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Londres, la cuna del futbol moderno

Londres huele a soccer en todos sus rincones, con seis clubes de la Premier League y siete de la Football League Getty

LONDRES -- Aunque el origen del fútbol esté reclamado por varias civilizaciones, lo único que tenemos como cierto y documentado es que Londres fue el lugar dónde arrancó lo que hoy es el deporte más practicado e importante del Mundo. La famosa Freemason's Tavern fue el lugar en el que se reunieron en 1863 representantes de algunos de los clubes más importantes de la ciudad para redactar y armonizar las primeras reglas oficiales del fútbol. Esto le da a la capital británica el honor de ser la cuna de este deporte.

Desde entonces hasta hoy el fútbol ha evolucionado a la par que la ciudad, convirtiéndose en protagonista de no pocos hechos históricos acaecidos en la capital de Inglaterra.

La atracción que generó en los londinenses este deporte lo convirtió en espectáculo muy temprano. El deseo de ver en acción a los genios de la pelota ofreció la posibilidad de un nuevo negocio en las postrimerías de la segunda revolución industrial.

Los dueños de los equipos empezaron a cobrar dinero por la entrada. El público no podía resistirse a ello y llenaba los recintos en los que los grandes futbolistas ofrecían su mejor juego. Futbolistas que gracias a este negocio acabaron convertidos en profesionales. Una nueva puerta se abría a las clases bajas para subir en el escalafón social, como lo fue el boxeo y el ciclismo. Londres inventa el nuevo fútbol y el profesionalismo.

Para alimentar el espectáculo el siguiente paso en la evolución lo dan los clubes. Equipos formados en todos los rincones del área metropolitana de la ciudad que van creando entre ellos una rivalidad deportiva que hace crecer el orgullo de sus seguidores y el interés de todos los aficionados.

El fútbol ofrece banderas y signos de identidad a barrios, iglesias, escuelas y trabajadores de las principales fábricas de la ciudad. Gentes que se reservan el domingo no solo para jugar al fútbol, también para admirar a los mejores futbolistas.

A medida que avanzaba el Siglo XX y la ciudad iba recuperándose de las dos Grandes Guerras, la intensidad en la competición fue creciendo.

Las rivalidades con otras ciudades como Manchester, Liverpool, Newcastle, Nottingham o Leeds, no serán tan severas como las que nacieron entre los propios clubes londinenses.

Es famosa y llega hasta nuestros días la que mantienen los rojos del Arsenal con los blancos del Tottenham en el norte. Pero más ardiente es la del Charlton Athletic y el Crystal Palace en el sur, que este año se quedará sin derby liguero por el ascenso del segundo. Y no debemos olvidarnos de la rivalidad desequilibrada por los rublos rusos entre el Chelsea y el Fulham, clubes separados por apenas unos kilómetros.

No solo ha crecido el interés, la intensidad y la rivalidad en el juego. Ha crecido la ciudad. Tanto que algunos equipos han tenido que trasladar sus estadios para poder expandirse. El Arsenal dejo el nostálgico Highbury por el imponente Emirates. El West Ham ocupará el moderno y funcional Estadio Olímpico. Sin embargo, el único Campeón de Europa que tiene la ciudad, el Chelsea, se mantiene en su viejo Stamford Bridge. La tradición mezclada con la flema británica impide que el dueño del club y los del estadio lleguen a un acuerdo que permita crecer a los blues.

Seis equipos tendrá esta temporada Londres en la máxima categoría del fútbol británico, la Premier League. Pocas capitales del Mundo pueden presumir de algo así. Arsenal, Chelsea, Tottenham, West Ham, Fulham y Crystal Palace aúnan los sentimientos de esta Megametropoli que no solo gira en torno a la familia Real Británica, las libras que se mueven en la City o el turismo atraído por el cambio experimentado en la ciudad por los Juegos Olímpicos de 2012. El fútbol es un sentimiento de pertenencia para los londinenses.