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Preguntas y respuestas

¿Qué pensamos sobre algunos de los movimientos más importantes de la temporada baja en la NBA? Nuestro panel de expertos los analizan.

1. Buen o mal acuerdo: Brandon Jennings a los Pistons por tres años, $24M.

Henry Abbott, ESPN.com: Buen acuerdo si el objetivo de Detroit es mejorar. Mal acuerdo si el objetivo es competir. Los Pistons tienen la oportunidad de convertirse en un equipo especial si construyen alrededor del joven y talentoso Andre Drummond. Tienen jugadores jóvenes de bajo costo que se adaptan perfectamente a este enfoque y que permitirían, en teoría, que Detroit vaya incorporando agentes libres especiales y jugadores de primera mediante canjes a su debido tiempo. Pero se apuraron y ahora están pagando casi $40 millones por Jennings, Rodney Stuckey, Josh Smith y Charlie Villanueva, lo cual es mucho gasto para no tener grandes figuras de franquicia.

Dan Feldman, PistonPowered: Buen acuerdo. Una vez que los Pistons ficharon a Josh Smith, un movimiento costoso diseñado para mantenerlos en los playoffs esta campaña, se hizo imprescindible que elevaran el nivel de su base titular. La esperanza de que Brandon Knight mejore, de que Chauncey Billups aún tenga combustible, de que Will Bynum pueda jugar contra titulares o que Rodney Stuckey de pronto aprenda los matices de la posición ya no era suficiente. Los Pistons no sólo consiguieron a Jennings a un buen precio, sino que retroactivamente hicieron el fichaje de Smith más sostenible.

Andrew Han, ClipperBlog: Acuerdo bueno (y malo). Estadísticamente, Brandon Jennings se encuentra justo por debajo de Ty Lawson y de Jrue Holiday y fue compensado acorde, con un acuerdo razonable para un jugador perfectamente razonable. Pero Detroit entregó a su propio Brandon en el acuerdo de firma y canje, Brandon Knight. Cabe preguntarse si cambiar un pick de lotería --tras una temporada completa y otra cortada después de haberlo seleccionado en el draft-- por un escolta a quien los Bucks parecían tener poco interés en retener fue una buena decisión.

Michael Pina, Celtics Hub: Buen acuerdo. Brandon Jennings está lejos de ser un base de elite, pero es más que capaz de encauzar a un roster mediocre hacia el séptimo u octavo sembrado de la flexible Conferencia Este. Ya sin disgusto (esperemos), Jennings acompañará a un talentoso trío de grandotes en Detroit, jugando con el contrato de Jeremy Lin en lugar de un contrato máximo. Es una modesta situación en la que todos salen ganando.

Kyle Weidie, Truth About It: Buen acuerdo. Las ilusiones de grandeza de Jennings y de Monta Ellis volvieron a la tierra, y aterrizaron en un colchón de razonabilidad. ¿Deberíamos agradecerle al lockout y al convenio laboral por esto? El jurado aún no ha llegado a una conclusión, pero el veredicto inicial es que los Pistons corrieron un riesgo lógico y necesario al ceder activos por un base aún prometedor.


2. Buen o mal acuerdo: Wizards extienden el contrato de John Wall por 5 años y $80M.

Abbott: Buen acuerdo. Viene con un riesgo: Wall ha sufrido lesiones, y los equipos conducidos por Wall por lo general han sido pésimos. Sin embargo, pertenece al pequeño club de jugadores cuyo destino más probable --por su talento evidente, el camino de los anotadores de alto volumen (los mejores se hacen mucho más eficientes con el tiempo) y su juego más reciente-- es el estrellato. Simplemente no puedes dejar ir a jugadores como él.

Feldman: Mal acuerdo. Los Wizards probablemente tenían que darle a Wall el contrato máximo, pero deberían haber esperado hasta el próximo verano, cuando habría sido agente libre restringido. Wall casi seguramente no hubiera tomado la opción nuclear --firmar una oferta vinculante por un año y $9.697.902 y convertirse en agente libre sin restricciones en el 2015-- por el mismo motivo que los Wizards deberían haber esperado ahora: Su historial de lesiones y su juego por momentos esporádico lo hacen demasiado riesgoso. Hay momentos buenos y momentos malos para ponerse firme ante un agente, y parece ser un buen momento cuando hay $80 millones en juego.

