último tiempo el tenis se ha visto atravesado por esta proyección. Basta ver cómo le fue a los grandes protagonistas del rubro en las últimas semanas: Sergiy Stakhovsky y Steve Darcis. El ucraniano, luego de tumbar a Federer en segunda ronda de Wimbledon, perdió de manera consecutiva los cuatro partidos que disputó, dos de ellos la última semana: el lunes, en primera ronda de Gstaad; el sábado, en la qualy de Kitzbuhel. Lo del belga, verdugo de Nadal en el debut en el All England, fue más extremo: tras el partido con el español se le agravó una lesión en el hombro que lo obligó a darse de baja en su juego de segunda ronda, y desde entonces no ha vuelto a pisar una cancha.

Pero la lista podría extenderse a otros casos menos puntuales como los de Horacio Zeballos, Federico Delbonis o Daniel Brands. El marplatense, sorpresivo campeón de Viña del Mar ante un Nadal que volvía a la acción tras siete meses de ausencia, estuvo luego con una racha de solo dos triunfos en 13 partidos. El de Azul falló tres puntos para campeonato contra Fabio Fognini después de bajar a Federer en Hamburgo y no pasó de la segunda ronda en Gstaad, torneo en que el alemán sacó a Roger en el debut y en la siguiente instancia cayó con Victor Hanescu. Extrayendo los resultados de estos cinco jugadores, desde sus "batacazos" hasta la fecha, se obtiene un global de siete victorias y 24 derrotas. Lógicamente esto no es más que un juego estadístico y las maldiciones no existen. Pero que las hay, las hay...

El mejor de los chicos, peleándola entre los grandes
Si aún no escucharon hablar de Filip Peliwo, pronto llegará el momento. El canadiense, de 19 años, firmó un 2012 increíble en el circuito junior, con finales en los cuatro Grand Slams (ganó Wimbledon y el US Open) y un consecuente ascenso al N°1 del mundo. Materializada su transición hacia el circuito profesional, la última semana el norteamericano igualó el mejor resultado de su carrera: semifinales de Challenger. Y lo hizo en Lexington, un torneo que presentó otras dos destacadas particularidades en la qualy, con un jugador que debió darse de baja por "problemas de tránsito" y otro que no pudo ser parte del cuadro por "un error en las invitaciones".

Singularidades al margen, lo cierto es que mientras Peliwo avanzaba en suelo estadounidense, la ITF aprovechó para publicar un blog donde el canadiense cuenta en primera persona los desafíos de traducir en el profesionalismo lo logrado en Juniors. Y entre consejos de paciencia y perseverancia, el hoy 353° del ranking ATP dejó una postal bien gráfica: "Una de las grandes cosas de llegar lejos en los Grand Slams Junior fue jugar frente a grandes cantidades de público. Soy la clase de jugador que se estimula cuando hay mucha gente, sobre todo si hinchan por mí. Pero este año me tocó arrancar jugando en torneos donde no había absolutamente nadie y son casos donde puede resultar más difícil motivarse".

Además, el canadiense reveló una anécdota que le posibilitó su gran paso por el circuito junior: el encuentro con Roger Federer. "Se dio en la Cena de Campeones, en Wimbledon. Pudimos hablar por unos minutos, preguntó por mi año, me felicitó... Yo traté de no hablar demasiado de mí, le pregunté por las mellizas y noté que lo entusiasmaba hablar de ellas. No hubo mucho tenis en la charla y es que también había un montón de gente esperando para sacarse fotos con él. Pero de cualquier forma para mí fue una experiencia increíble y definitivamente me impulsó a seguir trabajando lo más duro que pueda. Y la próxima vez sí, seguro le voy a pedir algunos consejos...".

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