Han: Buen acuerdo. Desde el 2002, todos los No. 1 han recibido extensiones máximas con la excepción de Andrew Bogut, Andrea Bargnani y Greg Oden. Combina este precedente con el hecho de que, cuando finalmente estuvo sano la campaña pasada, Wall promedió 24.2 puntos, ocho asistencias y cinco rebotes en sus últimos 20 juegos, y además la extensión máxima de novatos no es tan importante como uno contrato máximo regular. Parece ser un riesgo lógico.

Pina: Mal acuerdo. En lugar de usar su extensión "Rose Rule", los Wizards podrían haber esperado al final de la temporada, dejando que un John Wall sano pusiera de manifiesto su valor en un año de contrato, y luego partir desde ahí. Aún hay grandes interrogantes sobre el juego de Wall, y haberle entregado todo este dinero antes de que se lo haya ganado fue innecesario.

Weidie: Mal acuerdo, pero algo inevitable. Es algo que viene ligado al primer pick global, por decirlo de alguna manera. Todos los contratos máximos son un riesgo, como la extensión de seis años y $111 millones que los Wizards le dieron a Gilbert Arenas en el 2008, por ejemplo. Todos sabemos cómo salió eso. Irónicamente, Washington cambió a Arenas por Rashard Lewis y luego a él por Trevor Ariza y Emeka Okafor, quien ayudó a consolidar la defensa, lo cual ayudó a Wall a lucirse durante una breve aparición la campaña pasada, por la que fue premiado con este contrato.


3. Buen o mal acuerdo: El canje de los Pacers por Luis Scola.

Abbott: Buen acuerdo, pero sólo cambia el juego si David West llega a lesionarse, y resulta difícil imaginar a Scola con muchos toques en este potentado plantel. Los Pacers eran realmente buenos antes de este movimiento -- un paso arriba de los Nets y los Knicks sin lugar a dudas -- y ahora son levemente mejores al costo de algunos jugadores jóvenes. Pero cuando lo haces por ahora, lo haces por ahora.

Feldman: Buen acuerdo. La ventana de los Pacers para ganar un campeonato está abierta, así que sacrificar jugadores jóvenes y picks de draft para incorporar ayuda inmediata es una buena estrategia. Scola no sólo es un buen jugador de reserva, sino que su conjunto de habilidades es similar al de David West. Ahora los Pacers pueden descansar a West -- por lejos su titular más viejo -- sin alterar el estilo de juego.

Han: Buen acuerdo. Decir que la producción del banco era un punto débil para los Pacers sería un eufemismo. Indiana terminó 29° la campaña pasada en puntos del banco, lo que significa que sólo superaron a los Trail Blazers. En esta transacción, los Pacers convirtieron a dos jugadores que estuvieron de más la temporada pasada y un pick protegido en 13 confiables puntos por partido de Luis Scola. Un movimiento inteligente para un equipo que quiere competir ahora.

Pina: Buen acuerdo. Los Pacers necesitan reservas de calidad capaces de anotar, y lo que obtuvieron con Luis Scola, en el peor de los casos, fue un lanzador confiable de media distancia capaz de bajar rebotes. Cumplirá 34 años en abril, pero la mayor parte del repertorio ofensivo de Scola no ha sufrido el impacto de la edad. No es el mismo artesano del poste bajo que alguna vez hizo magia como pivote, pero está muy lejos de ser un Tyler Hansbrough.

Weidie: Buen acuerdo. Las ventanas y cuánto tiempo permanecen abiertas es algo curioso en los deportes. Scola es un poco más veterano pero no consume demasiado las reservas de Indy a futuro. Lo que los Pacers no querían era llegar a los playoffs, caer ante Miami nuevamente y luego preguntarse qué podrían haber hecho con Miles Plumlee y un pick intermedio.


4. Buen o mal acuerdo: Mike Miller elije firmar con Memphis.

Abbott: Un gran triunfo para ambas partes. Los campeones usaron la cláusula de amnistía en Miller a pesar de su buen desempeño, lo que debe haber dolido. Pero se ha recuperado bien no sólo por haberse unido a un equipo contendiente, sino también por haberse convertido en el anotador clave del conjunto desde el ala. Los Grizzlies obtienen dos cosas muy positivas: lanzamientos y un gesto de aprobación implícito hacia su enfoque con la incorporación de un jugador también buscado por todos los grandes competidores de los Grizzlies.

Feldman: Buen acuerdo. Los Grizzlies al menos tienen la posibilidad de luchar por un campeonato, y estoy seguro de que Miller quiere eso. Pero los campeonatos no son el único camino a la felicidad, y después de haberse pasado más de cinco temporadas en Memphis, él debería saber mejor que nadie si esta situación debería conformarlo. Además, ¡golf gratuito! Sólo espero que Mike Conley incluya un carrito para el jugador de 33 años con antecedentes de problemas de espalda.

Han: Buen acuerdo. Oklahoma City será un contendiente legítimo al título la próxima campaña, pero la decisión de Mike Miller de ir a Memphis es mejor. Los Grizzlies han sido notablemente malos en tiros de larga distancia, y Miller los ayudará en ese aspecto con su efectividad total del 40.6 por ciento en triples. Además, tienen menos profundidad en el ala que el Thunder, lo cual implicaría un rol más importante para él. Y Miller se pasó la mayor parte de su carrera en Bluff City.

Pina: Buen acuerdo. Los Grizzlies fueron el séptimo equipo menos preciso en tiros de tres la campaña pasada, y ningún equipo promedió menos intentos por partido. Necesitan anotadores que abran la cancha para Marc Gasol, Zach Randolph y, en menor medida, Kosta Koufos. Mike Miller ya no es un jugador para todos los días, pero en los escenarios más importantes es un francotirador -- la figura perfecta para un pseudo contendiente del Oeste.

Weidie: La gente podría percibir el hecho de que Miller optó por Memphis en lugar de Oklahoma City como un indicio de las posibilidades del Thunder de ganarlo todo. Pero no es tan así, ya que los equipos tienen probabilidades bastante parejas en este momento. Para Miller, en parte fue la comodidad de haber jugado en los Grizzlies antes, pero más que nada porque su talento se verá más beneficiado con el juego interno-externo de Marc Gasol y Zach Randolph.


5. Buen o mal look: Los nuevos jerseys de los Pelicans.

Abbott: Malo. Los uniformes son perfectos para lucir los nuevos brazos inflados de Anthony Davis, pero a la hora de capturar la esencia de una ciudad estadounidense con una cultura muy distintiva, son muy tímidos. Crescent City tiene mucho más para decir que una o dos marcas en las letras.

Feldman: Malo. Los Pelicans deberían haber adoptado los colores de Mardi Gras -- púrpura, verde y oro -- y estos uniformes insulsos con letras demasiado chicas no están ni cerca de borrar el error original. No hay casi nada de malo con los nuevos uniformes, pero tampoco hay nada de bueno. No fue un buen cambio.

Han: Aburrido. Los viejos Hornets eran fácilmente identificables -- rayas en los uniformes locales y visitantes, color secundario verde azulado, hasta en los alternativos eclécticos de Mardi Gras. Pero parece que los Pelicans eran más conscientes de su look anterior más llamativo. Los nuevos uniformes de New Orleans podrían ser "clásicos" o "aburridos", según quién los mire. La crítica principal: el arco en el nombre de adelante está demás y la letra es demasiado chica.

Pina: Buen look. Con un nombre como "Pelicans", estos jerseys tenían altas chances de resultar completamente ridículos. En cambio, el diseño es minimalista, con colores básicos y un diseño atemporal. Podría ser peor.

Weidie: Malo. Es raro conformar con el primer uniforme, y los Pelicans no son la excepción. No me importa tanto que el nuevo look no incluya la palabra "pelicans", optando por representar a New Orleans tanto de locales como de visitantes. Pero NOLA es una ciudad atrevida y con gran sabor, ¿entonces por qué la letra del jersey debe ser tan sumisa?

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